HISTORIA Y ARTE - LAS CIVILIZACIONES FLUVIALES: Egipto - 2ª parte
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Historia y Arte

LAS CIVILIZACIONES FLUVIALES

Egipto - 2ª parte


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Economía y sociedad

a base económica del Egipto antiguo fue la agricultura. Las regulares crecidas del Nilo hacían de las riberas unos auténticos vergeles con un alto nivel de productividad. A diferencia de las irregulares y violentas crecidas del Éufrates, capaces de arrasar tierras de cultivo y ciudades, el Nilo aumentaba cada año su caudal en las mismas fechas y de forma progresiva.

Las aguas cubrían las tierras de cultivo desde julio a septiembre en su curso medio, y de agosto a octubre en el curso bajo. En ese tiempo, justo después de la siega, el río depositaba suavemente sus aportes aluviales escasos en arena y sal, que actuaban como un extraordinario abono.

Relieve de la tumba de Nefer Sakkara donde se escenifican una serie de labores agrícolas, con aperos muy rudimentarios
Relieve de la tumba de Nefer Sakkara donde se escenifican una serie de labores agrícolas, con aperos muy rudimentarios

Cuando las aguas se retiraban, la tierra, humedecida y fertilizada, quedaba dispuesta para la siembra. A medida que la población fue en aumento se comenzaron a poner en práctica sistemas de canalización que aumentaron las superficies de cultivo y permitían el riego entre crecida y crecida.

Estas circunstancias hicieron de Egipto un país limitado a una estrecha franja a ambos lados del Nilo, pero muy rico desde el punto de vista agrícola. Los principales cultivos eran el trigo, para la obtención de harina; la cebada, de la que se obtenía, además de alimento, una bebida parecida a la cerveza, y el lino, para la obtención de fibra textil (en Egipto no se usaron las fibras animales). Otros cultivos fueron la vid, los higos, las palmeras datileras, el olivo y algunas legumbres como la lenteja.

En cuanto a la ganadería, destacaron pocas especies, debido a que un país desértico no es apropiado para el ganado. Fueron importantes algunos bovinos, que se empleaban en el transporte y para la producción de carne y leche. Destacaron también algunas aves, como los patos, gracias a que el Nilo era un ambiente natural propicio para ellos.

En esta pintura de la tumba de Senutem, pueden apreciarse algunos detalles de la vida agrícola de Egipto, como el tipo de apero utilizado en la labranza, o la especie animal
En esta pintura de la tumba de Senutem, pueden apreciarse algunos detalles de la vida agrícola de Egipto, como el tipo de apero utilizado en la labranza, o la especie animal

Las tareas del campo permitieron a los egipcios disponer de bastante tiempo libre que, en general, se dedicaba a la artesanía. Esta difusión de las tareas artesanales venía obligada por la propia fórmula de asentamiento. Egipto no fue un país de grandes ciudades, sino más bien una interminable aldea situada a lo largo de las orillas del Nilo, por lo que los mercados, propios de las urbes, apenas existieron; esto obligó a los campesinos a adoptar un sistema de relativa autarquía (autoabastecimiento) que se puso de manifiesto en la difusión del artesanado.

Por todo ello y por el hecho de que todo lo que había en Egipto, incluida la tierra, era propiedad del faraón, cabría decir que la economía del país fue simple y giró siempre en torno al poder político y religioso, acomodándose a la estructura piramidal de la sociedad egipcia. El vértice de esa pirámide estaba ocupado por la figura del faraón, auténtico dios viviente, soberano y dueño de todo. Era legislador y juez supremo, jefe de los ejércitos y, como divinidad, máximo sacerdote.

Por debajo del faraón estaba el alto funcionariado y el alto clero, formando una auténtica aristocracia del poder; entre los altos funcionarios destacaron el visir o primer ministro (a veces había uno para el norte y otro para el sur) y los gobernadores de las distintas provincias (nomos); el alto clero tuvo un peso político variable, pero, en ocasiones, su poder llegó a inquietar a los faraones. En una posición menos privilegiada estuvieron los grandes terratenientes, una especie de nobleza a la que el faraón había concedido tierras. Una escala similar era la ocupada por los escribas, que se encargaban de la administración de los bienes del faraón o de los templos.

Por debajo estaba la gran masa de pequeños propietarios, artesanos y hombres libres que vivían de un sueldo y por último, los esclavos. En lo que se refiere al artesanado, debe señalarse que su condición dependía de su clientela, no era lo mismo ser un simple carpintero que el carpintero del faraón.

A partir de la dinastía XVIII (hacia 1550 a. de C.) adquirió importancia la casta militar y la categoría de un alto jefe del ejército fue muy considerable, pudiéndose equiparar, en ocasiones, al alto funcionariado. Este ascenso de la clase militar se produjo coincidiendo con una época en la que Egipto estuvo bajo el peligro de invasiones exteriores.

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