Geología
PETROGRAFÍA
Rocas endógenas metamórficas - 4ª parte
Tipos de rocas metamórficas (continuación)
Esquistos (continuación)
Esquistos anfibolíticos
os esquistos anfibolíticos se originan a partir de rocas ígneas básicas y rocas sedimentarias, por metamorfismo regional de elevada o media intensidad. Posee escasos minerales micáceos, y su esquistosidad no es tan aparente debido, sobre todo, a la disposición paralela de los cristales de hornblenda que contienen.
Esquistos cloríticos
Los esquistos cloríticos se originan a partir de rocas básicas por dinamometamorfismo. Se diferencian de otras rocas similares cuya formación ha sido por metamorfismo regional, en que sus yacimientos se muestran asociados a fallas, y también en que suelen aparecer restos de la roca original de la que surgieron.
Esquistos micáceos
Los esquistos micáceos son muy frecuentes. Se originan a partir de arcillas, cuarzos, feldespatos, biotitas y moscovitas, por metamorfismo regional intenso. Cuando el metamorfismo es aún más intenso se originan los esquistos micáceos gneisicos, debido a la disminución progresiva de los minerales micáceos y aumento de minerales de hábito prismático o tabular. En los esquistos micáceos, los minerales se orientan paralelamente y recubren la superficie de los planos de esquistosidad. Otras formas de esquistos micáceos menos frecuentes son los granatíferos (granate), originados a partir de cristales de clorita; y tremolíticos (tremolita), que se forman a partir de la dolomita que ya existía en la roca arcillosa.
Esquistos moteados
Los esquistos moteados se originan a partir de esquistos arcillosos por metamorfismo de contacto. Deben el nombre a la presencia de numerosas manchas oscuras que, ordinariamente, se producen durante un proceso gradual de transformación de los minerales, donde la temperatura y el tiempo de consolidación son factores determinantes. Así, durante el aumento de temperatura se inicia el proceso de transformación de los minerales arcillosos en clorita y moscovita; sin embargo, cuando la temperatura se reduce, si el proceso todavía no ha finalizado quedan diseminados por toda la roca una serie de núcleos cuya composición sigue siendo arcillosa, mostrando así el típico aspecto moteado. A partir de los restos orgánicos de la roca original se puede formar grafito, y presentar también manchas en las zonas externas de la aureola metamórfica.
Esquistos talcosos
Los esquistos talcosos se originan por metasomatismo a partir de rocas que contienen silicatos de magnesio. Cuando esos minerales reaccionan por acción del dióxido de carbono, se forman carbonatos y talcos, tales como la dolomita y magnesita.
Esquistos verdes
Los esquistos verdes se originan a partir de rocas ígneas básicas y ultrabásicas, o algunas de tipo sedimentario como grauvacas y calizas, por metamorfismo regional a temperaturas casi siempre bajas. Presentan colores entre verde claro y negro, dependiendo de la proporción de los minerales que contienen, los cuales son generalmente tremolita, talco, clorita, serpentina y epidota.