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Geografía
PAÍSES
Suecia - 3ª parte
Historia: hasta s. XVI
as primeras huellas arqueológicas aparecen relativamente tarde en el territorio que hoy llamamos Suecia, ya que durante los períodos paleolíticos la península Escandinava permaneció completamente cubierta por un caparazón de hielo. En los tiempos de transición al Neolítico surgen las primeras trazas de vida humana: arpones y dibujos rupestres que representan figuras de animales y geométricas. En la Edad de los metales se desarrolla en la Europa septentrional una cultura que iguala en riqueza a otras civilizaciones contemporáneas: el trabajo de los vasos de metal, de las fíbulas y las armas indica la existencia de un pueblo organizado y con un relativo nivel cultural.
Suecia aparece citada por primera vez en el s. I de la Era cristiana, en la obra de Tácito Germanía, donde se menciona al pueblo de los suiones como destacados navegantes. Posteriormente, existen noticias de que la primitiva población finesa asentada en la zona de los grandes lagos fue empujada hacia las regiones norteñas por los inmigrantes germanos de origen godo. Se sabe también que en la Era pagana un gran número de reyezuelos tuvo un lugar común de culto religioso en Uppsala y prestó vasallaje a un supremo monarca, que era también sumo sacerdote. Sin embargo, la incorporación de este país a la historia propiamente dicha no se efectúa hasta los ss. VIII y IX con las expediciones normandas, en que tomaron parte muchos vikingos de origen sueco.A partir del estratégico enclave de Birka, en Suecia, la expansión político comercial normanda llevó a los suecos o varegos a la orilla opuesta del Báltico, y desde allí recorrieron los grandes ríos rusos y establecieron factorías comerciales; también llegaron al mar Negro, y muchos de ellos entraron al servicio de los emperadores bizantinos. En el s. XI comenzó el cristianismo a propagarse por Gotlandia: fue Olav Skötkonung quien señaló con su conversión, hacia el año 1008, el triunfo de la religión cristiana en Suecia, y Uppsala quedó convertida en sede episcopal. Posteriormente, las luchas por el trono entre las familias Sverker, Stenkil y Erik, coincidieron con los primeros intentos de expansión sueca desde el núcleo originario de Gotland hacia Finlandia y Dinamarca.
El rey Erico IX (1141-60), más tarde venerado como patrono de Suecia, conquistó Finlandia y la sometió a la fe cristiana. El primer rey coronado de Suecia y reconocido por el papa Inocencio III fue Erico X (1210-16), durante cuyo reinado se regularon las relaciones con Dinamarca y el clero afianzó su poderío. Extinguido el linaje, Birger Jarl fundó en 1250 la dinastía de los Folkungs, la cual abrió el país a las influencias occidentales, fundó Estocolmo y logró consolidarse mediante la imposición de la paz civil y religiosa. También se tomaron acertadas medidas relativas a la explotación del cobre y se fomentaron las relaciones comerciales con la Liga Hanseática, que monopolizaba el comercio en el norte de Europa. En 1319 las coronas sueca y noruega quedaron unidas en la figura de Magnus Ericsson, quien hizo redactar un código general para Suecia; pero la unión sueco-noruega se rompió por presiones de la nobleza. Éstas desembocaron en las luchas del hijo menor de Magnus Ericsson, el rey Haakon VI de Noruega, contra el mayor, Erico XII de Suecia.La viuda de Haakon VI, la reina Margarita de Dinamarca, fue reconocida soberana de los tres estados nórdicos unidos, Dinamarca, Noruega y Suecia. La reina consolidó la fusión en 1397 mediante el tratado de Kalmar, que estableció un código común para los tres grandes reinos y designó heredero del trono a Erico de Pomerania. La unión, que duró más de un siglo (1397-1523), coincidió con una época de esplendor cultural, en la que se fundó la Universidad de Uppsala y comenzó a funcionar la primera imprenta del país. Una centuria después, la insurrección de los mineros y campesinos de Delacaria contra los daneses desembocó en la independencia de Suecia, lograda bajo la conducción del líder Gustavo Ericsson, de la casa Vasa, quien expulsó a los daneses del territorio sueco y fue elegido rey por unanimidad en 1523, fecha en que quedó disuelta para siempre la Unión escandinava. El nuevo soberano hizo traducir la Biblia al sueco y abrió las puertas del país a la reforma protestante, además de suprimir el predominio comercial de la Liga Hanseática. En 1544 transformó a Suecia en monarquía hereditaria, fundando con ello un Estado floreciente, con un gran poder terrestre y marítimo. Bajo los Vasa, Suecia se convirtió en ejemplo de vigoroso y disciplinado estado militar.