GEOGRAFÍA - PAÍSES: India - 3ª parte
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Geografía

PAÍSES

India - 3ª parte


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Geografía económica

a actividad industrial de la India es también destacable: posee manufacturas tradicionales (joyería, bordados) y modernas (tejidos de algodón, mecánicas y químicas). Calcuta, capital del estado de Bengala Occidental, es la segunda ciudad más populosa del país. Forma un importante centro comercial e industrial. Destaca, sobre todo, en la producción de tejidos textiles (yute, algodón y seda) y, en menor grado, en industrias papeleras, químicas, mecánicas y de construcción naval. Cuenta con uno de los puertos más importantes del país.

Bombay es la tercera ciudad importante de la India. Situada en la costa occidental, la capital del estado de Maharashtra representa el principal puerto del país y uno de los primeros del océano Índico, tanto desde el punto de vista comercial como en cuanto al tránsito de pasajeros. Es, además, un gran centro financiero e industrial, con empresas algodoneras, químicas, siderúrgicas y alimentarias. Finalmente, Madrás, la capital del estado de Tamil Nadu, se eleva como la cuarta ciudad del país. Se trata del centro comercial, industrial y cultural de la India meridional. Otras ciudades destacables, que alcanzan grandes densidades de población, son Bangalore, Ahmad›b›d, Hydermabad, Kanpur, Nagpur, Lucknow y Jaipur.

Los problemas sociales a causa de la urbanización, junto con la amenaza del hambre, la escasez de capital, la falta de materias primas y la fluctuación de los cultivos con los monzones, son algunos de los factores que suscitan habitualmente los problemas más importantes para la economía del país. La India tiene una estructura económica basada en la problemática típica de una economía subdesarrollada, como consecuencia de diversos factores básicos: la herencia del régimen feudal, la intensa explotación ejercida por parte del colonialismo británico y, más recientemente, por los países más desarrollados y, sobre todo, el rápido incremento demográfico, cuyo ritmo ha sido superior al del crecimiento económico; este fenómeno provoca que, frente a tasas de incremento positivo de la renta nacional, la renta per cápita se mantenga estacionaria o disminuya algunos años. Por otro lado, las enormes diferencias socioeconómicas producen una gran desigualdad en la distribución de la riqueza, de forma que las castas menos favorecidas tienen sus niveles de renta por debajo de la subsistencia.

Desde el año 1950 el Gobierno ha intervenido directamente en la economía, mediante una serie de planes quinquenales dirigidos a acelerar el crecimiento con la colaboración de capitales extranjeros. Sus principales objetivos han sido el incremento de la producción agrícola (mediante la creación de nuevos cultivos, el uso de fertilizantes, la mejora de las especies, etc.), y de las exportaciones, así como también el de los productos de consumo para aumentar la producción, la regularización de precios y el control del crecimiento demográfico. Sin embargo, la productividad es todavía muy débil y las crisis alimentarias siguen siendo habituales. Actualmente, la economía india es de carácter mixto: mientras que el sector público domina los transportes, la producción de energía, la banca, las compañías de seguros, el petróleo, la minería y la industria pesada, el resto de las actividades corresponden al sector privado. La agricultura constituye la principal actividad económica del país, que, junto con la pesca y la industria forestal, proporciona casi la mitad del producto nacional bruto. Más del 60 % de la población activa se dedica a las actividades primarias.

A partir de la independencia (1947), la producción del sector creció en términos reales, hasta mediados de la década de 1960, momento en que una grave sequía provocó un notable descenso que obligó a llevar a cabo importaciones a gran escala. Sin embargo, este percance sirvió para buscar nuevas estrategias agrícolas que, dentro del contexto de la denominada «revolución verde», han originado notables incrementos de la productividad. Los principales factores atribuidos a esta revolución han sido el uso más intensivo de abonos y de irrigación artificial, así como la regulación de los precios del trigo a través de un organismo especial gubernamental, la Food Corporation of India. Sin embargo, la «revolución verde» ha repercutido de manera muy desigual en las distintas regiones: mientras que ha favorecido, sobre todo, a las llanuras del Panjgur, Uttar Pradesh y Haryana, ha tenido una débil incidencia en las zonas arroceras de Bengala Occidental y Bihar, y apenas ha trascendido en áreas de sequía y hambre crónicas, como las mesetas de Andhra Pradesh. Por otro lado, todavía no se ha llevado a cabo la reforma del régimen de propiedad de la tierra, y la inmensa mayoría de la población india sigue cultivando pequeñas parcelas, que se hallan regidas y repartidas por un sistema feudal. Si bien la existencia de variadas condiciones regionales da como resultado una diversificación bastante pronunciada de la agricultura, ésta se orienta básicamente hacia la producción de cereales y leguminosas, con un claro predominio del arroz, especialmente generalizado en las regiones de Bengala Occidental, Assam y las llanuras litorales del Deccán; también es importante la producción de trigo (Uttar Pradesh, Panjgur) y, en menor medida, el maíz y el ragi (cereal forrajero).

El algodón (Maharashtra, Gujarat) y el yute son los principales cultivos textiles. Gran significación tienen también el té (valle del Brahmaputra), destinado en buena parte a la exportación, y el café (Karnataka y Kerala), la caña de azúcar (Maharashtra, Karnataka, Bihar, Uttar Pradesh), el caucho y el tabaco. Aunque la mitad de la India está cultivada, sólo una quinta parte está cubierta de bosques y el resto del territorio es improductivo. Por otro lado, la pesca, a pesar de contar con un enorme potencial, se halla insuficientemente desarrollada. La cabaña ganadera de la India es la mayor del mundo, pero, sin embargo, su rendimiento en leche es extremadamente bajo y, además, el consumo de carne está prohibido por la religión hindú, predominante en el país. La leche que más se produce es la de búfala, seguida de la de vaca y, en menor grado, de cabra y oveja. Los recursos mineros ofrecen un volumen notable, aunque la India no posee petróleo en cantidad suficiente (Assam), así como tampoco minerales no metálicos.

Los principales recursos del país, pese a estar distribuidos desigualmente a través del territorio, son el carbón y el hierro. El primero se localiza en los estados de Bihar, Bengala y Madhya Pradesh (colinas de Chota Nagpur). El mineral de hierro, del que la India posee la séptima parte de las reservas mundiales conocidas, se extrae en Bihar, Orissa y Mysore. El manganeso (Balaghat, Nagpur) cuenta también con una producción destacada, así como la bauxita (Madhya Pradesh, Travancore). El Himalaya y el resto de los sistemas montañosos del país, por otro lado, presentan un gran potencial explotable de energía hidroeléctrica. Se produce energía nuclear en varias centrales (Tarapur y Rana Patrap Sagar, entre otras). El biogás (metano obtenido a partir del estiércol de ganado vacuno) es importante en las zonas rurales.

El sector industrial ha experimentado una notable diversificación durante las últimas décadas. Antes de la independencia (1947), su desarrollo se restringió casi exclusivamente a dos ramas (alimentaria y textil), pero desde entonces se iniciaron los esfuerzos para la implantación de una industria pesada. El sector textil (algodón en Bombay, Vadodara, Ahmmad›b›d, Madura, Calcuta, Indaur y otros centros menores; yute en Calcuta; seda en Benarés y Mysore) sigue teniendo gran importancia y proporciona el grueso del valor de las exportaciones industriales del país. Sin embargo, en las últimas décadas ha sido mucho más rápido el desarrollo de otras ramas como la siderurgia (especialmente las acerías de Jamshedpur, Raurkela, Shilla y del valle del Damodar), los fertilizantes, cemento, plomo y aluminio (Alupuram, Korva).

La mecánica se halla dedicada, especialmente, a la fabricación de material ferroviario, motores eléctricos y maquinaria industrial. Las mayores implantaciones de industria pesada se localizan en torno a Calcuta, mientras que la industria mecánica posee sus centros más destacados en Madrás. La construcción naval, por otro lado, se sitúa en Bombay y Vishakhapatnam. El país cuenta también con numerosas pequeñas industrias artesanas, de gran importancia económica, ubicadas en el área Panjgur-Delhi y en el N. Finalmente, cabe destacar la industria cinematográfica, que convierte a la India en el segundo país productor de películas. Los principales problemas del sector industrial son la escasez de mano de obra cualificada, las deficiencias en los transportes y en productos energéticos, y la falta de inversiones. El sistema financiero se halla bajo el control del Banco de Reserva de la India, que funciona desde 1935; nacionalizado en 1949, regula estrictamente todas las actividades del sector.

La exportación tradicional de especias (canela, pimienta, nuez moscada, clavo) se diversificó en las décadas posteriores a la independencia, principalmente con petróleo crudo, productos artesanales, piedras preciosas y semipreciosas, tejidos, maquinaria y equipos de transporte, calzado, mineral de hierro, té y pescado. El país importa, básicamente, maquinaria no eléctrica, derivados del petróleo, productos químicos y material de transporte. Sus principales proveedores son Japón, E.U.A. y Alemania. Entre sus clientes más destacados se hallan Italia, China y Malaysia.

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