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Hungría - 4ª parte
n años posteriores creció el descontento ante la actitud reformista de la casa de Austria y en 1703 Ferenz Rákóczi, el mayor propietario del país, lideró el movimiento antiaustríaco y fue luego designado por la Dieta de Szécsény para ocupar el trono húngaro. Sin embargo, el movimiento nacionalista fue derrotado en Trencin, en 1708, y la posición austríaca quedó afianzada al firmar la nobleza un compromiso con el soberano austríaco. Durante el s. XVIII el soberano Carlos III vio reconocido el derecho a formar un ejército de campesinos, la indivisibilidad de Hungría y de las provincias hereditarias de los Habsburgo.
En 1723 se aprobó la Pragmática Sanción que permitía que las mujeres subieran al trono. María Teresa, hija de Carlos III, reinó de 1740 a 1780. Impulsó un sistema de aduanas para obtener recursos con que financiar las campañas militares que se habían negado a subvencionar nobles. José II, su heredero (1780-1790), abolió la servidumbre y concedió libertad de culto a judíos y protestantes. Durante el reinado de Francisco II (1792-1835) Hungría se convirtió en suministradora de productos agrícolas, contra la voluntad de la nobleza, la clase que encabezó el movimiento de liberación nacionalista. El primer paso fue la integración de los distintos grupos (eslovacos, rutenos, rumanos, etc.) que habitaban en territorio magiar.El movimiento antiaustríaco se radicalizó en tiempos del emperador Fernando I, con la intervención de Lajos Kossuth (1802-1894), defensor de la dinamización económica y la plena independencia. En 1848, la onda expansiva de las revoluciones europeas llegó a Hungría: la revolución de marzo, en Pest, liderada por figuras del romanticismo literario (S. Petöfi, M. Jókai), condujo a la abolición de los privilegios feudales y a la constitución de un gobierno independiente que dirigió L. Battayáni. Las disensiones con los contrarrevolucionarios culminaron ese mismo año en la guerra de liberación nacional.
En 1849 los Habsburgo fueron destronados y el Parlamento Revolucionario nombró regente a Kossuth. La ayuda del zar ruso y la falta de cohesión del frente antiaustríaco fueron decisivas para el fracaso de la revolución. El movimiento nacionalista resurgió en los años 60, cuando la derrota de Francisco José I frente a Prusia obligó a formar dos estados, con igualdad de derechos y unidos solamente por la figura del monarca. La segunda mitad del s. XIX fue de consolidación económica de los sectores agrícola e industrial. La naciente clase obrera se organizó en torno a la Unión General de Obreros (1868), socialista. En 1875 se fundó el Partido Liberal, que asumió el gobierno del país durante 30 años. En 1780 se fundó el Partido General Obrero de Hungría y diez años más tarde el Partido Socialdemócrata. La clase obrera se manifestó contraria a la política agresiva del Imperio, que en la primera década del s. XX se anexionó Bosnia y Herzegovina.El atentado de Sarajevo (28 junio 1914) provocó una reacción de castigo a los nacionalismos. I. Tisza (P. Nacional del Trabajo), presidente del Consejo desde junio de 1913, intentó retrasar la declaración de guerra. Durante la guerra, la crisis de aprovisionamiento, las dificultades de las capas medias y populares minaron el apoyo al Imperio. Se formó un Consejo Nacional compuesto por los partidos de la Independencia, Socialdemócrata y Radical, además un Consejo Militar. La mayoría de las fuerzas políticas y militares apoyaron al Consejo que, a finales de octubre, se hizo con el poder y proclamó la república. Sin embargo, la situación económica no ayudó a la estabilidad de la república.
El Partido Comunista fue fundado en 1918 por Béla Kun, y prohibido por el gobierno después de las manifestaciones de febrero de 1919. Sin embargo, el gobierno, no pudiendo asumir las responsabilidades relativas a la delimitación de fronteras fijadas por la Entente, traspasó el poder a las fuerzas unidas de socialdemócratas y comunistas. En marzo de 1919 se constituyó la República Soviética de Hungría. La nacionalización de industrias, minas y propiedades provocó la intervención checoslovaca y rumana. Hungría resistió este primer ataque, pero en agosto fue derrotada por la acción de las fuerzas extranjeras aliadas a las nacionales, contrarias a la Comuna. El ministro de la guerra Miklós Horthy organizó un ejército blanco y fue designado regente imperial de Hungría, si bien nunca se llegó a proclamar rey alguno. Con la firma del Tratado de Trianón (1920), Hungría aceptó la pérdida de Eslovaquia, Rutenia, Transilvania, Banato, Backa, Fiume y Burgeland. En el plano económico, contó con la ayuda financiera de la Sociedad de Naciones y aumentó el grado de industrialización.En noviembre de 1921 los Habsburgo vieron frustrados sus intentos de restaurar la monarquía. Horthy se apoyó en las clases más poderosas. Desde 1927 llevó a cabo una política de acercamiento a Italia que derivó hacia la adopción de la ideología fascista (pacto de Roma, 1936). Hungría ocupó regiones limítrofes de Checoslovaquia (1938) y Rutenia (1939) en una muestra de su acercamiento a las posiciones hitlerianas. En 1941, durante el gobierno de B. Lonredy y tras su adhesión al Pacto del Antikomintern, presionado por Alemania, el país declaró la guerra a la U.R.S.S. sin la aprobación del Parlamento y con verdaderas dificultades para hacer frente a los gastos de la guerra. Tras la dimisión de Bardossy, el gobierno de M. Kallay adoptó como objetivo retirarse de la guerra. A finales de 1944 Hungría fue ocupada por las fuerzas soviéticas. La paz con los aliados se firmó en 1947. Dos años antes, los comunistas habían obtenido un 17 % de los sufragios en las elecciones, pero asumieron puestos claves en el gobierno de coalición que proclamó la República húngara en 1946.
En 1947 los comunistas detentaban el poder de facto y procedieron a eliminar a la oposición imponiendo a continuación la dictadura de Matyas Rákosi. Las fuerzas obreras se unieron en un frente controlado por los comunistas, hasta el establecimiento definitivo de la República del Pueblo Húngaro, en 1949, año de promulgación de una constitución según el modelo soviético. Los primeros años estuvieron marcados por las purgas a la oposición interna. Después del período estalinista, el país inició una fase de apertura política que condujo, en 1956, al estallido revolucionario popular y a la formación de un gobierno presidido por Imre Nagy (1896-1958), que anunció el abandono del Pacto de Varsovia. En noviembre, el ejército soviético aplastó la insurrección y el gobierno fue asumido por János Kádár. Kádár trató de afianzar su posición mediante prácticas autoritarias. En 1962 la actuación política oficial ganó en pragmatismo, si bien en el plano exterior, la adhesión a la U.R.S.S. era absoluta, como quedó de relieve en la invasión de Checoslovaquia (1968). En 1985 el XIII Congreso del Partido nombró a K. Németh secretario general. En 1987 P. Losonczi fue nombrado jefe de Estado y K. Grósz sustituyó al primer ministro Lázár. Tres años después, Grósz fue designado secretario general del Partido y Kádár era separado del Politburó. En 1988 B.F. Straub sustituyó en el Consejo Presidencial a Nemeth, quien asumió el cargo de primer ministro, dejado por Grósz.En 1989 la Asamblea Nacional legalizó la libertad de reunión y asociación. En mayo, tras la renuncia forzosa de Kádár, los líderes de la oposición iniciaron conversaciones para crear un sistema multipartidista. En octubre, el Partido Socialista de los Trabajadores renunció al marxismo convirtiéndose en Partido Socialista Húngaro. R. Nyers se erigió presidente del Presídium. En octubre, Matias Szürös asumió la Presidencia de la República, iniciándose entonces un proceso legislativo que anulaba los elementos estalinistas de la Constitución para abrir camino a las elecciones libres.
En 1990 el Fórum Democrático salió triunfador en las elecciones. József Antall formó un gobierno de centro-derecha. En mayo, el nuevo parlamento designó a Arpad Göncz presidente del Estado. Tras la muerte de Antall por enfermedad, Peter Boross le sucedió como primer ministro. En las elecciones de 1994 el Partido Socialista Húngaro, liderado por Gyula Horn, obtuvo la mayoría absoluta. De esta manera el electorado húngaro castigó la gestión del gobierno de centroderecha, si bien los socialistas proponían un programa moderado, con un programa continuista, especialmente en política exterior.