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Geografía
PAÍSES
Cuba - 2ª parte
Geografía económica Historia: s. XV al XIX
a economía cubana ha estado tradicionalmente ligada al cultivo de la caña de azúcar. Sin embargo, desde que en 1959 triunfó la revolución, la producción se ha diversificado notablemente con el fin de abastecer a la población y paliar los efectos del bloqueo económico impuesto por E.U.A.
Con el establecimiento del régimen socialista, la estructura económica conoció una profunda transformación; se inició una reforma agraria y se sentaron las bases necesarias para liberar a Cuba del subdesarrollo al que la habían abocado el monopolio comercial estadounidense y su alianza con la oligarquía nacional desde 1898. Hasta 1959, las empresas norteamericanas controlaban el 90% de la banca, la electricidad, el gas, los teléfonos, los transportes, la industria del tabaco y más de 1 millón de hectáreas de cultivo de caña de azúcar. Aunque la renta anual por habitante superaba los 300 dólares, sólo un 10% de los ingresos recaía sobre el 44% de la población. Ello explica que, junto a la reforma agraria, el Gobierno revolucionario llevase a cabo un programa de nacionalización de empresas, tanto norteamericanas como cubanas. E.U.A. respondió con el bloqueo comercial de la isla, al que se sumaron, en la década de los sesenta, la mayor parte de países occidentales.
A partir de 1963, Cuba se sumió en una grave crisis económica que convirtió nuevamente a la producción azucarera en actividad prioritaria. Se promulgó la segunda Ley de Reforma Agraria y se expropiaron cerca de 10 000 fincas mayores de 67 ha, con lo cual se alcanzó el 70% de superficie agropecuaria colectivizada. La explotación, por medio de granjas estatales, dependía del Instituto Nacional de Reforma Agraria, cuyos objetivos eran: incrementar el área cultivada, diversificar los cultivos, mejorar la ganadería y extender la mecanización y el regadío. Los 9 000 tractores que había en 1958 pasaron a ser 64 700 en 1982, y de 160 000 ha de regadío se llegó a las 580 000 en el mismo período. Sin embargo, el esfuerzo por lograr los 10 millones de tm en la zafra de 1970 provocó la escasez de otros productos alimenticios básicos, que debieron racionarse. A partir de entonces se produjeron cambios profundos que redundaron en un notable desarrollo de otras producciones, tanto agrarias como industriales.
En 1983 se había superado la crisis y el nivel de producción agraria se situaba por encima del conseguido con anterioridad. Pero, el sector que más ha avanzado en los últimos decenios es, sin lugar a dudas, el industrial. Desde 1960 se inició un intenso programa de industrialización que, pese al obstáculo de la falta de fuentes propias de energía, consolidó las bases de una estructura industrial con el protagonismo de las nuevas empresas. Se mejoró la productividad de la industria azucarera, se racionalizó y mecanizó la industria ligera y se desarrolló considerablemente el sector de la construcción. El precio de todo ello fue, sin embargo, la dependencia técnica y económica de la U.R.S.S. y otros países del área socialista, que hasta 1990 fueron los principales suministradores de materias primas y bienes de equipo, y también los destinatarios de la mayor parte de exportaciones. La mayor parte de los intercambios se realizaban con la U.R.S.S., con quien Cuba gozaba de un régimen especial: a cambio de azúcar recibía crudo, que a su vez era reexportado. También comerciaba con la República Democrática Alemana, Checoslovaquia, Bulgaria, Rumania, República Democrática de China y España, entre otros. Sin embargo, la economía cubana se ha visto afectada en los últimos años por los profundos cambios en el bloque socialista, que le han hecho perder el trato de privilegio que disfrutaba.
A partir de 1990 se redujo drásticamente la importación de crudo de la U.R.S.S., que abastecía el 95% de las necesidades cubanas. La deuda externa se disparó, al tiempo que se iniciaba una seria recesión económica. El déficit energético, la creciente dificultad para importar maquinaria y repuestos, la intensificación del bloqueo por parte de E.U.A., y el aumento del precio del petróleo debido a la guerra del Golfo Pérsico han agravado la situación, provocando el cierre de fábricas, el racionamiento del combustible y la reducción drástica de la inversión estatal en proyectos de construcción.
En 1991, las autoridades soviéticas dieron por finalizado el sistema de trueque con Cuba (petróleo por azúcar) y adoptaron el comercio en moneda convertible. Tras la disolución del CMEA, y la creciente presión de E.U.A. para que la U.R.S.S. redujera sus ayudas a Cuba, el gobierno cubano ha buscado mejorar sus relaciones comerciales con otros países de América Latina. El IV Congreso del PCC ha puesto el énfasis en la necesidad de promover la exportación, desarrollar el turismo y animar la inversión de países de ultramar, con el fin de incrementar las reservas de divisas.
Cuando los españoles llegaron a Cuba, en 1492, la isla se hallaba habitada por indios ciboneys, guanajatabeys y taínos, siendo estos últimos los únicos que habían desarrollado una economía de tipo productivo, basada en la agricultura. Aunque no existe un consenso sobre el número de habitantes (las cifras oscilan entre 60 000 y 1 000 000), lo que sí parece cierto es que la isla estaba muy poblada. En cualquier caso, pasados sesenta años, en 1540, el número de indígenas no alcanzaba los 5 000, y treinta años después, en 1570, se reducían a un millar. Ello se debió, principalmente, a las epidemias de origen europeo y al descenso de la natalidad, en parte por la separación de las familias y en parte por las consecuencias psicológicas de la conquista (voluntad de autodestrucción).Ya Cristóbal Colón, en su primer viaje, tocó costas cubanas, pero fue Diego de Velázquez, a partir de 1511, quien conquistó la isla, fundando siete ciudades (entre ellas, La Habana y Santiago). Este primer impulso conquistador se había agotado ya en 1520, dado que su objetivo era encontrar oro y éste no abundaba en la isla. Se procedió, entonces, a una explotación agrícola sometiendo a los indios a servidumbre a través del sistema de encomienda, según el cual los colonos españoles disponían de los indios a cambio del compromiso de protegerles y catequizarles.
Los problemas de mano de obra y la expectativas abiertas con la llegada al continente hicieron que se perdiera el interés por Cuba; muchos colonos abandonaron la isla, iniciándose un proceso de despoblación que se prolongó durante varios decenios. A partir de 1560, sin embargo, La Habana se constituyó en cita obligada en la ruta hacia Europa, lo que abrió nuevas posibilidades.Desde finales del s. XVI, Cuba inició una recuperación demográfica y, en poco tiempo, se convirtió en un importante centro astillero, el segundo de América por su nivel de producción. A la vez, era un centro de abastecimiento para las flotas, lo cual le permitía exportar cueros, azúcar y tabaco. El cultivo de la caña de azúcar dio un fuerte impulso a la economía cubana; surgieron los primeros «ingenios de azúcar», en la bahía de Matanzas, y se realizaron importaciones masivas de esclavos. Azúcar, café y tabaco y la intensa actividad portuaria conformaron la base económica cubana en los dos siglos siguientes. Para asegurarse la exclusividad de los beneficios, la corona española intentó imponer un monopolio comercial a sus colonias, reservando las exportaciones e importaciones a buques y puertos españoles. Pero, como la débil industria española no podía satisfacer las necesidades del mercado colonial, ni absorber la producción de éste, de hecho España era un intermediario parásito entre la América española y sus clientes y proveedores. Tampoco pudo nunca frenar el activísimo contrabando que en Cuba se benefició de la amplitud de costas.
La sociedad cubana estaba formada por una oligarquía hegemónica constituida por los comerciantes y las fortunas ligadas al tráfico portuario (en buena medida españoles peninsulares), por los plantadores de azúcar (cultivado en extensiones medias --raramente ocupaban más de cien esclavos--, con tecnología muy primitiva (los ingenios), y a menudo endeudados con los mercaderes), y por los cultivadores de tabaco (vegueros), más castigados por los vaivenes de precios y con menos vinculación a la metrópoli. Por otro lado, existía una gran masa de esclavos negros, y en medio una reducida clase media de funcionarios de la administración o del comercio.