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Instituciones

a constitución búlgara fue aprobada el 13 de julio de 1991. El Poder Ejecutivo lo ostentan el presidente, elegido cada cuatro años, el vicepresidente, el primer ministro y el Consejo de ministros.

El Poder Legislativo recae sobre la Asamblea Nacional, integrada por 240 ministros elegidos por un período de cuatro años. El Poder Judicial lo ostentan dos cortes supremas (Casación y Administración), cortes de apelación y otras.

Literatura

El nacimiento de la literatura búlgara tuvo como impulsores a los hermanos Cirilo y Metodio, autores de la traducción de diversos textos religiosos y de la creación de un alfabeto propio. El reinado de Simeón (893-927) tuvo como autores señalados a Clemente de Ohrid, Constantino de Preslav, Juan de Exarca y al mismo zar Simeón. El Suprasliensis y el Evangelio de Java son los documentos más antiguos que se conservan en alfabeto cirílico; datan de la época del dominio bizantino (siglo XI), que fue de decadencia para la literatura búlgara. Ésta no se recuperó hasta la publicación de la Historia de los eslavos búlgaros del monje Paisij que marcó el despertar nacionalista, corriente que dominó el siglo XIX, encarnada principalmente por la figura del poeta Hristo Botev (1848-1876), muerto en enfrentamiento contra los turcos. En adelante, Bulgaria asumió las corrientes literarias europeas: Bajo el yugo se considera aún hoy la obra maestra de la literatura nacional; en su estela se encuentran autores simbolistas (P. Slavejvo, P. Javorov, etc.).

La revolución literaria persiguió desde entonces un mayor acercamiento al individuo. Los cambios que acompañaron el final de la Segunda Guerra Mundial forjaron una literatura que ensalzaba la figura del héroe positivo, el protagonismo de las masas y la visión encomiástica del pasado histórico. El realismo, atento a lo social y cargado de implicaciones ideológicas socialistas (Tabaco de S. Stanev; Gente corriente de D. Dimov) cedió el paso al interés por la complejidad individual y a las relaciones del hombre con el exterior, en obras de J. Radickov, K. Kalcev y E. Manov, a finales de la década de los 70.

Arte

Los monumentos más antiguos que se conservan de los protobúlgaros --El jinete de Medara, las ruinas de los palacios de Pliska Aboba-- muestran huellas del estilo de la estepa. En el siglo IX es patente la influencia bizantina en la construcción de las iglesias de Nesebar, en la basílica de Pliska Aboba y en el palacio de planta circular de Preslav. El siglo XIV tiene acentos más realistas que se mantienen durante la dominación otomana --pinturas murales de los conventos de Kovtsi, 1493-- y siguen vigentes hasta el siglo XVIII.

El despertar nacionalista quedó de manifiesto en el rescate de obras del pasado, como la reconstrucción del monasterio de Rila, cuya puerta es una obra maestra del siglo XIV, y en la construcción en Sofía de la catedral de Alejandro Nevsky. La pintura moderna arranca en la obra de los checos J. Mrkvicka y J. Vesin, que tomaron la vida del país como fuente de inspiración. C. Todorov y A. Voginov incorporaron el retrato y la figura a su pintura, mientras V. Dimitrov, Maistora y B. Denev se vieron influidos por el impresionismo. Las corrientes vanguardistas: surrealismo, expresionismo, etc., hallaron eco en Bulgaria combinadas con una temática de compromiso social muy arraigada durante todo el siglo XX.

Música

San Cirilo y san Metodio introdujeron los cánticos litúrgicos bizantinos traducidos a lengua eslava. Sus discípulos impulsaron la creación de escuelas y la composición de cánticos, siguiendo desde el siglo XI la evolución del sistema musical bizantino. En el siglo XIX se desarrolló la escuela nacional, que se interesó en el folklore. Desde 1920 la música culta trató de mantener un equilibrio entre la tradición y la expresión contemporánea, interesada en la renovación formal.

Cine

La cinematografía búlgara adquirió rango profesional en 1948 con la creación de un comité de cultura que se hizo cargo de la planificación y producción de largometrajes. De la primera época cabe destacar a B. Borozanov, Z. Zandov y B. Saraliev. A partir de 1960, la creación cinematográfica se apartó del academicismo formal y, sin abandonar la temática social, abordó nuevos temas relacionados con el individuo. Sobresalen R. Valcanov, V. Radev y H. Hristov. La escuela de animación búlgara es mundialmente célebre.

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