Frases célebres
Gilbert Keith Chesterton - 2ª parte
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- Es posible que la frase "dictadura del
proletariado" no tenga sentido alguno. Tanto valdría
decir; "la omnipotencia de los conductores de
autobús". Es evidente que si un conductor fuese
omnipotente, no conduciría un autobús.
- El sabio es quien quiere asomar su cabeza al
cielo; y el loco es quien quiere meter el cielo en
su cabeza.
- La intolerancia puede ser definida
aproximadamente como la indignación de los hombres
que no tienen opiniones.
- La finalidad de la vida es la apreciación: no
tiene sentido no apreciar las cosas, y no tiene
sentido poseer más cantidad de ellas, si no se las
aprecia.
- Lo que se llama un vestido atrevido no es más
que un vestido un poco más convencional que los
demás.
- Las mujeres son siempre autoritarias: siempre
están por encima o por debajo; por eso el matrimonio
viene a ser una suerte de poético balancín.
- El suicida es el antípoda del mártir. El mártir
es un hombre que se preocupa a tal punto por lo
ajeno, que olvida su propia existencia. El suicida
se preocupa tan poco de todo lo que no sea él mismo,
que desea el aniquilamiento general.
- El Cristianismo, no sólo es capaz de inferir las
verdades lógicas, sino qué, cuando sobreviene el
absurdo, sabe acertar -digámoslo así- las verdades
ilógicas.
- La revolución, por su naturaleza, produce
gobierno; la anarquía no produce sino más anarquía.
- No sólo para gobernar, sino también para
sublevarse hacen falta leyes estrictas. Un ideal
fijo, habitual, es condición para toda clase de
revoluciones.
- No hay cosas sin interés. Tan sólo personas
incapaces de interesarse.
- El pesimismo no consiste en estar cansado del
mal, sino en estar cansado del bien. La
desesperación no consiste en estar cansado del
sufrimiento, sino en estar cansado de la alegría.
- En la tierra de la anarquía absoluta no
hallaréis aventuras, pero en la de la autoridad,
cuantas os plazca.
- Todas las buenas maneras tienen que principiar
compartiendo alguna cosa con sencillez. Dos hombres
tienen que compartir un paraguas; si no tienes un
paraguas, tendrán por lo menos que compartir la
lluvia, con todas sus ricas posibilidades de humor y
de filosofía.
- Dios crea cada margarita separadamente, pero
nunca se cansa de crearlas. Puede ser que Él tenga
el apetito eterno de la infancia. Porque nosotros
hemos pecado y envejecemos, pero nuestro Padre es
más joven que nosotros.
- No es bueno que los hombres sepan hasta que
punto somos buenos.
- El gobierno no descansa en la fuerza, el
gobierno es la fuerza; descansa en el
consentimiento, o en una concepción de la justicia.
- No hay gente ineducada. Todo el mundo lo está;
sólo que mucha gente está mal educada.
- Muchos críticos de hoy han pasado de la premisa
de que una obra maestra puede ser impopular, a la
premisa de que si no es impopular no puede ser una
obra maestra.
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