Esta población funge en la actualidad como capital del condado de Vas, acogió el 80 día del sello celebrado en 2016. Fue fundada por el Emperador Claudio y de ahí que se le conozca por su antigua denominación de Colonia Claudia Savaria, todavía podemos admirar algunos monumentos de aquella época en esta zona próxima al denominado Mar de Hungría [Lago Balatón] a unos 225 kilómetros al noroeste de la capital del país; cuenta con más de 100.000 habitantes y una agitada vida cultural, su primer gran florecimiento se dio bajo el mandado del Emperador Domiciano y la provincia se vio dividida por el hispalense Trajano en Alta y Baja Panonia. Aquí fue donde se proclamó emperador Septimus Severus y el hecho provocó una gran influencia que revitalizó la ciudad y su región de influencia.
Digamos de paso que fue la única que tuvo el estatus de colonia en la época romana en la inmensa Panonia; inicialmente su población fue de ex legionarios romanos y mercaderes italianos, la capitalidad la logró en el 107 d.C., constituyéndose en un importantísimo nudo comercial en la antigüedad, enlazaba con la ruta que transcurría del Báltico al Mediterráneo. Con la llegada de las tribus magiares la ciudad pasaría a depender de los dominios que controlaba el Obispo de Györ.
Digamos de paso que su centro histórico está bastante bien conservado [mayormente del siglo XVIII] gracias a que fue la capital del condado y sede residencial del episcopado. Lamentablemente fue durante la II Guerra Mundial cuando los históricos frescos de Maulbertsch fueron destruidos.
Para hacernos una pequeña idea de cómo era la ciudad de Savaria nada mejor que darnos un paseo por el denominado Museo al aire libre que se montó en parte de lo que fue el foro de Claudia Savaria, impresiona el precioso mosaico de la iglesia de San Quirico. Como toda ciudad antigua, hay infinidad de cosas que ver y disfrutar, todo depende de los gustos del viajero y del tiempo disponible, si es amante de la naturaleza le aconsejamos darse una vuelta por el Arboretum de Kámon, varios miles de especies de árboles pueden llegar a impresionarle.
Los dos sellos conmemorativos recogen una lápida funeraria de la familia de Sempronio y una escena de la vida cotidiana romana cuando Constantinus Chloris proclamó el denominado Derecho de Savaria tras su victoria [facial de 115 Ft.] reservándonos el de 145 florines para el tema escultórico que muestra la Santísima Trinidad y el dintel de su catedral. Para la hojita bloque [600+300 Ft] el motivo del sello es San Martín y un capitel procedente de una columna romana.
En las demás ilustraciones aparecen algunos de los monumentos más significativos de esta milenaria ciudad y tres monedas. Algunos de los monumentos son el Templo de Isis que luce espléndidamente tras haberlo sometido a una intensa restauración [durante el verano suele acoger la representación de La Flauta Mágica], la Estatua de la Santísima Trinidad, algunas de las lápidas romanas y el bello fresco cenital del Palacio Arzobispal.
La emisión fue realizada por Barrabás Baticz y las fotografías de József Hajdu y Sándor Benkö, impresión en offset en hojas de 50 ejemplares que totalizaron 2090.000 series (30.000 hojitas) que comenzaron a circular el 6 de mayo de 2016
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