HISTORIA POSTAL MODERNA ¿QUO VADIS CORREOS o QUO VADIS HISPANIA? (2)

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Carta depositada en el buzón especial
instalado en Palermo para el vuelo a Frankfurt. Salida el 27.03.2011,
devuelta el 22.11.2011, casi nueve meses y sin ningún tipo de respaldo
como era habitual en el tráfico aéreo hasta que llegó la “libre
competencia” o desmontaje del sistema postal universal que regía a nivel
planetario y que coordinaba la UPU. El Deutsche Post no sólo se retrasa,
sino que nos deja sin sus preciosas joyas aerofilatélicas. De ser un
servicio modélico en el trato de la correspondencia, sobre todo,
filatélica, ha pasado a ser uno de los peores en cuanto al tema de
devolución y tránsito por su territorio. ¿Para eso se hacen las
privatizaciones? ¿No nos vendían que la libre competencia mejoraría
nuestros servicios públicos que funcionaban bastante bien a precios
relativamente económicos y que ahora se prestan a unas tasas que a veces
no se pueden costear? Nos hacen creer que la correspondencia de primera
clase se entrega en 2-3 días y es una de tantas tomaduras de pelo al
ciudadano de a pie.

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Ídem, pieza correspondiente al lote de 10
cartas dejadas en el buzón de la capital insular. Sólo regresaron 4 y
esta aún lo hizo más tarde, el 25.02.12 [otras dos las devolvió la
sección filatélica del Deutsche Post en sobre cerrado para evitar su
deterioro en el servicio]. Nada menos que once meses más tarde de su
envío y eso que las direcciones estaban escritas de manera bien clara e
inequívoca. Por supuesto, nada de exotismos: todo transcurre en
territorio comunitario. Lo que antes raramente superaba un mes, ha
invertido, en la época de las comunicaciones inmediatas 11 meses. Seis
piezas se han perdido, o sea: han ingresado en las arcas del correo por
el franqueo pagado, pero no han llegado a su destino. ¿De verdad este es
un sistema postal universal y efectivo?

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Carta salida de Sofía (Bulgaria) el  28.10.2011, presenta un matasellos negro con caracteres cirílicos sin
identificar que al parecer lleva la fecha 31.10 y llega a destino el
7.11.2011. Sería perfecto el tratamiento postal a pesar de no ser
legible el matasellos aplicado por la oficina en la que el envío
apareció [suponemos] erróneamente encaminado, cumple con la normativa
aunque sea de manera chapucera y sigue su curso sin pérdida de fechas.

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Otras veces, conteniendo más datos en la  dirección, se han devuelto a origen. Esta vez la carta de RADIO
HABANA-CUBA llega perfectamente a destino tres semanas después de
depositarse en el correo cubano, todo un récord si tenemos en cuenta la
habitual tardanza en las comunicaciones postales relacionadas con la
Perla de las Antillas. ¡Chapeau!

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Pieza del Servicio Filatélico italiano, la  informática ha jugado una mala pasada y ha perdido parte del código
postal, ciudad y provincia; a pesar de todo, el correo español anota:
“Ver 43800 Tarragona” y… ¡Bingo!, llega a destino el 28 de octubre, 24
horas después de haber dejado la trazabilidad la máquina del centro
automatizado de Madrid: 2811 300 1254 IPC según aparece en la impresión
junto al código de barras en la parte posterior del sobre.

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Sobre de los ferrocarriles belgas  correctamente franqueado con máquina mecánica y depositado en el correo
de Bruselas. Ignoramos el por qué, la estampación roja ha sido tapada
con una etiqueta de una de tantas empresas reencaminadoras [correos
privados o paralelos, pero no mejores en cuanto a prestación de
servicios, por supuesto en muchos casos muchísimo más caros] y llega 40
días después de su depósito. Destrozan el precioso franqueo mecánico e
invierte diez veces más que el correo tradicional de antes de la entrada
en la UE. ¡Siguen tomándonos el pelo!

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Pieza de Nueva Caledonia, correcto el  tiempo invertido a pesar del doble paso al que ha sido sometido el envío
en el centro de clasificación postal automatizada de Madrid y luego en
el de Barcelona. Imaginamos había estadísticas por medio, una manera de
“inflar” las mismas es haciendo varias pasadas por la máquina. Antes ese
sistema se hacía con piezas ciegas [o sea que no llegaban a ningún
destino que no fuese la papelera], el contador –ese que dicen que nunca
falla y, por supuesto, nunca miente- finalmente refleja un número de
envíos que no se corresponde con la realidad, aunque a la hora de
plasmar los números ese dato es el que marca la pauta. ¿Cuántas veces se
ha empleado ese truco? ¿Quién es el encargado de supervisar? ¿El
auditor? ¿El contratado o laboral de turno? De las dos piezas salidas de
Nouméa el 18.10.11 esta llegó dos días después, suponemos que debido a
ese doble paso. La que llegó correctamente nada más presentaba una
lectura del código de Madrid.

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Pieza perfectamente tratada con el doble  matasellado (el de la franqueadota y el de la oficina receptora de los
envíos ya que este tipo de correspondencia no puede ser depositada en
buzones y se deben entregar bajo factura). Único detalle sobresaliente:
un mes de viaje entre Kiev y Valls. En la época del Telón de Acero en el
Este de Europa y la Dictadura en España, ese mismo correo tardaba, como
mucho, dos semanas. ¿No nos habían dicho que el tráfico postal sería más
rápido y económico? ¿Quién nos engaña: Bruselas o Madrid? El tratamiento
postal automatizado carece de información que nos pueda aclarar si el
retraso en el curso de esa misiva es achacable al correo español o a los
imperativos del almacenamiento postal que hoy se realiza para el tráfico
aéreo de la correspondencia. Aunque uno se pregunta qué hacen los
camiones de La Poste en determinados centros de clasificación postal en
Barcelona. ¿Si el correo es aéreo –el de primera clase- por qué vienen
los camiones del correo francés?

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Correo de Siria que al parecer provocó  pocas simpatías en el largo viaje [dos meses: Aurelia, mejor me las
traes en mano cuando vengas a ver a tu familia en Galicia]. Los sellos,
arrancados, sólo nos dejaron los del actual mandatario que, al parecer,
ya no es del agrado del mundo occidental pero ¿por qué destrozan el
envío? ¿Hay derecho a que te arranquen los sellos? En los peores tiempos
de censura [léase Guerras o Estados de Excepción] como mucho, les
aplicaban [a los sellos] unos tremendos brochazos de pintura por
considerarlos políticamente inapropiados o afectar a la moral reinante
en el país de destino, muchas veces se devolvían con una nota u oficio
indicando el no tránsito a destino de la pieza. Si algo había prohibido
en su interior o que generaba derecho de aduanas el “vista” te hacía
abrir en su presencia el sobre o te aplicaban un sello y matasellos de
la oficina que intervenía en esa pesquisa. ¡Hoy todo es de forma anónima
y nos dicen que somos más libres y que tenemos más derechos! ¿Para eso
nos metieron en el berenjenal diseñado por Bruselas? En la práctica,
2012, deudas imposibles de pagar y economías destrozadas por los
especuladores del humo. ¿Tan difícil es cerrar los mercados y que ese
capital especulador tenga que esperar un tiempo allá en donde se
aposenta? ¿De verdad podemos seguir dejando que los “cuatro manguis” se
dediquen a enviar a millones de personas a la miseria, cuando no países
enteros, y ningún gobierno pueda hacer nada y lo justifiquen siempre con
“los manirrotos que nos gobiernan” que, evidentemente también tienen
algo que decir y debieran ser castigados por la ligereza con la que
manejan los fondos públicos? ¿Ya no existe, para los políticos, el
delito de malversación de fondos públicos? Aunque claro cuando uno
escucha de boca de alguna “ministra” del anterior equipo la sesuda frase
de que “el dinero público no es de nadie”, es para ponerse a
temblar. Pero no, a algunas las colocaron, con cargo a nuestros
impuestos, en las mismísimas Naciones Unidas [otro organismo que también
tiene mucha tela que cortar, aunque durante mi estancia en la convulsa
Guatemala me prestaran un gran servicio en la zona de guerra].

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Preciosa pieza marcofílica salida el  3.09.2011 y llegada el 12.03.2012, algo más de seis meses en viajar de
Italia a España, menos mal que la dirección es bien legible. La misiva
presenta cinco indexados, ninguno numérico [lo que indica que ha pasado
por diferentes centros de clasificación postal automatizada] hasta su
llegada a destino. Posiblemente se quedó olvidada en la máquina en un
casillero destinado a rechazos que, a veces, se pasa meses sin que nadie
se detenga a “redirigir” los envíos no han leídos correctamente, sin
duda al ser un trabajo que se hace de manera manual, nadie percata en
que es correspondencia que ha pagado su porte y se queda en la “nube”.
Antaño el correo te lo colocaba en un sobre y te lo reencaminaba en su
interior, en plástico transparente o colocaba una etiqueta para un nuevo
y correcto indexado. Raramente superaba ese tipo de incidencia un mes de
retraso, ahora, como diría Boadella: ¡Semos europeos!

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Depositada en Valls el 12.11.2011 es  devuelta el 30.11.2011 por el correo de Castro (isla de Chiloé), pero
llega a su origen el 12.03.2012: cinco meses, casi el doble que lo que
generalmente invertía la correspondencia que antaño se cursaba vía
marítima [había una tarifa especial de la UPAE en la que sólo se pagaba
el franqueo interior y era muy efectiva a la hora de hacer llegar prensa
y cualquier otro material, sabías que tardaba 40-50 días, pero merecía
la pena por el escaso coste de esos envíos que, generalmente, siempre
llegaban a su destino. Al parecer tratándose de correspondencia marítima
despertaba poco interés en los “granujas” del momento.

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El récord de todas las piezas seleccionadas para esta Historia Postal Moderna. El oficial encargado de la
correspondencia del HMS LANCASTER la sella el 1 de noviembre –ignoro
dónde estaba el navío en esos momentos- y como toda la correspondencia
militar, es tratada por la BFPO y después entregada al Royal Mail en su
centro de Londres. En este caso el matasellos indica el 19.XI.2007,
aunque el año apenas se visible. El resultado es que dicho envío aparece
en la correspondencia del destinatario el 16.03.2012. ¡Nada menos que
cinco años! ¿Tal vez porque no figura Spain? En el argot postal la E ya
es suficiente para saber el país de destino ESPAÑA, aunque claro, los
que se hicieron con el entonces lucrativo negocio del correo británico
despidieron a miles de expertos funcionarios, lo “modernizaron” y
gracias a sus “eficaces programas privados” el correo en el 2012 ya
anunciaba pérdidas millonarias de un billón de libras esterlinas. En el
reverso aplicaron una viñeta azul advirtiendo que los 44 peniques de
franqueo no cubrían la tarifa y el retraso se le achacaba a ese hecho.
¿De verdad la tarifa del 2007 era más elevada que ese franqueo? ¿Era
necesario retenerla? ¿Por qué no se tasa el envío como se había venido
haciendo en lugar de retenerlo durante un lustro? Pero, como diría
Sancho: ¡Cosas veredes: tenemos más derechos! ¿De qué nos sirven ante
los desmanes de empleados que [en muchos casos] apenas saben donde
tienen la mano derecha y mucho menos geografía?

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Pieza de indudable interés filatélico:
franqueo precioso que atrapa a cualquiera que la observa. Correcto
tratamiento postal y tiempo empleado desde su depósito en Malmo (Suecia)
el 24.02 y llegada a destino el 27.02: tres días, una de las pocas que
cumple perfectamente con los plazos estipulados por la UPU para el
tráfico postal dentro del territorio europeo. El franqueo complementario
se ha adherido al dorso –no es imprescindible que venga en la parte
superior derecha una vez que el envío supera los 20 gramos de peso, ya
no es una pieza sujeta a la normativa de exclusividad en la explotación
postal comunitaria- y ello realza aún más la belleza del envío. Sólo una
salvedad, esa misma pieza, hace veinte años, costaba diez veces menos. O
sea, somos mucho más pobres a juzgar por los precios que hemos de pagar
por los envíos que exceden las condiciones de la correspondencia básica.
Nos hacen gastar como si fueran empresas de correo privado y transporte
urgente. Vamos como la RENFE que coloca el AVE y retira todos los demás
trenes, con lo que un viaje, inmediatamente, se encarece. ¡Oh!, me
olvidaba, lo único que quieren es que lleguemos rápido y al mismo tiempo
nos vacían los bolsillos. ¡Viva la competencia!