GRUPOS MUSICALES IRLANDESES

Dentro del panorama musical europeo, posiblemente Irlanda, no sea una desconocida para miles de españoles, sobre todo para los que aprendieron inglés (o algo) en las vacaciones de verano y en los viajes de vacaciones por la isla esmeralda. Es cierto, no es la más programada en la radio española, aunque casualidades de la vida, mientras estaba esta tarde [29 de enero de 2006 tecleando las pequeñas notas de este trabajo] estuvieron programando en el Canal Clásico de Radio Nacional música de esta isla. Alguna que otra vez llegan directamente a nuestro receptor las emisiones de la RTE [equivalente a nuestra RTVE] algunas noches cuando en la onda media queda abierta la propagación, el insomnio nos deja que «disfrutemos» con otras músicas y otros ritmos. Algunos de los nombres que hoy les traemos aquí seguramente les sonarán, ya que, posiblemente, dentro del panorama musical irlandés, son los más representativos.

Musica Irlanda01

De hecho, los cuatro grupos filatelizados representan casi medio siglo de éxitos con los inconfundibles ritmos de Irlanda: The Clancy Brothers y Tommy Maken (60), The Dubliners (70), The Chieftains (80) y Altan (90), llevaron el calor de este sufrido pueblo, emigrante y resignado, hasta los más apartados confines del globo terráqueo. Allá en donde hubiera un irlandés, llegó la música de estos grupos.

Musica Irlanda02

Hoy Irlanda, que supo gestionar magistralmente su «integración» en la Unión Europea», tiene unas perspectivas de recuperación que hacen palidecer a los pueblos de la cuenca mediterránea: emplearon los recursos que llegaron de Bruselas para dinamizar su economía que hizo resucitar la esperanza en este abnegado pueblo. Los grandes medios que «copan» la información internacional, prácticamente, ignoran esa realidad porque se hallan encorsetados por el poder político de turno. Ya sabemos lo que tenemos: pan para hoy y hambre para mañana (¡cuánto nos gustaría equivocarnos!).

Musica Irlanda03

Comencemos nuestra presentación de manera cronológica; los Hermanos Clancy aparecieron en la escena del folk de raíz irlandesa en los Estados Unidos en 1955, su exuberancia natural, la recuperación de las baladas irlandesas, su posicionamiento en la sociedad que les acogió, hizo que lo irlandés despertase y ganase simpatías, ¿después de todo, quién en el Nuevo Mundo puede decir que por sus venas no corre sangre europea aunque los ideólogos no paren de inyectarles veneno para poder aletargarlos y exprimirlos al máximo?

Ellos se posicionaron como un grupo emergente dentro del panorama musical de su tiempo. Se convirtieron en una agrupación celebrada que cautivó a los irlandeses cuando realizaron su gira por la isla en 1963: transformaron las viejas canciones en pulidas versiones populares que enloquecieron a sus «paisanos» hasta mimetizarlos y acogerlos como si nunca hubiesen llegado desde el otro lado del charco, sino que siempre vivieron en su tierra irlandesa. Fue el efecto de ida y vuelta: el irlandés, cansado de ver partir, se enamoró de estos chicos que regresaban a sus raíces.

Los dublineses (The Dubliners) heredaron el camino del folk pero que acabó generando una nueva dimensión en la música tradicional de la isla, en determinados momentos, desde una posición irreverente. El grupo se formó, oficialmente en 1962 en el trastero del popular bar O’Donoghue’s que acabó siendo el punto de referencia en la capital irlandesa para otros grupos emergentes. El grupo de talentos contaba con personajes de la talla de los vocalistas Ronnie Drew y Luke Kelly, Barney McKenna era un virtuoso del banjo y el insustituible John Sheehan como instrumentista. Numerosos fueron los éxitos y numerosas las versiones que lograron pasar al continente, entre otras los álbums «Finnegan’s Wake», «Seven Drunken Nights» y «Drinkin and Courtin».

La génesis de los Cheftains arranca en 1960 cuando el compositor Seán Ó Riada organizó las sesiones de música celta «Celtóiri Chualann». La banda comenzó a grabar con el sello Claddagh y logró una reputación internacional como grupo al que se tenía que imitar como ejemplo de recuperación de la música tradicional. El grupo logró varios Grammy y colaboraron con numerosos músicos contemporáneos, entre otros Frank Zappa, Jackson Browne, Emmylou Harris o Van Morrison. Paddy Moloney, líder, director musical y fuerza conductora de la agrupación, también destacó en solitario con su celebrado trabajo «The Long Journey Home».

Musica Irlanda04

Los Altan nacieron en la zona más conflictiva de la isla: Belfast. El flautista Frankie Kennedy y Gweedore (cantante) junto Máiread Ní Mhaonaigh (violinista), lograron conjugar una serie de sonidos y ritmos llenos de la típica melancolía irlandesa que combinaron con la música del viejo Donegal y los dulces tonos de las flautas norteñas. En 1996 ficharon con el sello Virgin, ganaron varios álbumes de oro y platino en Irlanda y realizaron varias giras por todo el mundo, obteniendo exitosos rendimientos en Europa, Japón, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

El correo irlandés los ha honrado a todos ellos con unos sencillo sellos, pero con un impactante diseño. Los faciales de 48 céntimos están dedicados a los Chieftains (fondo sepia) y The Dubliners (azul). Los de 75 céntimos son para The Clancy Brother & Tommy Maken (amarillo) y Altan (verde). En una de las esquinas de cada sello va también el perfil de uno de los instrumentos que más destaca en cada grupo: flauta, banjo, guitarra y violín. El diseño lo realizó el estudio Detail Design que utilizó fotografías originales de la Biblioteca de la RTE, Fionnbar Callanan, Colm Henry y Ceoladh Sheahan.

Los faciales de 48 céntimos tuvieron una tirada de 200.400 ejemplares, los de 75 céntimos 176.400. En todos los casos fueron minipliegos de doce sellos. También se lanzaron en versión hojita bloque de cuatro (35.000 piezas) que, posteriormente, serían también sobrecargadas con el logotipo de las Exposiciones Mundiales de Filatelia (Bélgica 2006, 16-20 de noviembre y Monacophil 2006, 1-3 diciembre). El primer día de emisión se realizó en Dublín el 7 de noviembre (el matasellos nos muestra un violín) y en esa misma fecha se ponía a la venta un carnet de prestigio de 10€ conteniendo cuatro hojitas de cuatro sellos (1 por grupo) y 22 páginas de apretado texto y cuidadas fotografías de todos los grupos. Una joya para sus seguidores que, llegado el caso, si franquean la correspondencia con los sellos del carnet, sólo habrán pagado algo menos de veinte céntimos por la copiosa información biográfica allí contenida, aunque un filatélico es lo último que haría con una pieza de este tipo: quitarle los sellos es dejarla, filatélicamente hablando, inútil para un coleccionista.

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *