Posiblemente pocos lo recuerden, aunque seguramente será familiar para los oyentes de Radio Praga y su fabuloso “Novedades Filatélicas” que los domingos, del último cuarto de siglo XX era cita habitual para los filatelistas de medio mundo y, además, tenías recompensa: la emisora te enviaba los preciosos sobres de primer día con una puntualidad alemana, siempre por correo certificado [recuerden que era época de miserias, pero los dineros públicos se gestionaban con honradez, no como ahora que desde que la UE puso las reglas, el choriceo se ha embrutecido, se ha expandido y está al punto de, una vez más, dar al traste con la aventura de un continente unido, con cada una de sus peculiares particularidades] y uno veía cómo aumentaban los conocimientos sobre este histórico país centroeuropeo que entonces se conocía como República Checoslovaca.
Caído el telón de acero, Occidente se dio prisa en alentar las independencias y de nuevo aparecieron los fantasmas en tierras donde parecía que, finalmente, se habían esfumado. Ahora el paro y la miseria recorren el continente y las emisoras [también Radio Praga] ya no son audibles en la Onda Corta: los prebostes de Bruselas se dieron prisa en eliminar un modelo de medios que daban cultura y formaban al ciudadano. Un tiempo en donde lo que decía una emisora [recordemos el prestigio de la otrora poderosa BBC] ya no se cuestionaba. Pero claro, es mucho mejor montar “nuestros medios afines” y de esta manera no habrá voces disonantes. EUROPA: ¡Quién te ha visto y quién te ve! Como éramos pocos parió la burra, decían en mi pueblo; ahora por lo visto sólo tenemos burros [precioso el que acabo de encontrarme en Montego Bay todo pulido y disfrazado con calcetines multicolores].
Pero volvamos a los sellos o al recuerdo del famoso “postillón” o “cuerno postal” que daba entrada al corto, pero suculento encuentro con el mundo de la filatelia [en aquella época había otros programas similares, por ejemplo el de Radio Suecia Internacional que llevaba Brita Brand y también te enviaba lo sobres de primer día]. Era, para los filatelistas, el momento cumbre de la tarde del domingo si es que al mediodía se te había escapado (el programa se retransmitía varias veces al día, sólo las noticias eran repuestas para cada emisión si era necesario). Repetimos, el famoso postillón desapareció de las ondas y nosotros nos quedamos huérfanos y sin continuidad en aquellos preciosos sobres que obsequiaba la radio a todos los filatelistas u oyentes que los solicitaran. La república checa es hoy, también, un país al que el paro le azota y la deuda asfixia.
Jiri Bouda vuelve al mundo del sello en un sencillo efecto acifrado A [equivale a 16 coronas para franquear una carta de hasta 50 gramos dentro del territorio checo] de la tradicional serie dedicada a la TRADICIÓN CHECA EN EL ARTE DEL SELLO (antes salían, habitualmente, en diciembre, era la emisión que cerraba el programa del año para el correo checoslovaco de la época) que se puso en circulación el 20 de enero de 2018. El efecto honra a uno de los grandes diseñadores nacido el 5 de mayo de 1934 y fallecido en el 2015; Bouda aparece en primer plano y como colofón una locomotora, se emitió en pliegos de cincuenta ejemplares y minipliegos de ocho con cuatro viñetas sin valor postal promocionando la Exposición Mundial de Praga de este año.
El maestro del buril nació en el seno de una familia de artistas (su padre fue el pintor e ilustrador Cyril Bouda) así que no fue nada extraño que ese ambiente familiar le acabara iniciando en el mundo de las artes gráficas, la pintura y la ilustración con la que, dentro de los parámetros del momento, se ganó muy bien el sustento diario. Se graduó en la Escuela de Diseño Gráfico de la Academia de Arte, Arquitectura y Diseño; tuvo como profesor a otro de los grandes de la filatelia checoslovaca de aquellos inolvidables años, al profesor Karel Svolinsky.
Tras su servicio militar sería comisionado para restaurar los papeles de Langweil en Praga. En 1968 se convirtió en el director de la Unidad de Estudios del Ferrocarril y durante muchos años fue miembro activo de la Asociación de Artistas Gráficos Hollar. La tecnología y los medios públicos de transporte fueron, frecuentemente, sus campos de acción, sobresaliendo su pasión por el mundo del tren que se acaba convirtiendo en el tema central de su legado artístico e ilustrativo, donde no hay que perder de vista unos excelentes ex-libris que hoy son sumamente apreciados por los coleccionistas de estas peculiares piezas relacionadas con la literatura.
Por supuesto, el mundo del sello no le fue ajeno y en su ejemplar llegado en 1982 ya nos encontramos el tema de los caballos de hierro en su primigenia estampilla para el correo checoslovaco del momento. Otras series que se enriquecieron con su legado artístico fueron las dedicadas a las pinturas de las ciudades checas, el ferrocarril en el año 2000 y el Año del Tren en que apareció una estampilla emitida en formato hojita bloque dentro de la serie genérica dedicada al mundo del transporte.
La estampilla dedicada a este gran diseñador fue realizada por el pintor Vladimir Suchánek, el autor de la parte caligráfica y grabador del sobre de primer día fue Milos Ondracek. Sus sellos son visibles en la red, basta colocar su apellido y clicar “imágenes”.
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JUAN FRANCO CRESPO
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