El quinto grupo que el correo húngaro dedica a la temática religiosa de las santas, es para filatelizar a Santa Margarita, Santa Kinga y Santa Yolanda. Se trata de una bella hojita en formato tríptico vertical (3×400 Ft.) que vio la luz el 1 de septiembre de 2017, el artista encargado de su confección fue Imre Benedek y la tirada alcanzó los 30.000 juegos.
Recordemos un poquito la historia del país. Béla IV (1235-1270) fue el monarca que acometió la reconstrucción del estado tras la devastación que acabaron provocando las sucesivas oleadas de hordas mongolas en 1241-42. Estos belicosos guerreros orientales llegaron a las llanuras magiares desde Moravia y los Carpatos. A pesar de haber sido una corta contienda de apenas un año (en 1242 moría el Gran Khan), los historiadores afirman que Hungría retrocedió un siglo. El rey Béla tuvo que huir para salvar su vida y se refugió en una isla del Adriático hasta que regresó e inició la reconstrucción de sus dominios, levantó decenas de castillos y vieron la luz nuevas ciudades en la gran llanura.
En este contexto de desolación y miseria, colaboraron sus familiaress para fortalecer al pueblo, entre ellas destacan sus hermanas Margarita, Kinga y Yolanda que fueron muy influenciadas por el ejemplo de Santa Isabel que moría en 1231 y canonizada en 1235.
Santa Margarita (1242-1270) vino al mundo en ese calamitoso momento histórico; sus padres rezaron con fervor para que el país se librara de los mongoles y ella, a los tres años, fue entregada a las dominicas de Veszprem, después pasaría a vivir en el convento de una isla del Danubio que hoy lleva su nombre (en la parte más al norte de la capital húngara, el puente también le honra). Se trata de una preciosa isla fluvial conocida en la época como la isla de las liebres, pero también podría ser la histórica isla de los leprosos por la similitud de esos nombres en lengua latina. Más reciente fue el uso del lugar en el que el bajá turco instaló su harén. Su nombre le llegó con la promesa del soberano Béla IV que cumplió el deseo hecho que su siguiente vástago dedicaría su vida a la devoción religiosa y de esta manera se cerró el ciclo: Margarita fue el precio.
En el XIX se instaló en la isla un precioso balneario que en la actualidad atrae a capitalinos de todas las edades y condición; los más observadores descubrirán restos de la iglesia franciscana de la época medieval. Algo más lejos pueden observar los cimientos de la Iglesia Dominica en donde la hija del soberano pasó la mayor parte de su vida. El otro puente que pasa por la isla es el dedicado al célebre Árpad. De acuerdo con la leyenda, a su muerte, el cuerpo no se descompuso durante más de tres semanas. Sería canonizada por Pío XII en 1943: casi siete siglos después de su llegada al mundo.
Santa Kinga (1224-1292) se había casado con Boleslaw V, duque de Polonia y favoreció las relaciones húngaro-polacas, participó en acciones de defensa para tratar de evitar que las hordas mongolas entraran en Polonia en el siglo XIII, prácticamente se habían hecho fuertes a las mismas puertas de Europa. Ella fue la que abrió las célebres minas de Sal de Wieliczka a unos pocos kilómetros de Cracovia, su atractivo es precisamente eso las minas de sal (Kopalnie Soli en Danitowicza 10), en sus enormes cavidades encontramos una iglesia, un auditorio y un restaurante en los más de 2000 metros de recorrido de sus más de 300 kilómetros de galerías realizadas a 90 metros de profundidad. En verano había guía en español, imposible acceder individualmente y se han de bajar casi 400 escalones que pueden ser un verdadero suplicio. La explotación de estos recursos se inició en el año 1044 y como hemos citado, sólo una pequeña porción de la mina es visitable. Fue declarada Patrimonio de la UNESCO, la capilla de Blogoslawionej Kingi se excavó entre 1895 y 1927 y alcanza los doce metros de altura: una verdadera maravilla. La santa fundó el Convento de las Madres Clarisas Pobres en Sandec (en la actualidad Stary Sacz) del que ella sería elegida superiora; es la patrona de Lituania y fue canonizada por Juan Pablo II el 16 de junio de 1999.
Y finalmente Santa Yolanda (1235-1298), ésta contrajo matrimonio con Boleslaw el Pío, príncipe de Kalisz y Gniezno en 1256. Tras su muerte en 1279 ella se dedicó a la iglesia junto a Santa Kinga y en el mismo monasterio y, tras la muerte del soberano, ella se trasladaba, en 1292, al monasterio que fundó su marido en Gniezno del que fue abadesa. A ella se le atribuyen varios milagros en el cementerio de la capilla del monasterio y por eso fue beatificada en el año 1827
www.posta.hu
www.eshop.posta.hu
belyeg@posta.hu
philately@posta.hu
JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es