El lugar que hoy conocemos por Novo Mesto ha estado habitado durante más de 4.000 años, los primeros registros escritos nos llevan al siglo XIV; concretamente al archiduque Rodolfo IV de Habsburgo (el imperio de esta famosa dinastía saltaría por los aires en el XX) que concedió la carta de ciudadanía el 7 de abril de 1365, ello facilitó un importante paso en su consolidación como ciudad (inicialmente como Rudolfphwerth, aunque rápidamente se le conocería por Novo Mesto o Ciudad Nueva) y la imagen de su fundador aún hoy puede verse en el escudo heráldico de la población. ¡Menos mal que a sus políticos no les dio por la memoria histórica!
Funge como capital de la región de Dolenjska o Baja Carniola, tiene unos 25.000 habitantes; los yelmos y las urnas funerarias halladas en la zona nos hablan de un remoto origen de los asentamientos en torno al monte Marif y el enclave acabaría prosperando en la Edad Media como plaza de mercado de las tierras de la Abadía de Sticna (también filatelizada este año). La peste, los incendios y las hordas turcas, camino de Viena, le hicieron pagar un alto precio y que se repetiría con los bombardeos de la II Guerra Mundial, a pesar de todo supo superponerse y recuperar su vitalidad.
La Universidad se levantó en 1746 y aquí se inauguró el Primer Salón de Eslovenia (Narodni Dom en 1875), jugó un importante rol y dio cabida a numerosas sociedades y eventos sociales, hoy lo identificaríamos como un gran centro “lobista”. La ciudad está a poco menos de 75 kilómetros de la capital Ljubljana a la que quedó unida por ferrocarril en diciembre de 1890. Ocupa la margen izquierda del meandro del río Krka, su casco histórico está bastante concentrado y en él destaca la Iglesia Capitular de San Nicolás (estilo gótico), durante la Edad Media su torre tuvo el carácter defensivo tan frecuente en los centros religiosos de toda la región, como curiosidad hay que citar que su nave está desviada unos 17 grados en relación a su eje. En ella encontramos un impresionante retablo que se atribuye al maestro veneciano Tintoretto, realza su altar mayor. Justo al norte encontramos la construcción canónica (1623) donde pueden observarse los restos de los muros medievales.
Para conocer con más profundidad la historia de la zona recomendamos la visita al Dolenjsk Muzej que se localiza en la que otrora fue sede de los Caballeros Teutónicos, el Ayuntamiento, la Iglesia de San Bernardo o de los Franciscanos, muestra una bellísima cubeta donde están unas fantásticas escenas de guerra y caza del III-IV a. C. Esta orden religiosa llegó aquí huyendo de los turcos desde tierras de la actual Bosnia, ellos la levantaron en 1472, en un anexo encontramos el monasterio de la orden que fue remodelado tras el aparatoso incendio de 1664. Los franciscanos jugaron un gran papel en el aspecto educativo desde su llegada, su colegio superior lo fundaron en 1746.
Algunos prefieren visitar el legado de un artista y gran viajero que recorrió Europa, África y América entre 1920 y 1930. Hay más de 800 piezas expuestas del gran Bozidar Jakac (1899-1989) algunas de un sorprendente realismo que permiten contemplar el gran salto dado por la humanidad en poco menos de un siglo. La Plaza Mayor es el centro neurálgico por excelencia en esta modesta urbe y recordemos su Iglesia recibió el rango de Catedral en el 2007.
La tarjeta entero postal es de carácter acifrado, teóricamente de validez postal permanente, tarifa B nacional o 0,73€. Nos muestra un viejo grabado medieval de Rudolfphwerth, en la parte inferior hay algunas piezas numismáticas, pergaminos, piezas de museo, etc. El diseño fue de Tandem & Co., se imprimieron en offset a cuatro colores en la Imprenta Estatal del Correo Checo en Praga. Su primer día de circulación fue el 27 de marzo de 2015 y tuvo 2800 ejemplares de tirada.
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JUAN FRANCO CRESPO
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