Esta emisión conjunta de Eslovenia y Rusia tiene como objetivo conmemorar el centenario de la bella joya religiosa que se erigió en memoria de los que cayeron por esta difícil ruta montañosa. Se trata de la capilla de madera que se localiza en una estrecha carretera que pasa junto al lago de Jasna; un lugar en el que fueron sepultados 400 prisioneros de guerra rusos que en aquel momento estaban en manos austriacas. Es cierto que ello fue producto de una gigantesca avalancha de nieve que los atrapó para siempre en el famoso y estrecho paso de Vrsic (1661 metros) que era sumamente temido por los ejércitos de la época y testigo directo de combates de inenarrable violencia durante la I Guerra Mundial.
Cerca nace uno de los cursos fluviales más impetuosos de la región: el Soca, sus aguas son muy apreciadas por los aficionados al rafting, excursionistas y paseantes amantes de la naturaleza que se muestra lujuriante, sobre todo con la llegada de la primavera y bien entrado el estío, pero a la que no hay que perderle el respeto. Para los amantes de la historia, nada mejor que una buena guía, infinidad de monumentos y sitios históricos nos demuestran la importancia que llegó a tener la zona, dicho sea de paso, en el período de entreguerras, estuvo bajo administración italiana.
Unas impresionantes vistas sobre este rincón salvaje y desafiante son las que suelen disfrutarse desde lo más alto del teleférico de Bovec Kanin o desde el Alto de Mangart (en ambos casos estaríamos situados sobre los 2000 metros, si quiere más emoción, pregunte en cualquier agencia turística de la zona, por supuesto, los precios son netamente europeos ¿o debemos decir globalizados?) o puede disfrutar del centro de esquí que se une al vecino de Sella Nevea (Italia), pero retornemos al valle.
Soca [Isonzo] fue una línea del frente que jugó un gran papel en la contienda. Los austriacos habían trasladado más de 12.000 prisioneros de guerra rusos al área –los historiadores incluyen en ese cómputo a las otras nacionalidades que se integraban en el ejército zarista de la época- que se acomodaron en condiciones muy penosas, sobre todo tras la llegada del invierno, en estas altas y nevadas montañas. La ubicación exacta fue entre Kranjska Gora y el Valle de Trento; a los insufribles fríos se le añadieron fiebres, cólera, disentería, etc. Los accidentes, algo cotidiano, añadieron dramatismo al trabajo al que tenían que enfrentarse por aquellos impresionantes farallones y entre los que discurría la carretera que, teóricamente, debería soportar el peso en la lucha contra los ejércitos invasores.
Los accidentes más graves fueron las avalanchas que son las que han sido motivo de este In memorian. Es un honor que nos recuerda esa capilla de madera, solitaria, pero mudo testigo de elevado dramatismo; honra la memoria de los que dieron su vida en ese lugar desde el año 2006 cuando el paso fue rebautizado como Ruska Cesta [La Carretera Rusa]. La capilla prácticamente es idéntica a las rusas que se conocen popularmente entre los ortodoxos como “Tserkvushkas”.
Para los que tengan interés en aquellos rincones y esos hechos bélicos, les recomendamos la lectura de Adiós a las armas [Hemingway, que incluso resultó herido en el frente de Gorica mientras conducía una ambulancia italiana en 1917, pero se ve que le gustaba la guerra y en la incivil española también estaría por aquí], de paso, recordemos que el Frente del Soca (1915-1917) provocó un millón de bajas (civiles y militares).
El sello, formato vertical, fue realizado por Sergey Ulianovskiy, facial de 0,60€, primer día realizado en Kransjka Gora el 27 de mayo de 2016, impresión cuatricomía offset en minipliegos de 7+1 viñeta con una pequeña leyenda alusiva a los acontecimientos que tuvieron lugar hace un siglo. Eslovenia le dedicó 60.000 ejemplares a su tirada, lamentablemente no conseguimos la información de la emisión rusa. La globalización ha traído no sólo la desaparición de centenares de voces de todo el mundo que viajaban a través de la onda corta, apenas nos quedan emisoras internacionales que hablen nuestra lengua, las pocas ya en el continente asiático [honrosa excepción europea es RADIO RUMANIA INTERNACIONAL], también ha cortado la sana costumbre de los informativos filatélicos que tradicionalmente remitían los servicios postales. Eso sí, ahora tenemos cantidad de quincallería ad hoc y casi la inexistencia de sellos en el tráfico postal. Sin embargo el coste de las emisiones destinadas, básicamente al mercado filatélico, no deja de subir con lo que se está produciendo una falta de interés en el placentero y educativo entretenimiento de la filatelia.
JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es