DESCUBRIENDO RUMANIA: ANTIM, MONASTERIO BUCARESTINO

Nuestro paseo de hoy lo haremos por el monasterio capitalino de Antim; uno de esos edificios que no siempre el visitante se para a contemplar, quizá porque queda más al margen del centro histórico, quizá porque Bucarest tiene demasiadas cosas bonitas en su arquitectura. Pero, contra lo que pueda creerse, tiene muchos lugares históricos para deleitarse y el viajero se ve en la tesitura de tener que escoger. Se localiza cerca del Parlamento (Boulevard Unirii y Strada Justitiei podrían servirnos como referencia).

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El Monasterio de Antim se construyó en 1713-1715, nos encontramos, cronológicamente, en los tres siglos de historia o el tricentenario de esa magnífica obra. Fue levantado por el metropolitano de Valaquia del que tiene su nombre: Antim Ivireanu [Antímaco de Iberia, 1650-1716, fue asesinado cuando marchaba a su exilio en el Monte Sinaí, canonizado en 1992] y se convirtió en seminario en 1797, siendo su iglesia lo más sobresaliente de todo el recinto monástico; ésta fue adornada con unas bellas esculturas pétreas y puertas bellamente labradas por el propio religioso que había llegado a Rumania en 1690 invitado por Constantin Brancoveanu.

Si hay tiempo, en su interior tenemos algunas obras de Petrescu y Alexandrescu; en la fachada occidental podemos admirar un bello mosaico de Greceanu. Pero no es todo, la coqueta capilla alberga obra del genial Tattarescu que pintó todo el iconostasio de madera. En el pequeño museo encontraremos objetos que pertenecieron a su constructor y pequeñas reliquias de los denominados cuarenta mártires de Sevastia (Armenia). En fin, estamos totalmente de acuerdo con Nicolae Iorga cuando escribió “Que contemplamos una de las más bellas iglesias de cuantas existen en Rumania” y visitando una por día, me atrevo a decir que necesitaríamos toda una vida para poder pisarlas todas. Un ejemplo de la riqueza espiritual y cultural que vivía Bucarest en el XVIII.

El monasterio tiene una larga historia, el metropolitano Antim tuvo en funcionamiento un par de imprentas [para textos litúrgicos en rumano y griego] que permitían confeccionar los breviarios y manuales necesarios para los servicios religiosos. El terremoto de 1738 dejó dañado el edificio y fue necesario someterlo a una reconstrucción casi total para evitar su hundimiento. Entre 1746-1747 quedó totalmente recuperado y el iconostasio se aprovechó para añadirle pintura en oro.

En 1820, bajo el mandato del Obispo Ilarión de Arges (está enterrado en la parte derecha de la iglesia) permitió que Tudor Vladimirescu realizara la proclamación del país junto con el fraile David que cosió la bandera tricolor de la Revolución Rumana , o los iconos de la Santísima Trinidad y los santos mártires Gheorghe y Teodor Tiron.

En los archivos estatales constan también las dos restauraciones realizadas por Clement de Arges (1840 y 1864). Durante la I Guerra Mundial las reliquias de San Filofteia [estaban custodiadas en Curtea de Arges] fueron traídas aquí, también se añadieron las de los cuarenta mártires y las de los santos Neofit, Acachie y Paraschevi. La última restauración integral se realizó entre 1964 y 1966.

A partir de 1950 se convierte en Capilla Patriarcal y Residencia Obispal, actualmente alberga la sede sinodal, la biblioteca eclesiástica y allí se encuentran los archivos de la Iglesia Ortodoxa Rumana.

La emisión filatélica consta de dos sellos, el edificio visto desde el exterior es el que aparece en el efecto de 3.60 Lei y el metropolitano Antim es recogido en el valor de 14.50 Lei –que también se escogió para ilustrar el sobre de primer día-. La emisión se realizó el 15 de julio de 2013, se imprimió en offset cuatricolor en hojitas de dos (800 sellos o 400 dípticos), bloques de cuatro y pliegos de 32 efectos. En total apenas superó los 30.000 ejemplares de tirada lo que nos indica la pérdida de convocatoria entre los aficionados a la filatelia por esa manía de introducir sistemas que nada tienen que ver con el sello y que han acabado hundiendo el otrora floreciente mercado filatélico. El diseño fue realizado por Mihai Vamasescu y Stan Pelteacu.

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es

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