FILATELIA: DESCUBRIENDO CHIPRE: COSTUMBRES Y TRADICIONES

Una bella emisión chipriota destinada a preservar las costumbres y tradiciones que la globalización va relegando al olvido, cuando no a la simple y llana extinción en el mundo estresado y encorsetado que la sociedad de consumo occidental nos trata de colocar como si todos fuéramos una piara de estólidos impenitentes. Una sociedad dormida, apaleada, apelmazada por el epíteto de “todo vale siempre que sea gratis”; cuando a poco que rascas ves que, gratis, no tenemos ni el aire que respiramos y basta pensar en el rico refranero del bello idioma español: pan para hoy, hambre para mañana.

Así que estos dos sellos chipriotas nos recuerdan a los que peinamos canas (¿O eran sienes plateadas, como magistralmente plasma en su canción Eliades Ochoa?) que hubo un tiempo, lejano ya, en que era un placer sentarse a mirar cómo trabajaban en el pueblo aquellos humildes pero orgullosos hombres de campo y que a veces soltaban a algún “señorito maleducado”: en mi hambre mando yo. Imposible olvidar al señor de los serones, el sillero o el fragüero que, con infinita paciencia, iban dando forma a bellas piezas que luego lucían en las bestias (serones), casas (sillas) o ventanas (forjados).

El facial de 0,41€ nos lleva hasta el cestero que, pacientemente, aprovechando los recursos que tiene a mano, fabricaba por todo el mundo (aún todavía uno se los llega a encontrar en esos viajes a lugares no totalmente tamizados por la sociedad del ocio occidental) que no sucumbió al contaminante y corrosivo o perenne plástico que incluso inunda las planicies australes. En mi pueblo se hacían de caña –esa perniciosa planta invasora que hoy sirve para inmensos sembrados de tomates, por ejemplo- juncos o mimbres que, a veces, incluso los críos nos dedicábamos a cortar en el río –hoy invadido por la maleza y sin los senderos que pacientemente animales y personas iban marcando por las orillas- que fue desnaturalizado con una pantaneta que permanece como mudo testimonio de la estolidez de los hombres y que prácticamente no transporta una gota de agua al Pantano al que teóricamente tenía que llenar… Las orillas ya no son el lugar ideal para explayarse sobre la hierba, fresca y verde, que cada verano sofocaba el tórrido calor estival. El agua quedó embalsada y, el caudal que baja, carece de la fuerza suficiente para poder limpiar el histórico curso que hoy aparece como una indomable selva húmeda.

Para el sello de 0,64€ se ha escogido la artística representación de la escultura en madera que todavía uno puede encontrarse por esos pueblos [fantástico el coqueto parque con trabajos que los artistas hicieron sobre troncos en una zona del magnífico paseo en Puerto Madryn (Chubut-Argentina)] y que en las modernas construcciones han dado paso a puertas muy pulidas ¡Pero son de cartón y te dejan con dos palmos de narices, sobre todo cuando llueve torrencialmente y compruebas cómo se deshacen!, pero que no corresponden a la calidad que uno paga. Vamos que vivimos en el mundo de los trileros y necesitas un ingreso adicional para ir recuperando todo lo que una vez has pagado y ha vencido el plazo de reclamación, se comienza a caer.

¡Viva la sociedad de la obsolescencia programada; la etapa histórica que nos hemos empeñado en denominar una era de progreso! En este efecto postal vemos al artesano ¿o debemos colegir que en realidad es un verdadero artista?, tallando finamente una obra floral. Evidentemente la calidad de estos trabajos está relacionada con la madera empleada, de ahí que algunos árboles perviven en el tiempo y embellecen rincones de edificios históricos que sobresalen con luz propia cuando se restauran y se ponen al día. Aún recuerdo cuando mi madre, pacientemente, año tras año, restauraba la hermosa puerta de la casa familiar. ¡Cómo lucía para la Feria de San Juan! ¡Qué tristeza comprobar cómo se deshicieron de ella!

Los sellos fueron diseñados por Nicos Ierodiaconou, se imprimieron en minipliegos de ocho efectos en litografía offset por la firma Veridos Matsoukis (Grecia), la tirada fue de 110.000 y 190.000 ejemplares respectivamente que comenzaron a circular el 10 de marzo de 2016.

www.cypruspost.gov.cy
philatelic@dps.mcw.gov.cy

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es

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