Fuente: www.riesgoymorosidad.com
La crisis ha llevado a muchas personas a afrontar problemas de pago de pequeños préstamos o incluso el saldo de la tarjeta de crédito. He aquí unos consejos para afrontar la negociación con el acreedor:
1. Toma la iniciativa y haz la primera llamada
Los expertos recomiendan al deudor hacer la primera llamada al acreedor tan pronto surjan problemas para hacer frente al pago de un plazo o una letra. Si el deudor toma la inciativa, será más fácil negociar unas condiciones favorables tales como una bajada de tipo de interés o una reducción en las comisiones.
2. No ignores tu deuda: Evita las empresas de recuperación de impagados.
Si no has podido cumplir el punto anterior y es el acreedor el que se pone en contacto contigo, no es una buena idea ignorar sus cartas o llamadas. Generalmente los bancos se dan un plazo de unos meses antes de pasar una deuda al departamento de recuperaciones y a un cobrador externo. En ese caso, perderemos mucha capacidad de negociar la deuda y obtener unas condiciones flexibles.
3. No mentir sobre la deuda.
Cuando una compañía de recuperación de impagados se pone en contacto con un deudor, no es recomendable mentir o negar la deuda, pero tampoco lo es decir a todo que sí. Lo recomendable es escuchar todo lo que el interlocutor tiene que decir y tomar buena nota de ello.
4. No Acordar un calendario de pagos poco realista.
Si un deudor acuerda un plan de pagos que no puede cumplir el problema puede ser mayor en unos meses. Es importante ser realista y analizar con rigor la situación personal.
5. No facilitar información personal.
Un deudor nunca debe facilitar información personal de ningún tipo a una empresa de recuperación de impagados: número de cuenta bancaria, direción postal, teléfono, datos o nombres de familiares o amigos. El deudor debe negarse a facilitar cualquier tipo de información de ese tipo.
6. Verifica la deuda.
Todo deudor tiene que tomarse la molestia de verificar por sus medios la realidad y cuantía de la deuda, así como pedir al acreedor que envíe la documentación que tenga en su poder asociada a la misma para poder comprobarla.
7. Contrata a un abogado.
Si el deudor no está de acuerdo con la cantidad reclamada o si una empresa de recuperaciones llega al punto de amenazar con ir al juzgado a resolver el tema, puede ser el momento de contratar un abogado. Si se cuenta con un abogado, el acreedor contactará con él directamente.
8. Concurso de Acreedores.
La declaración de concurso de acreedores para un particular supondrá paralizar todo proceso de reclamación de deudas por parte de los acreedores. Pero como vemos en este post del Blog Salmón, quizás no sea tan buena idea.