Botánica
HISTORIA
El culto a las plantas - 6ª parte
Clasificación según su empleo
eniendo en cuenta las varias formas en que el hombre ha hecho de las plantas el objetivo de sus anhelos, tanto espirituales como relacionados con otros órdenes de la vida, podemos dividir las plantas en los siguientes grupos: sagradas, mágicas, funerarias y eróticas.
Sagradas
Las supersticiones botánicas son tan antiguas como el espíritu; entre éstas merece citarse la de los árboles sacrivi, que tan gran horror inspiraban en la Edad Media a los encargados de la cura de almas, habiendo sido objeto de condenación en varios concilios las prácticas supersticiosas que con ellos hacía el pueblo ignorante, levantando altares en sus troncos, poniéndoles manjares y suplicándoles protección y auxilio.
Zeus tenía sus principales templos en el Epiro, en tierra de robles; la encina de Dodona se le atribuía a esta divinidad
Otro viajero, Marignolli, en su Chronicon Bohemorum, refiere cosas semejantes de dos árboles que vio en la isla de Ceilán rodeados de coronas de oro y piedras preciosas y con dos grandes luces ardiendo sin cesar delante de ellos. Parece que se trataba de árboles búdicos, como el de Buda-Gaya, que desempeña tan importante papel en la leyenda de Cakya.
Los griegos no sólo imaginaban que en cada uno de los árboles notables se ocultaba una divinidad, una ninfa o un fauno, sino que atribuían a cada uno de los árboles un origen divino o, por lo menos, mítico. Así , el plátano debía su existencia a Menelao. La encina de Dodona se remontaba a Zeus, éste tenía sus principales templos en el antiguo Epiro, en tierra de robles. El olivo a la diosa Hera de Samos (también divinidad de la tierra fecundada).El laurel a Apolo, y una de las formas más antiguas de Baco es la de Dionisos endendros de Beocia. Lenormant, en el Dictionnaire des antiquites, artículo Bacchus, describe un vaso griego, en el que figura el busto de Baco imberbe y juvenil saliendo de en medio del follaje de un arbusto, especie de zarza; a Baco se le suele caracterizar como Dios de la vegetación, más concretamente de los frutos; en los vasos áticos aparece representado a menudo con racimos de uvas y un cuerno con bebida. La viña sagrada de Icaria era, al parecer, un hechizo del mismo género, y de la pitonisa se lee que ordenó a los corintios que adorasen como a Dios al pino, debajo del cual Penteo había sido despedazado por las Bacantes.
Vaso ático del s.VI d.C. En estas vasijas se pueden encontrar representaciones de culto a divinidades y plantas
Según Pausanias (IX. 22), los tanagreses construían los templos de sus dioses en pleno campo, como si quisiesen distinguir la morada de la divinidad de la habitación del hombre, y así, en una pintura de Pompeya, se ve un templo rodeado de árboles. El lucus latino, habitado por la ninfa Egeria, y el bosque sagrado de los antiguos germanos, adonde acudía el pueblo devoto a venerar a sus dioses, son un testimonio elocuente del respeto religioso que inspiraba a los antiguos el mundo vegetal.