TARA OCEANS: LAS FRONTERAS DE LO DESCONOCIDO

Curiosamente, cuando estaba preparando mi escapada estival a Reunión fue cuando me llegó el e-mail informando de la activación de una marca a bordo del TARA aprovechando su derrota por la región del Índico. Visitaría, en esa ruta, las denominadas islas “alejadas” que prácticamente son ignotas para la mayoría de los mortales: sólo los radioaficionados y filatelistas han tenido ocasión de leer algo sobre ellas pues rara vez se difunde información por otros circuitos, así que Tromelin –con una muy particular historia- Gloriosos, Juan de Nova, Bassas da India, Europa, etc., unos nombres de difícil localización en la cartografía genérica pero que uno descubre si se entretiene en recorrer los alrededores de la gran isla de Madagascar.

TARA OCEANS: LAS FRONTERAS DE LO DESCONOCIDO

Francia activó su presencia con pequeñas dotaciones de militares y científicos no hace muchos años para asegurar su “derecho” y poder ampliar sus aguas territoriales en esta zona de África y a donde tendremos que acudir si deseamos ampliar los materiales sobre los Territorios Australes y Antárticos Franceses [TAAF] pues precisamente en materia filatélica su inicio hace poco más de medio siglo fue con sellos de la isla grande que entonces era colonia francesa. Las islas Éparses [Alejadas] se constituyeron como entidad administrativa a los TAAF precisamente para dotarlas de una vigilancia y evitar su deterioro.

TARA OCEANS: LAS FRONTERAS DE LO DESCONOCIDO

Preparamos y enviamos los sobres al Servicio Filatélico de los TAAF con el objetivo de que fuesen matasellados. Ante el desconocimiento de la tarifa aplicable o el franqueo que tendríamos que poner [TAAF o Francia], decidimos enviar el billete correspondiente protegido con papel de aluminio para evitar las transparencias y a esperar. Tres semanas después los sobres enviados a la sede administrativa en Saint Pierre ya estaban de nuevo en nuestras manos tras haber sido dejados por el TARA OCEANS en el puerto de Mayotte, una de las Comoras que declararon su intención de permanecer en Francia cuando se consultó sobre la independencia del archipiélago y que hoy es la última frontera a donde llegan centenares de personas en cayucos o pateras que arriesgan su vida en busca de un futuro mejor pero que en realidad está colocando sobre las cuerdas los propios recursos y la convivencia en una zona relativamente frágil que al final nos hace preguntar muchas cosas, ¿para eso querían la independencia? Instintivamente, podría servir de ejemplo para otras zonas del mundo que no tienen viabilidad económica por sí mismas y en donde las tasas de natalidad y despreocupación se disparan, generando a su vez, más necesidad y teniendo, por el contrario, menos recursos; sigamos con nuestro relato.

El TARA es un velero que se planteó una fantástica singladura de investigación a través de los océanos, zarpó del puerto francés de Lorient el 5 de septiembre de 2009 y tiene previsto retornar en noviembre del 2012 tras haber realizado más de 150.000 kilómetros, centenares de trabajos científicos, más de medio centenar de escalas –algunas en lugares prácticamente inaccesibles o poco visitados, trabajan en colaboración con una veintena de laboratorios en siete países. En el momento de realizar este redactado el navío seguía su rumbo hacia la isla de Santa Helena –dentro de pocos días, el 9 de octubre, activará su emisora de radio a través de la onda corta, 11.092,5 kHz USB, a las 1900-2030 en emisión dirigida a Europa, para el resto de áreas consultar la web institucional, aunque comienzan poco después de finalizada la europea tras reorientar las antenas direccionales- y desde allí tras un desvío hacia el norte de nuevo orientará su singladura hacia los mares del sur, teniendo prevista su llegada a la Antártica hacia el verano austral (previstas escalas en Port Stanley, Ushuaia y Península Antártica por si alguien quiere enviar piezas para cancelar). En el verano del 2012 tenía proyectado el paso del noroeste (Ártico Canadiense) y escala en Resolute Bay antes de llegar a otra casi desconocida zona francesa frente a las costas canadienses: las islas de San Pedro y Miguelón que tan familiares fueron para varias generaciones de pescadores vascos y gallegos que faenaron en el Gran Sol.

Se trata de una expedición pionera en la que participa un equipo internacional de quince personas [en el barco, varias decenas más lo hacen en tierra], una veintena de organizaciones y más de medio centenar de escalas durante sus cuatro años de singladura; se trata de una goleta oceanográfica que ha ido despertando la curiosidad allá por donde ha hecho escala, como el caso de Barcelona en donde se grabó un capítulo para esa fantástica serie televisiva dedicada al mar: Thalassa.

El navío tiene un ambicioso proyecto educativo que se activa con cada escala cuando centenares de jóvenes tienen la opción de visitar y observar los trabajos que se desarrollan a bordo a favor de la biodiversidad [Este año 2010 lo declaró las Naciones Unidas que realizaron una bellísima emisión]. Lógicamente, algunas visitas a lugares remotos y sin prácticamente población no tendrán esa tradicional celebración y toma de contacto, pero todo el viaje está deparando centenares de horas de grabación que serán después emitidas por televisión y llevarán esos recónditos lugares a los hogares de millones de personas de todo el mundo que descubrirán, en muchos casos, especies únicas y rincones impensables en una época en la que se piensa que todo está descubierto.

El Tara y su fundación realizan un “gratuito”, disponible en determinadas ubicaciones, oficinas, servicios públicos, etc., que informa de la derrota del navío y va publicando detalles que explican la vida a bordo y las impresiones de los navegantes en sus diferentes escalas, el ejemplar que conseguimos en la sede administrativa de los TAAF en Saint Pierre, lugar al que había remitido, unas semanas antes, mis sobres.

A los envíos les fueron aplicadas un par de marcas: una en el anverso de color azul conmemorando la visita a esas minúsculas islas francesas de la región en donde nos muestra el navío, TAAF y el logotipo que las Naciones Unidas crearon para el Año de la Biodiversidad ¡lástima que su pequeñez no permita ver la extraordinaria belleza de esa cifra que va adornada con animales de diferentes hábitats! Al reverso aplicaron otra marca circular de color negro MAYO 2010-MAYOTTE, isla en que fue depositado el correo generado tras zarpar de Reunión pocas semanas antes de ahí que esa correspondencia aparezca franqueada con sellos TAAF que es a donde pertenecen las islas administrativamente hablando. El matasellos de rodillo mudo del correo francés, aplicado electrónicamente, es de tinta azul con cuatro líneas onduladas discontinuas, lamentablemente no señala la ciudad de origen que en este caso fue el puerto de depósito de correo en Mayotte y eso es algo que los nuevos “prebostes” postales se están “cargando” de manera lenta, pero inexorablemente, en la mayoría de los casos “dicen” para acelerar la entrega de la correspondencia cuando ocurre precisamente lo contrario: al no tener matasellos en muchos casos la correspondencia es repartida con un retraso que en nada tiene que envidiar a la que se repartía en los tiempos de las diligencias por no citar que a veces la correspondencia de la misma ciudad llega hasta con semanas de retraso en ese afán de “transportar” todo el correo hacia determinados centros automatizados con lo que el teórico “avance” se pierde en el trasiego de miles de toneladas de transporte inútil de un lugar a otro pero luego quieren hacernos creer que nosotros somos los responsables del deterioro del medio ambiente.

¿Cuánto ahorraría el correo español si, por ejemplo, el correo local no lo enviaran a centenares de kilómetros en donde a veces ni se matasella ni se la aplica marca alguna? En fin, que las marcas mudas poco nos ayudan al estudio de la historia postal, si además añadimos que se están cargando el franqueo con sellos, tendremos que nos están hurtando una valiosa información y un documento insustituible: el sello con su cancelación correspondiente que daba fe ante determinados actos administrativos, por ejemplo, las citaciones de Hacienda que, esas sí [no deja de ser curioso] te las entregan con todas las formalidades del momento, será por aquello de que quien paga manda, pero el usuario siempre está pagando ese servicio que muchas veces se presta de manera deficiente con lo que de nuevo estaríamos con un tratamiento discriminatorio por parte de los prestatarios del servicio ¿o son sólo “determinados” personajes que no tienen ni la más remota idea de lo que es el correo? ¡Vete a saber!

Eso sí, muchos servicios de correos no paran de imprimir “cromitos” con valores insólitos que rara vez se colocan en los sobres por el gran público, sobre todo en el caso del correo español, donde la experiencia indica que más del 90% del correo circula ya sin sellos; pero el Servicio Filatélico en Madrid no para de lanzar emisiones y, para postre, muchos se apuntaron a MI SELLO y la decrepitud total por unos miserables euros de ingresos ¿o también generan pérdidas? Nadie sabe nada puesto que no hay forma real de saber cuántos de esos “cromitos” se autorizan anualmente –bueno en realidad desde que Correos asumió la diseminación informativa de nuevas emisiones, prácticamente nada facilitaron, un servicio que funcionaba con puntualidad alemana y que prestaba la FNMT, se eliminó “por aquellos de las competencias” y se le entregó a un personal “incompetente”. No sabemos ni tirada real de los mismos ni tampoco se ofertan en las informaciones del Correo y, por lo tanto, todo vuelve al oscurantismo que nos recuerda las famosas viñetas locales de la incivil Guerra de nuestros abuelos, período al que desde muchos frentes parece que los “nietos” quieren llevarnos en lugar de cerrar para siempre ese contencioso que en nada nos beneficia a los que en estos momentos no vivimos aquellos hechos. Demasiada gente se cree lo que les dicen cuatro descerebrados e ignoran lo que dicen, fría y llanamente, los archivos de medio mundo. Es como el tan traído tema de la colonización española en América, si estas por la región y te identifican como español, rápidamente te cargan en el debe todo lo oprobioso de aquellos hechos ¿qué tiene que ver una persona nacida a finales del siglo XX con lo que sucedió hace 200 años? ¿Acaso esos pueblos no han tenido suficiente tiempo para cicatrizar aquellas heridas -si es que las hubo- y comenzar a vivir de cara al futuro? ¿Hasta cuándo se dejarán arrastrar por las retóricas fáciles y sin fundamento que los populistas –y tantas formaciones istas- les lanzan? En fin eso ya sería todo un tratado de Psicología colectiva y saldría enteramente de nuestra temática alusiva al sello de correos como frágil mensajero que atestigua el pago del franqueo por el remitente del envío.

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es

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Juan Franco Crespo

Maestro de Primaria, licenciado en Geografía, doctor en Historia de América.

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