El cuidado del medio ambiente ya no es una cuestión accesoria a la que gobiernos y ciudadanos podamos acogernos voluntariamente pues, cada vez más, se legisla y promulgan leyes de protección al medio ambiente natural que nos afectan en nuestra vida diaria.
Los gases de efecto invernadero producidos por el hombre, como los conocidos CFC’s (clorofluorocarburos), constituyen una amenaza para la capa de ozono de la atmósfera, la cual nos protege reteniendo las radiaciones nocivas y permitiendo que pasen otras benignas y necesarias para la vida sobre la superficie terrestre, como es la radiación ultravioleta, responsable de la fotosíntesis en las plantas verdes. Sin fotosíntesis, la pirámide trófica se quedaría sin su principal sustento y alimento de toda forma de vida animal o vegetal.
Los frigoríficos, desde sus comienzos, acogieron gases CFC para el circuito generador de frío, como el freón, que al ser liberados podían alcanzar la atmósfera y destruir las moléculas de ozono. En los modernos frigoríficos ecológicos el gas freón ha sido sustituido por tetrafluoretano, un gas refrigerante que es totalmente respetuoso con las moléculas de ozono. Al comprar frigorífico debemos leer en las características técnicas que cumple con las normativas vigentes en materia de medio ambiente.
Otra caracerística ecológica importante en un frigorífico es su eficiencia energética. Como se sabe, este electrodoméstico está siempre conectado a la red, consumiendo por tanto una parte apreciable de la factura eléctrica. En Europa, una directiva comunitaria exige el etiquetado de los electrodomésticos en una serie de categorías, dependiendo de su consumo medio. Las etiquetas se dividen en siete niveles, que van desde la A a la G, estando el valor medio de consumo entre la D y E; en el caso de un frigorífico de clase A, éste consumiría un 55% menos que otro de tipo medio. Por tanto, cuando deseemos reemplazar nuestro viejo frigorífico, deberemos inclinarnos siempre por aquel que tenga la etiqueta de nivel más alto, entre la D y la A.
que bueno que las nueva tecnologías de ahorro y menos contaminación sean aplicadas por el bien de todos