El injerto de yema o escudete se realiza habitualmente en primavera, ya que utilizamos un brote o yema joven que obtendremos de la corteza de la planta madre.
En esta técnica, una vez extraído el esqueje con la yema, le retiramos el palo y dejamos sólo la corteza con el brote. En el portainjertos, hacemos un corte en T o en doble T invertida, abriendo las aletas superiores e introduciendo la yema en la abertura. Seguidamente se ata con una rafia procurando no aplastar o dañar la yema. Pasados unos 15 a 20 días debemos retirar las ataduras para evitar que estrangulen el injerto.
Una vez que el brote haya prosperado y se haya consolidado la rama, ya podemos cortar la parte superior del injerto para que la rama nacida de ese brote sea la predominante.