ANTÁRTIDA - EXPLORACIÓN - EXPEDICIONES: Otto Nordenskiöld 1901 - 1ª parte
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Antártida

EXPLORACIÓN - EXPEDICIONES

Otto Nordenskiöld 1901 - 1ª parte


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l igual que la primera expedición combinada de varios países que iniciara Drygalski con el Gauss, partió la segunda de Falmouth, Inglaterra, a bordo del Antártico el 16 de octubre de 1901. Iba al mando de la expedición el geólogo sueco Otto Nordenskiöld, compuesta por otros siete científicos y 16 Oficiales y marineros. Al mando de la nave se encontraba el Capitán Carl Anton Larsen, quien ya había efectuado un reconocimiento con el Jason en el Mar de Weddell, llegando hasta los 64º 40' Sur.

El 15 de diciembre de 1901 llegaron al puerto de Buenos Aires. El gobierno argentino propuso entonces a Nordenskiöld que embarcase con él el Oficial de la Armada Lugarteniente José M. Sobral, en contrapartida les suministraría combustible, alimentos y la ayuda que pudieran precisar. Nordenskiöld aceptó la colaboración por lo beneficioso que suponía para los aspectos logísticos de la expedición.

Otto Nordenskiöld
Nordenskiöld
[Biografía]

El 21 de diciembre de 1901 se dirigieron hacia la Isla de los Estados, situada a unas cuantas millas al Norte del Cabo de Hornos, donde el gobierno argentino había establecido una estación magnética, y que serviría de base a los expedicionarios. Desde aquí iniciaron el 6 de enero de 1902 su viaje hacia la Antártida.

El 11 de enero de 1902 estaban a la altura de las islas Shetland del Sur. Desde aquí atravesaron el Estrecho de Brandsfield avanzando más al Sur con un tiempo realmente adverso. Fue en este trayecto en que hicieron su descubrimiento más importante: en contra de lo conocido, vieron que la Tierra de Luís Felipe era sólo una parte de la masa continental señalada en los mapas como Tierra de Graham. Esta tierra estaba unida a la Tierra de Danco, y el Estrecho de Orleans tocaba con el Estrecho de Gerlache.

Ante la imposibilidad de seguir hacia el Sur por el tiempo reinante, se dirigieron el 9 de febrero al lugar que habían elegido para invernar denominado Snowhill, en el Cabo Seymur. Allí desembarcaron Nordenskiöld y seis compañeros, junto con equipo, suministros y perros de trineo. El 21 de febrero de 1902 despidieron al Antártico, que partía hacia el Norte rumbo a las islas Falklands. El buque no regresaría a recogerles hasta pasado el invierno, aproximadamente en septiembre u octubre.

Durante las primeras semanas los expedicionarios se dedicaron a construir refugios y observatorios que habían de servirles para sus estudios. En ese periodo experimentaron fuertes tormentas con temperaturas de -12º C. A principios de marzo el tiempo comenzó a mejorar. A mediados de marzo Nordenskiöld se aventuró a realizar un viaje en bote hacia el Sur, con objeto de reconocer las porciones meridionales del Golfo del Almirantazgo, y eventualmente establecer allí un depósito que pudiera servirles para un futuro. Emprendió el viaje el 11 de marzo y pronto advirtió que la estación se encontraba muy avanzada para expediciones de este tipo, corriendo el bote grandes peligros de naufragio. A pesar de todo Nordenskiöld pudo comprobar que en realidad, el Golfo del Almirantazgo constituye un estrecho que separa del continente la isla Seymur y la isla en la cual habían establecido el campamento de invierno. También pudo cerciorarse de que el Cabo Lockyer se halla situado en otra isla separada de las dos anteriores.

Para las expediciones futuras era necesario esperar a que el mar se helase por completo, por ello se dedicaron los expedicionarios a realizar trabajos científicos y de invierno. Las observaciones meteorológicas eran realizadas por el Dr. Bodman y el Teniente Söhal; las de tipo bacteriológico las realizaba el Dr. Ekelof, ocupándose Nordenskiöld en trazar los mapas de los alrededores. En los trabajos nocturnos se empleaba todo el personal.

El invierno fue realmente duro y penoso. Cuando el viento soplaba del Sudoeste provocaba los mayores descensos de temperatura, que por otro lado constituía una circunstancia muy peculiar de esta región. En junio la temperatura no bajó de -25ºC. El día en que la ventisca sopló con más fuerza (95 km.) el termómetro bajó a -31ºC. Con estas temperaturas e intensidad del viento era absolutamente imposible permanecer fuera de los refugios o hacer observaciones. Permanecieron encerrados más tiempo probablemente que ninguna otra expedición que invernara en el Antártico.

Se intentó alguna excursión en trineo durante el invierno, pero hasta finales de septiembre no comenzaron a emprenderse las más largas hacia el Sur. En los primeros días pasaron el Estrecho del Almirantazgo y descubrieron un gran golfo que se extendía hacia el Norte desde el Cabo Fuster. Pareció ser un gran canal que se abría entre el Golfo del Erebo y el Terror y que separa todo el archipiélago de la tierra continental. Esta última, que forma la unión, antes desconocida, entre las Tierras de Luís Felipe y del Rey Oscar, está constituida por una alta fila de montañas separadas por grandes ventisqueros y mesetas cubiertas de hielo. Pasando a lo largo de la costa, aunque algo distantes, llegaron a la isla Christemsen, que puede considerarse como un volcán extinguido. Con grandes dificultades y fatigas alcanzaron el 21 de Octubre de 1902 los 66º de latitud Sur y 62º de longitud Oeste., alrededor de 300 km. del campamento de donde habían partido. En el punto más meridional que alcanzaron vieron una cúspide de bastante altura a la que ascendió Nordenskiöld, observando una espléndida panorámica de las montañas circundantes y de toda la llanura helada.

El 7 de noviembre de 1902 estaban de regreso al campamento de partida. Duró la ausencia treinta y cuatro días. Aunque por aquellas fechas aún no se percibía ningún cambio notable en el hielo, empezaban a prepararse ya para el regreso del buque Antártico, y las excursiones que pudieran realizarse a partir de entonces deberían ser obviamente de corto alcance.

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