ANTÁRTIDA - EXPLORACIÓN - EXPEDICIONES: Douglas Mawson 1911 - 3ª parte
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Antártida

EXPLORACIÓN - EXPEDICIONES

Douglas Mawson 1911 - 3ª parte


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letra capitular El campamento del Oeste se encontraba el día de Navidad a 158 millas de la base principal. Entretanto, en cabo Denison, todo el personal incluida la tripulación del Aurora, esperaba el retorno del grupo de tres hombres de Mawson que había salido de la base el 10 de noviembre de 1912. Su situación empezaba a ser crítica, el avance por los glaciares era muy lento.

Por tres días (entre el 6 y 9 de diciembre) la expedición quedó atrapada por una ventisca de 70 millas/hora. El día 13 se abandonó uno de los trineos y el 14, el científico suizo Dr. Xabier Mertz, en esquís, señaló que había detectado una grieta cubierta de nieve; Mawson pasó fácilmente, pero Mertz gritó que había visto desaparecer de repente al Lugarteniente Belgrave Ninnis. Mawson dio la vuelta y se horrorizó al ver que Ninnis, el trineo y todos los perros se habían despeñado. Acudieron rápidamente al borde de la grieta y miraron al fondo, un perro gimoteaba en un saliente al parecer con la espalda rota, bajo él se abría un abismo. Mertz y Mawson gritaron a las profundidades durante tres horas. Soltaron toda la soga de que disponían pero no podían llegar ni siquiera a la altura del perro.

Se encontraban con un problema serio; el trineo de Ninnis se había llevado consigo los suministros más indispensables, la tienda, la mayoría de víveres y ropa de repuesto. El trineo que les quedaba sólo disponía de 10 días de raciones para los hombres pero nada para los perros, y se encontraban a 315 millas de la base principal. Aun disponían de una tienda de repuesto, la cocina y un poco de combustible. Retrocedieron entonces en busca del trineo abandonado, recogiendo todos los artículos esenciales. Durante diez días sacrificaron algunos perros para alimentar a los demás y a sí mismos. La carne era dura y correosa, pero no estaban en condiciones de despreciar nada, comieron cada ración e incluso cocinaron las patas.

Para Navidad aun estaban a 160 millas de la base; generalmente sólo se cubrían 6 millas por día, pero el 30 de diciembre se consiguieron 15. El día 1 de enero de 1913 Mertz empezó a desarrollar dolores de estómago y el día 2 casi había perdido todas las fuerzas. El 5 de enero pararon a descansar, y al día siguiente Mawson decidió que el Dr. Mertz siguiera descansando mientras él arrastraba el trineo, pero el 7 de enero Mertz comenzó a delirar y finalmente murió.

Mawson se encontraba desolado, pensaba que su muerte también estaba cercana. Nunca supo de que murió el Dr. Mertz, pero sospechó que se debía al tóxico nivel de vitamina A de los hígados de los perros que habían ingerido. Sus condiciones físicas eran deplorables y estaba a punto de derrumbarse en cualquier momento. Había perdido mucho peso, los dedos de los pies empezaban a teñirse de negro por la congelación, se le formaban llagas y la piel se le caía. Con tremendo esfuerzo físico y mental avanzaba paso a paso al borde la locura. El 17 de enero Mawson se balanceó en el aire y quedó colgado de su arnés en una grieta; exhausto lucho por salir a la superficie, las fuerzas le abandonaban y pensó que en cualquier momento sería demasiado tarde. Como por un milagro consiguió llegar lentamente hasta la superficie, empleando todas sus fuerzas en un impulso final. Más tarde escribiría en su diario que en un momento de derrota interior estuvo tentado de cortar la soga que le unía a la salvación, pero que en el último instante una presencia espiritual le dio las fuerzas para continuar. Serró su trineo por la mitad y arrastrando su cuerpo envenenado se puso en marcha para intentar cubrir las 85 millas que le restaban.

El 29 de enero, cuando la comida casi se le había agotado, encontró una cueva en la nieve que había sido construida por McLean, Hodgeman y Hurley, que habían ido en su busca. Mawson consumió la comida y leyó una nota que le habían dejado que informaba de la espera del Aurora, y de que la Cueva de Aladdin se encontraba a sólo 23 millas de distancia. Consiguió llegar a la cueva el 1 de febrero a las 7 de la tarde, pero el tiempo cerrado le obligó a permanecer en ella por una semana.

A pesar de mantenerse el mal tiempo, Mawson decidió partir igualmente llegando al cabo Denison con tiempo para ver como el Aurora se perdía en el horizonte. Seis hombres habían quedado con la intención de continuar la búsqueda. Se llamó inmediatamente por radio al Aurora, pero las condiciones de hielo imposibilitaban ya su regreso. Un nuevo invierno les esperaba a los siete hombres en cabo Denison, pero esta vez se encontraban bien abastecidos y la antena de radio consiguió superar espectaculares ventiscas. 

El 24 de diciembre de 1913 fueron recogidos por el Aurora y el 5 de febrero de 1914, después de un mes de navegación a lo largo de la costa antártica, el Capitán John Davis se dirigió al Norte finalizando así una larga expedición.

En Mawson permanecía un fuerte deseo de continuar el trabajo de exploración más allá del Oeste de la Tierra Enderby. En julio de 1927, después de varias reuniones del Comité Antártico Australiano, se proyectó una nueva expedición con Mawson al mando. El área elegida para la exploración fue la costa entera en la que Gran Bretaña exigía soberanía.

Uno de los mayores problemas era hallar una nave adecuada, pero fueron afortunados cuando el gobierno británico dispuso del barco que había servido a Scott en la expedición de 1901-04. El proyecto y organización de la nueva expedición de Mawson quedó completado en junio de 1929. Debido a intereses y apoyo financiero se hizo de forma conjunta entre Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda, y se la denominó BANZARE. Al mando de la nave y Segundo de la expedición iba de nuevo el Capitán John K. Davis, viejo amigo de Mawson.

El 29 de octubre de 1929 partieron de la ciudad de El Cabo, haciendo escala en las islas Kerguelen y Crozet antes de proseguir hacia el Antártico. El 13 de enero de 1930 Mawson plantó la bandera británica en algunos puntos al Sur del paralelo 60º, demandando soberanía sobres varias tierras, entre ellas MacRobertson, Kemp y Enderby.

La segunda mitad de la expedición BANZARE salió de Hobart el 22 de Noviembre de 1930. Mawson pudo caminar por tierra hasta el lugar que había llamado de la Comunidad de Naciones, y una vez de nuevo visitar la base principal que construyeron en 1911. En esta ocasión se pudo constatar que el Polo Magnético se había movido considerablemente desde 1914. El barco navegó a lo largo de las tierras de Adelia y Wilkes, Princesa Elizabeth y MacRobertson entre otras. El 19 de marzo de 1931 regresaron a Ciudad del Cabo, finalizando la expedición BANZARE.

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