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Anatomía humana
NUTRICIÓN Y DIETÉTICA
Obesidad y adelgazamiento - 1ª parte
a obesidad es la manifestación de una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, ésta se produce básicamente en los tejidos adiposos que se encuentran bajo la piel, aunque también se produce en el interior de algunos órganos y músculos.
Causas de la obesidad
La causa principal de la obesidad suele ser un aporte excesivo de energía recibida a través de los alimentos, generalmente por hábitos alimenticios inadecuados, y que conduce a la superación de las necesidades básicas del organismo; esas calorías no consumidas mediante la actividad diaria son almacenadas en forma de grasa. La obesidad también puede deberse a problemas funcionales o trastornos del sistema endocrino, pero estos casos suelen darse en menor medida.
Otros factores causantes de la obesidad pueden ser los ambientales, genéticos o incluso de carácter psicológico. Así, una situación de estrés o ansiedad tiende a la ingesta excesiva de alimentos; la bulimia, por ejemplo, es una manifestación de hambre insaciable que puede incluso tener origen en una enfermedad mental. La falta de ejercicio o actividad física también favorece la obesidad, por ello es muy común que se produzca en personas de vida sedentaria, o que deben permanecer inmovilizadas o postradas por dificultades de tipo locomotor.
Índice de masa muscular (IMC)
El IMC o índice de masa muscular, es un parámetro que relaciona el peso y la talla, y muy utilizado para determinar a priori si un individuo tiene exceso de peso. No es una referencia exacta, ya que determinadas personas, por ejemplo un deportista, pueden disponer de una masa muscular elevada y no por ello estar obeso, pero es sin embargo una referencia general válida para una gran mayoría de población.
El IMC, aunque es una referencia válida para una gran mayoría de población, en algunos casos, como los deportistas, no es eficaz para determinar su masa muscular
El IMC puede ser calculado por nosotros mismos aplicando una sencilla fórmula: IMC = Peso : Estatura2. Ejemplo: un individuo pesa 95 kg. y mide 1,70 m. de altura; aplicando la fórmula: IMC = 95 : 2,89 = 32,8. El índice resultante es la cantidad de kilogramos de masa por metro cuadrado. Cualquier índice que supere 25 indica sobrepeso; si pasa de 30 ya estaríamos hablando de obesidad. En nuestro ejemplo, el índice es 32,8 kg/m2, es decir denota una visible obesidad.
Alteraciones de la salud con origen en la obesidad
Los humanos, y en general todos los mamíferos, almacenamos grasa en el organismo, es una forma de conservar energía que puede ser utilizada cuando ésta no se ingiera a través de los alimentos. Sin embargo, cuando se exceden las cantidades normales de grasa en el cuerpo se pueden producir alteraciones en la salud.
Las cantidades de grasa consideradas normales en los hombres es del 15%, y en las mujeres del 25%, pero cuando estos valores se sobrepasan más allá del 30% pueden dar lugar a variados trastornos y enfermedades, tales como hipertensión, problemas cardíacos y vasculares, artritis, enfermedades relacionadas con la vesícula, y, especialmente, un riesgo de padecer diabetes. La obesidad es también un riesgo añadido cuando debemos someternos a una intervención quirúrgica.
El metabolismo basal
El metabolismo basal es el encargado de mantener las condiciones mínimas de actividad en un organismo, es decir, la gestión de la energía corporal en cantidades adecuadas para conservar las funciones vitales. Esta cantidad de energía mínima no puede ser determinado como una constante, ya que el metabolismo de cada persona administra niveles diferentes en base a variados parámetros, por ejemplo la masa muscular, las necesidades nutricionales, etc.
Para entender globalmente como funciona el metabolismo en un organismo podemos recurrir a un ejemplo significativo, el que se manifiesta en el balance económico de una empresa: cuando ésta realiza más ingresos que gastos su balance crece en positivo, y decrece si los gastos superan a los ingresos. El cuerpo funciona de manera similar: si las calorías aportadas al organismo por los alimentos es superior a las calorías que consume, el cuerpo engorda; y adelgaza cuando las calorías disipadas exceden a las ingeridas. Este ejemplo no tiene en cuenta las alteraciones ajenas que pueden ser causa de obesidad o adelgazamiento, tales como las disfunciones gástricas o digestivas, las alteraciones hormonales, u otras de origen psíquico como la anorexia.
Externamente, el metabolismo puede ser "ayudado" por nosotros voluntariamente en el consumo de grasas, por ejemplo realizando deporte o trabajos físicos que impliquen la utilización de calorías. Internamente, el metabolismo también puede acelerar el consumo de calorías por circunstancias biológicas ocasionales, tales como la lactancia o la gestación.
Internamente, el metabolismo también puede acelerar el consumo de calorías por circunstancias biológicas ocasionales, tales como la lactancia o la gestación
Al margen o en ausencia de estímulos voluntarios (como la realización de ejercicio físico) el metabolismo basal administra los recursos disponibles, por ejemplo disolviendo las grasas acumuladas para convertirlas en energía calorífica cuando no las puede recibir a través de los alimentos, y permitiendo que todas las funciones básicas del organismo mantengan su estado vital de funcionamiento.