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Lagarta peluda (Lymantria dispar)

a oruga de los encinares (Lymantria dispar) ataca eventualmente a diversos frutales. Esta voraz oruga llega a medir de cinco a siete centímetros y presenta en el dorso seis filas de tubérculos (azules en los cinco primeros anillos o segmentos del cuerpo, rojos en los restantes), todos ellos con numerosos y largos pelos urticantes. Cuando nace mide solamente tres milímetros y es de color negruzco.

Este insecto pasa en estado de huevo desde los meses de julio a agosto hasta abril o mayo, en que avivan. Las oruguitas crecen rápidamente, a causa de su gran voracidad, desde que nacen hasta que alcanzan la madurez, y crisalidan hacia fines de junio o principios de julio. En este mes y en agosto aparecen las mariposas, que son muy diferentes en ambos sexo: las hembras, de color blanco con manchas y rayas negras, son mayores (5-6 cm. de envergadura) y más robustas, con abdomen muy abultado y provisto de abundantes y largos pelos rubios leonados; son de movimientos torpes y apenas pueden volar. Los machos, más pequeños y esbeltos, tienen una coloración más oscura, vuelan fácilmente en su busca para aparearse.

Lagarta peluda (Lymantria dispar), Oruga y macho adulto

Cada hembra pone un total de 250 a 500 huevos, repartidos sobre la corteza de los troncos y ramas en plastones o grupos de 15-20 milímetros de longitud, y color de yesca o isabelino por estar recubiertos y protegidos por los pelos que recubren el abdomen de la madre. Los huevos permanecen el resto del verano, el otoño y el invierno si avivar hasta la primavera.

Medios de lucha contra las orugas defoliadoras

En primavera, en cuanto se advierte la presencia de cualquier especie de orugas defoliadoras, debe acudirse al empleo de insecticidas, pues interesa, como ya se ha dicho, combatir a estos insectos en sus primeras edades, cuando todavía no han llegado a alcanzar la mitad de su tamaño definitivo. En estas primeras edades, las oruguitas mueren fácilmente, además de haber causado pocos daños.

Un insecticida muy clásico ha sido el tan denostado D.D.T., hoy en día reconocido como muy peligroso para su aplicación en vegetales para consumo final de los humanos o animales. Este producto ha sido empleado en su momento con gran eficacia tanto contra la oruga de piñón (Aglaope), como contra las orugas cigarreras, las cuales se descuelgan del árbol y mueren al poco tiempo tras ser pulverizadas con la emulsión. No obstante, además del peligro citado, este insecticida tiene un grave inconveniente que lo hace inviable como norma, como es el de permitir el desarrollo de ácaros (arañuela roja o amarilla) al exterminar sus enemigos naturales. Una forma habitual de minimizar estos efecto, era el de agregar un acaricida o azufre mojable, por ejemplo de un azufre micronizado con 80 por 100 de riqueza, añadiendo 500 gramos al caldo insecticida (100 litros).

Otro insecticida clásico es el Arseniato de plomo, que puede aplicarse a razón de 750 a 1000 gramos por cada 100 litros de agua, mediante aparatos de buena presión y pulverizando bien las hojas por el envés, o sea, dirigiendo la boquilla pulverizadora hacia arriba.

Algunos insecticidas como el triclorfón (dipterex) han ido suplantando a los anteriores; éste puede aplicarse en emulsión o en polvo mojable del 50 por 100 de riqueza en producto activo. La dosis a aplicar es del 0,3 por 100 en agua, o sea, aproximadamente un tercio de litro de la emulsión concentrada o 300 gramos de polvo mojable para 100 litros de agua.

Un insecticida menos tóxico que los anteriores y muy eficaz es el carbamato de metilo y naftilo (Carbaril o Sevin), eficaz contra las orugas defoliadoras, a la vez que contra el gusano de las manzanas. Este producto tiene el mismo inconveniente que el D.D.T., en cuanto a permitir la proliferación de ácaros por eliminación de sus enemigos naturales. Para su aplicación, del polvo mojable con 50 por 100 de riqueza en producto activo bastan 200-250 gramos por 100 litros de agua. La cantidad del líquido gastada depende, naturalmente, de la edad y desarrollo de los árboles, pudiendo establecerse los siguientes datos a título de orientación:

- Árboles de pequeño porte o con escaso follaje, 3 a 5 litros por pie.
- Árboles frutales de porte normal, 5 a 15 litros por pie.
- Árboles de gran porte, 15 a 25 litros por pie.

El malathion es otro producto que también ofrece buenos resultados contra las orugas; para ello se puede pulverizar en dosis de 0,15 a 0,25 por 100.

Independientemente del producto utilizado, la maquinaria de pulverización, según el número de árboles a tratar, puede ser variada. Se pueden utilizar desde máquinas de mochila o espalda, con palanca de presión previa o a motor, hasta pulverizadoras de gran rendimiento, teniendo en cuenta que los tratamientos deben hacerse con oportunidad en toda la plantación. Con un aparato de espalda de presión previa se puede tratar de 50 a 60 frutales de tamaño medio en jornada de siete horas útiles, y 45-50 árboles si el aparato es de palanca. Con pulverizador de carretilla o de barril, con depósito de 50  o más litros, se pueden tratar por jornada unos 125 a 150 árboles, según desarrollo.

Entre las medidas complementarias de la lucha química primaveral es importante, en el caso de la oruga de zurrón, el cortar en invierno, al hacer la poda, los nidos o zurrones, para quemarlos seguidamente. Contra la oruga de librea también puede lucharse en invierno cortando y quemando las ramitas que tienen anillos de huevos, cada uno de los cuales contiene de 70 a 130 huevecillos, y darían lugar en primavera a otras tantas orugas.

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