PIONEROS DE LA TELEVISIÓN FRANCESA

El servicio postal francés puso en circulación el 18 de octubre de 2013 una hojita bloque de seis efectos que festejan otros tantos personajes que ya son historia en la pequeña pantalla del país galo.

Pioneros de la Televisión Francesa

La confección es bastante significativa y muestra un escenario que quiere imitar al salón de la casa, un sillón donde muchas veces uno se acaba durmiendo y la televisión, que entonces era el mueble rey por excelencia, sigue funcionando en los hogares de medio mundo.
En sus inicios la televisión francesa, en los años cincuenta del pasado siglo, vino a revolucionar la pacífica vida de la mayor parte del mundo y el sistema de comunicación en el hexágono [por no decir en todo el orbe] cambió el mundo conocido hasta ese momento. Entonces, sólo unos centenares de hogares tenían acceso al medio y que ya demostró su poder de atracción: la población había quedado fascinada por la imágenes iniciales en blanco y negro y 819 líneas.

Entonces triunfaron una serie de programas que encumbraron a los pioneros y solidificaron la oferta televisiva como el entretenimiento por excelencia:

5 Colonnes à la Une ,
Lecture pour tous,
La Piste aux Étoiles,
La Vie des anmimaux,
La Caméra explora les temps,
Discorama,
Télé dimanche,
Etc.

A finales de 1974 también se producía el punto final de la ORTF [hasta un par de años antes Radio París la sintonizaba cada noche en mi Alhama natal y todavía recuerdo la fuerza de la voz de Paco Ibáñez cada vez que recitaba el famoso poema que entonces ya aparecía en los libros de bachillerato dedicado a mi ciudad de nacimiento: ¡Ay de mi Alhama! Me hacía poner los pelos de punta ante la fuerza de aquella voz que Radio París y la ORTF cada noche lanzaban al éter, también recuerdo un programa dedicado a nuestros compatriotas que sobre las cinco de la mañana realizaban para todo el hexágono en español] y nacía el Instituto Nacional del Audiovisual con el encargo de conservar, valorar y difundir las imágenes de la televisión pública gala que uno también puede recuperar entrando en su www.ina.fr

Los seis sellos nos muestran los rostros de otros tantos personajes, de arriba hacia abajo tenemos a:

Pierre Sabbagh (1918-1994) ante el micrófono.
Léon Zitrone (1914-1995) y carta de ajuste.
Catherine Langeais (1923-1998) y ondas.
Denise Glaser (1920-1983) y el logo de la ORTF en su clásico color azul.
Jacqueline Joubert (1921-2005), Torre Eiffel (recordemos los experimentos de Edouard Branly) y las ondas hertzianas.
Pierre Desgraupes (1918-1993) y cámara.

También se hace edición del folleto filatélico que incluye una hojita cancelada con el especial de primer día (reproduce la pantalla de aquellos viejos televisores sobre cuatro patas, aún hay gente en España que conserva la foto escolar en donde precisamente se reproducía un televisor similar) y una mini biografía de todos los personajes filatelizados que forman la historia de aquella época histórica de la que hoy conocemos como caja tonta.

Ha sido una realización de Virginia Berthemet realizada en heliograbado y una tirada de 850.000 ejemplares [las cifras millonarias de los años 80-90 han dado paso prácticamente en todas las administraciones postales del mundo a menos del millón, pero eso sí, ahora tenemos 10 o 20 veces más de coste respecto a entonces y, encima, los sellos prácticamente son los convidados de piedra en el servicio postal; en mi caso menos del 5% de la correspondencia llega con los precioso y multicolores timbres]. Hubo también dos pruebas de artista en blanco y negro, comparándolas con España, hasta resultan baratas al momento de ponerse en circulación: un par de euros por cada ejemplar que tampoco rompe el presupuesto del filatelista, aunque al estar editadas expresamente para el mercado filatélico [no se pueden utilizar como sellos] ya no tienen el valor temático que las originales pruebas de artista que se realizaban antaño y que, en escasos ejemplares, se empleaban para dar el Visto Bueno y darle a la máquina a poner la emisión en marcha. Normalmente eran una cincuentena de piezas que estaban destinadas a los responsables de aprobar las emisiones y raras veces acababan en el mercado, precisamente por esa escasez estas piezas son hoy más buscadas en el mercado internacional y en algunos casos alcanzan grandes cantidades.

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