“Compramos cosas que no nos hacen falta para impresionar a gente que no nos gusta”
[Rutgert Bregman]
En esta ocasión las referencias radiales las encontré en una obra que está íntegramente dedicara al medio radiofónico. Se trata del libro de César Vidal que transcribe los editoriales de la Cadena COPE del final de la primera temporada y la segunda del célebre programa LA LINTERNA que se realizaba al inicio de cada programa a las ocho de la noche, Editorial Planeta, Barcelona 2006, 478 páginas.
El testimonio o la memoria de uno de los más grandes de las ondas españolas. Otra cosa es que pueda gustar más o menos, pero sin duda imprescindible para los que buscan saber cómo el país ha llegado hasta aquí. Al menos alguien tuvo la valentía de denunciarlo y con ello de advertirlo; quizá por eso [el autor] recibió tantas presiones y, quizá por eso, la COPE también se ganó muchos palos, sobre todo de los advenedizos y sisadores que de todo hemos tenido en este páramo que hoy es España.
Hoy, precisamente hoy, lo primero que me encontré es el titular de la prensa tarraconense: una generación perdida que será la más pobre de la historia (estamos a 25 de mayo de 2017, se discute sobre cómo frenar tanta miseria, pero nada se hace de manera efectiva –bueno sí los populistas en Barcelona han lanzado una revisión catastral que sube un 30% el impuesto municipal-; y qué quieren que les diga, la realidad me desborda, pero en cierta medida me consuela ver que el análisis no es tan diferente a lo scque hace años decía cuando nos llegaban mesnadas de menesterosos –como si aquí no tuviéramos en quien invertir nuestros escuálidos presupuestos- y siempre la misma monserga: POBRETS –o sea: pobrecitos) y, encima, se nos avecina también la sinrazón del pancatalanismo excluyente por mucho que se disfrace de ser aperturista y solidario. ¿Podemos presumir de lo que no tenemos? ¿Se olvidaron como nos trataban hace no tanto tiempo? ¿Hay gente que a pesar de todo no recuerde aquellas humillaciones y ahora esté de ese lado de la locura?
Bueno, sigamos con César Vidal. Un libro que es radio, porque no es fácil encontrar el material radiado impreso y porque no siempre esa impresión se corresponde con la realidad. Así que, ante todo: Gracias por el doble mérito, primero por la Editorial que apostó por dar a la luz esos guiones y segundo por el equipo que componía La Linterna cuando fueron hechos. Es más, libros de Radio hay muchos [ahora pienso en uno dedicado a Radio Barcelona editado por la Diputación de Barcelona si mal no recuerdo que, hasta incluso, se tradujeron los nombres de los programas de una época en la que no había emisiones en catalán] pero no todos son tan machaconamente fieles a un principio: LA VERDAD HISTÓRICA, esa que tanto se combate, sobre todo, si no suena de acuerdo a nuestros intereses y que tanto me da que pensar cuando escucho, a alguno de nuestros políticos mozalbetes, vanagloriarse de determinados personajes y con los que por una u otra coincidencia en el tiempo, traté hace años, antes de que definitivamente abandonaran el mundo de los vivos.
Digamos que esta segunda entrega que yo descubrí por casualidad, cubre el período que va del abril 2005 a marzo 2006 cuando, ciertamente, el balance de dos años de gobierno de Rodríguez Zapatero fue realmente sobrecogedor y donde su ingeniería social [permítanme tomar las palabras del Sr. Vidal] ha hecho que prácticamente una década después ya no se parezca en nada nuestra realidad a la que fue.
Vidal desgrana, programa a programa, ese período en el que se fue fraguando un proyecto que hoy nos ha dejado totalmente anestesiados y, todavía, hay gente que no entiende lo que ha pasado; por eso recomiendo este gran aporte literario, histórico y, sobre todo, radiofónico donde el autor esboza toda una enseñanza moral e histórica que entronca con la noticia más relevante del día.
Si uno se lo lee con tranquilidad descubre a autores clásicos que están plenamente vigentes [cuántas veces escuché que los escritores de ese período son suficientes para que el hombre pueda realmente llegar a ser libre y sin tener que verse enredado en la maraña de vividores y trileros que nos ha tocado en suerte en este aciago siglo XXI] y arrojan una luz especial para poder llegar a entender lo que nos sucede aunque, llegados aquí ¿hay interés en saber eso?, o ¿simplemente lo que interesa es mirar hacia otro lado mientras todo se derrumba?
Me encantaría encontrarme el resto de entregas de esta peculiar recopilación y, evidentemente, si las encuentro [según que materiales, a pesar de que se entregan, difícilmente se localizan en las bibliotecas públicas del oasis], me las compraré porque al margen de tener material de radio sobre todo, tendré ese imprescindible manual de honestidad en un momento en que la única radio que sintonizo, en este viejo y pisoteado país, es el que me trae la música clásica por aquello de permitirme trabajar sin ser molestado. La chabacanería [y no tiene por qué ser precisamente programación hecha en CHABACANO esa curiosa lengua que se habla en Filipinas] que se destila por la radio de la piel de toro no es precisamente la que nos puede dar un poco de paz y sosiego en estos años que deberían ser de júbilo total, de esperanza.
Gracias a Vidal y a su equipo por estos materiales que realmente enorgullecen a quienes los hacen y, sobre todo, iluminan la senda de los que tienen la suerte de poder localizarlos; algo por cierto, nada fácil en esta zona de España donde, parece que la estolidez, se ha aposentado con inusitada fortaleza.
Excelente trabajo y valdría la pena ser conocido por la mayoría de los que nos leen por aquello de aportar no sólo material de discusión sino por el legado histórico extra que da un plus añadido de calidad, junto a una extraordinaria fluidez en el léxico, hace no sólo amena, sino una imprescindible obra para entender aquella etapa de la que apenas nos separa algo más de una década.