Literatura prosista
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
Las lenguas romances - 5ª parte
Los factores evolutivos de las lenguas romances (continuación)
El superestrato
ste es un término introducido por el lingüista suizo Walter von Wartburg (1888-1971) especialista en lenguas románicas, para designar la lengua que, tras ser llevada a otro dominio lingüístico, no logra imponerse ante la firmeza de la lengua aborigen, y finalmente termina desapareciendo, pero en ese proceso deja rastros fónicos, léxicos o gramaticales en la lengua que persiste.
Así, por ejemplo, las lenguas guaraní (de Paraguay, sur de Argentina y Brasil), quechua (principalmente de Perú y Bolivia, pero también de Colombia, Ecuador y Argentina), y náhuatl o azteca (de México), no fueron absorbidas por el español, pero guardan rastros de él debido precisamente a este fenómeno de antisometimiento lingüístico que manifiesta la lengua aborigen.
La dialectalización
Consiste en un proceso histórico de evolución divergente de una lengua, es decir, una lengua homogénea o poco diversificada en un principio, da origen a variedades divergentes que se van diferenciando progresivamente.
El proceso puede hacer que los dialectos terminen desembocando en lenguas propiamente dichas, por la adquisición de un rango social o literario que las define, al mismo tiempo que se produce la mutua incomprensión entre los dialectos que nacieron de un mismo tronco.
Así, por ejemplo, la evolución del latín dio origen a las distintas lenguas romances, mediante un proceso que llamaríamos de dialectalización. En este ejemplo, el más claro y evidente es el castellano, una lengua actualmente consolidada en todos sus rasgos distintivos, pero que requirió un largo proceso de asentamiento durante toda la Edad Media, y que se llevó a término por variados factores influyentes, especialmente los políticos.
Originalmente el castellano no dejaba de ser un dialecto del latín, como otras derivaciones románicas, pero que hoy en día nadie calificaría como tal, después de convertirse transcurridos 1000 años, en una "lengua" en toda regla que hablan más de 500 millones de personas en todo el mundo.