Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Lengua
SEMÁNTICA
Estudio del significado - 3ª parte
Los campos semánticos (continuación)
ada lengua estructura su léxico en campos propios, no
necesariamente equivalentes: los nombres de colores del griego no se
corresponden con los del castellano; el castellano y el francés no distinguen
los períodos del día de la misma manera; las relaciones de parentesco se
organizan en cada lengua de muy diversa forma.
Véase, por ejemplo, la denominación de "hermano" y "hermana" en francés, húngaro y malayo, según el esquema de Hjelmslev:
Húngaro | Francés | Malayo | |
Hermano mayor | bátya | frère | sudara |
Hermano menor | öcs | ||
Hermana mayor | néne | soeur | |
Hermana menor | hug |
Obsérvese como en malayo, por ejemplo, el denominación no distingue entre sexo y edad, mientras que en francés o castellano existen términos particulares para definirlos.
Así pues, los sistemas de signos que son las lenguas representan una determinada realidad, designan el mundo, al tiempo que crean esa realidad, pues le ponen límites, la estructuran, haciéndola así inteligible.
La situación y el contexto
Dos conceptos esenciales en relación con el significado de las palabras y enunciados son los de situación y contexto. Aunque para algunos teóricos estos términos son sinónimos, parece más adecuado --como ya se dijo-- utilizarlos para designar, respectivamente, el conjunto de circunstancias extralingüísticas (situación) y lingüísticas (contexto) que, de una parte, fuerzan al emisor a elegir y usar los signos necesarios y, de otra, permiten al receptor interpretarlos coherentemente; es decir, que proporcionan sentido a un significado.
Los papeles sociales, la tradición
cultural o la pertenencia a un grupo específico forman parte, entre
otros, de los niveles de situación y contexto.
Pueden distinguirse varios niveles de situación, cuyo análisis muestra la complejidad del mundo en que la comunicación se produce. Así, forman parte de la situación:
Cuando las diferentes situaciones se verbalizan, se convierten en contexto de un signo: el contexto de una palabra es el enunciado del que forma parte; el del enunciado es el texto, como unidad total de comunicación.
La situación y el contexto son determinantes para resolver la virtualidad polisémica de la lengua y para seleccionar los significados denotativos y connotativos de los signos.