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ORTOGRAFÍA
Ortografía de la frase y la palabra - 6ª parte
Las abreviaturas (continuación)
l mundo científico utiliza profusamente las
abreviaturas en sus notaciones, publicaciones, documentos, proyectos, etc.
En el caso de las medidas, las abreviaturas constituyen un importante recurso de notación.
Seguidamente se relacionan algunos símbolos del Sistema Internacional de Unidades. Nótese que no van seguidos nunca de punto.
a ... área, año A ... amperio atm ... atmósfera c ... centi- (10-2) C ... culombio cd ... candela d ... día d ... deci- (10-1) da ... deca- (101) F ... faradio g ... gramo h ... hora; hecto- (102) H ... henrio ha ... hectárea Hz ... hertz o hercio J ... julio k ... kilo- (103) K ... kelvin (antes ºK=grado kelvin) kg ... kilogramo kp ... kilopondio L ... litro (antes l) |
lm ... lumen Ix ... lux m ... metro m ... mili- (10-3) mg ... miligramo min ... minuto ml ... mililitro mm ... milímetro N ... newton Pas ... pascal q ... quintal (antes, qm=quintal métrico) rad ... radián r/m ... revolución por minuto r/s ... revolución por segundo s ... segundo t ... tonelada u, uma ... unidad de masa atómica V ... voltio W ... vatio Wb ... wéber |
Otras muchas abreviaturas se emplean en castellano. Cada ámbito profesional o científico tiene las suyas, que son más o menos permanentes y pueden trascender o no al uso común. Es frecuente que monografías, diccionarios, enciclopedias, catálogos, ediciones críticas, etc., hagan un inventario previo de las que van a utilizar en sus páginas.
La acentuación
Introducción
La pronunciación predominante del castellano es llana. La mayoría de las palabras llanas del castellano acaban en vocal ("cada", "niño"), en /n/ ("hablan") o en /s/ ("cosas"); lo que quiere decir que, de acuerdo con la norma de que no llevan tilde las palabras llanas que acaban en vocal, /n/ o /s/, la mayoría de las palabras castellanas no llevan acento gráfico. Las palabras esdrújulas y agudas son mucho menos abundantes en la lengua, a pesar de lo cual acaparan el mayor número de tildes: las llevan todas las esdrújulas, y las agudas que acaban en vocal, /n/ o /s/.
El empleo sistemático de la tilde ayuda a la correcta pronunciación de las palabras, sobre todo cuando son desconocidas para quien las lee. Esto ocurre con muchos nombres propios: no hay posible error al pronunciar "Viérnoles", "Frómista"o "Elósegui", como no lo hay al decir "Camus", "Suñer"o "Ausejo", si la tilde se usa rigurosamente.
El empleo de la tilde debe extenderse a las palabras escritas en mayúsculas y a las palabras extranjeras. Respecto a estas últimas, o bien se reproduce el acento gráfico -si lo tienen- de su lengua original ("Molière"), o bien, si la palabra se ha castellanizado, se siguen las reglas generales ("fútbol", "córner", "París", "Moscú").