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Lengua
GRAMÁTICA
La oración - 10ª parte
El orden de las palabras en la oración
Introducción
a oración no es únicamente una realidad del habla, sino que también es un
patrón, una estructura de la lengua. Ésta no asigna en la realización de los
enunciados un orden fijo a los constituyentes inmediatos de la oración, sujeto y
predicado, de modo que secuencias como "los niños van al colegio" y "van al
colegio los niños" resultan igualmente aceptables. El castellano presenta una
considerable libertad en el orden de aparición de los elementos oracionales
(mayor, por ejemplo, que el francés, aunque mucho menor que el latín).
Modalidades oracionales y orden de palabras
Las distintas modalidades parecen exigir uno u otro orden. En las enunciativas el sujeto precede, por lo común, al verbo ("esta silla está rota"), pero se pospone en algunas circunstancias: cuando la longitud del sintagma nominal en función sujeto es muy grande ("ha preguntado por ti la madre del chico que vio el accidente desde la ventana"); cuando el verbo es "faltar", "bastar", "suceder", "ocurrir", "sobrar" o algún otro de parecido significado impersonal ("faltan tres minutos"), y, particularmente, cuando un elemento oracional distinto del sujeto aparece al principio de frase enfatizado, es decir, subrayado por una especial entonación e intensidad ("un viaje a Turquía piensa hacer Antonio").
En las interrogativas totales es usual el orden verbo-sujeto ("¿ha llamado Manolo?"), y en las parciales la inversión es prácticamente obligatoria ("¿con quién ha venido Pilar?").
En las imperativas no suele aparecer el sintagma nominal sujeto al ser éste la segunda persona gramatical que ya aparece marcada en la desinencia verbal; pero cuando aparece suele ir pospuesto ("sentaos vosotros aquí", "hazlo tú"), casi siempre con la finalidad de indicar contraste ("vosotros" frente a "nosotros", "tú" frente a "él").
La colocación del sujeto y del verbo en las oraciones enunciativas, interrogativas e imperativas viene, en general, determinada por la norma y no por el sistema.
Tema y rema
La alteración de esa norma comporta diferentes valores expresivos. Para explicarlos puede recurrirse a los conceptos de tema y rema. El tema es, en un enunciado, la información conocida, aquello de lo que va a hablarse; el rema o comentario es la información nueva, el contenido nocional que se aporta a propósito del tema.
El tema viene así a coincidir con el sujeto lógico -o quizás psicológico- de la predicación, pero no es necesariamente el sujeto gramatical. Coinciden, por ejemplo, en la oración:
"La informática le apasiona a Teresa" ("la informática": tema y sujeto), pero no en "a Teresa le apasiona la informática" ("a Teresa": tema; "la informática": sujeto).
Obsérvese que, desde el punto de vista de lo que se comunica, en la primera oración se está hablando de "la informática", acerca de la cual se dice que "le apasiona a Teresa", como podría decirse que "es un negocio muy rentable" o "resulta imprescindible en el mundo moderno". En la segunda oración, de quien se está hablando es de "Teresa": ella es el asunto de la conversación y acerca de ella se podrían enunciar otros comentarios ("le aburre la música" o "estudia Bachillerato", por ejemplo).
Determinar cuáles son el tema y el rema de una oración exige conocer el contexto o la situación. En ejemplos como "Juan se escapó de casa", "Juan" sería el tema y "se escapó de casa" el rema, si el enunciado es la respuesta a "¿qué hizo Juan?", pero todo ello sería rema si responde a "¿qué ocurrió?"; incluso "Juan" podría ser el rema, con una entonación enfática, como respuesta a "¿quién se escapó de casa?".