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Lengua
GRAMÁTICA
La oración - 5ª parte
La relación sujeto-predicado (continuación)
La elipsis
e entiende por elipsis, según la definición clásica, la omisión de palabras en
un enunciado que no impiden que éste sea inteligible. Según esta definición
aparecen elipsis en oraciones como las siguientes:
"Año de nieves, años de bienes" (es)
"Juan bebe vino y Luís agua mineral" (bebe)
"¿Ya de vacaciones?" (estás)
Un concepto tan amplio permite explicar los fragmentos, según hacía la gramática tradicional, como una especie de oraciones implícitas a las cuales subyacería una estructura lógica sujeto-predicado.
Conviene, sin embargo, distinguir tres clases de elipsis.
Una, estrictamente gramatical, que consiste en la supresión de elementos que la propia estructura de la oración permite reconstruir.
"Juan se levantó y salió"
(la desinencia de "salió" marca inequívocamente su sujeto, el mismo de "se levantó")
Otra, contextual, que permite reconstruir los elementos omitidos por el contexto, como ocurre en las respuestas a preguntas previamente formuladas:
"El director"
(el contexto permite entender el sentido: respuesta a "¿quién ha llamado?" o a "¿quién es aquél?")
Y, finalmente, una elipsis situacional o extralingüística, en la que la recuperación de los elementos tácitos viene determinada por la presencia de una situación no referida lingüísticamente:
"¡Qué horror!"
En la actualidad se tiende a incluir en las gramáticas oracionales sólo la primera clase de elipsis, la cual presenta esencialmente las siguientes posibilidades, según sean los elementos elididos:
"La niña canta y baila"
"Vivo en Madrid",
que se encuentra marcado en las desinencias; obsérvese que en los casos de primera y segunda personas la presencia del pronombre resultaría enfática o contrastiva.
"El guía quería visitar la Alhambra",
donde el sujeto lógico del infinitivo es el mismo que tiene el verbo que lo rige; compárese con "el guía quería que los turistas visitasen la Alhambra".
"Yo pago la comida y vosotros los cafés",
en que el verbo de la segunda proposición es recuperable gracias a la presencia del complemento.
"La carta llegó a tiempo, pero el giro no",
en que la marca "no" (como similares marcas adverbiales: "sí", "también", "tampoco") recubre todo el predicado: "no llegó a tiempo".