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Inventos e inventores
HISTORIA DE LOS INVENTOS
Fuente: Revista "Sucesos"
La electrónica - 2ª parte
Los cien padres
esde la invención del pantelégrafo distintos inventores aportaron, independientemente, luces de su genio para ir salvando los obstáculos que se oponían al salto desde la transmisión de escritura o imágenes inmóviles a la transmisión de figuras en movimiento, en el momento mismo en que esas figuras andaban, corrían, bailaban o reían. La televisión, como se ha dicho, tiene un ciento de padres. çMuchos cooperaron en ella, como Alejandro Bain (transmisión de dibujos), Arturo Korn (perfeccionó el sistema de Bain con la incorporación de la célula fotoeléctrica) y Pablo Nipkow (creó el disco que lleva su nombre para la descomposición de la imagen en puntos y facilidad en la "exploración").
Comúnmente se atribuye, sin embargo, la calidad de "inventor" de la TV a Juan Logie Baird, hijo de un clérigo escocés que por mala salud no había podido concluir la carrera de ingeniero, que empezó antes de la Primera Guerra Mundial. Desesperado, tentó suerte en toda clase de negocios, desde fabricar mermelada en Trinidad a vender jabones de fabricación francesa en Londres. Nada le resultó. En 1922, convaleciente de paludismo, tomó una extraña decisión: inventar la televisión, acerca de la cual tantos habían hecho tantos aportes.
Baird trabajó con un tesón que no se ve con mucha frecuencia, fabricó aparatos con ruedas de bicicleta y cajas de cartón, hasta que logró transmitir la imagen de un muñeco colocado frente a su cámara. En 1925 pudo transmitir desde una pieza a otra el rostro de un empleado de la tienda que estaba en la planta baja del cuarto que le servía como laboratorio. Ese anónimo empleado tuvo el honor de ser la primera persona televisada en la historia del mundo.
Primer paso y perfeccionamiento
John Logie Baird usaba el sistema mecánico de exploración y reunión de imágenes, empleando el disco de Nipkow y una cédula fotoeléctrica, es decir, capaz de transformar la luz recibida en impulsos eléctricos. La transmisión la hacía primero por telefonía con hilos y más tarde por radiotelefonía. Trató de interesar a la BBC de Londres para que iniciara programas, pero esta estación se resistió hasta que el Parlamento la obligó, en 1929, a lanzar transmisiones experimentales.
Entretanto, en Estados Unidos se había perfeccionado el sistema electrónico de televisión, mediante los estudios de Farnsworth y su rival Zworykin. Ambos contaban con los medios que pusieron a su disposición grandes laboratorios norteamericanos. Llegó a idearse la imagen orthicon, que hace a la cámara de televisión tan sensible que puede funcionar con la luz que da una vela.
El corazón del sistema televisivo consistía en que los resplandores luminosos que devuelve la imagen al ser explorada punto por punto con un rayo luminoso actúaban sobre cédulas fotosensibles, en las cuales se generaba un impulso eléctrico proporcional a la intensidad del reflejo luminoso que reciben. Se transmiten así, mediante ondas eléctricas de distinta intensidad, los tonos blancos, negros o grises de la imagen. En el aparato receptor, los impulsos eléctricos eran nuevamente transformados en luz, reproduciendo, punto a punto, la imagen en una pantalla de rayos catódicos. Actualmente, el tubo de rayos catódicos ha ido desapareciendo y cediendo su sitio a modernas pantallas "frías" y planas con variadas tecnologías (LCD, LED, etc).
Los primeros programas regulares de televisión fueron transmitidos el 2 de noviembre de 1936, desde el Alexandra Palace de Londres. El estallido de la Segunda Guerra Mundial interrumpió las transmisiones de televisión, porque sus ondas podrían haber servido de guía a los aviones enemigos. Se reanudaron en junio de 1946. John Logie Baird murió pocos días después, a la edad de 58 años, cuando se había puesto a trabajar en la televisión en colores. Alcanzó a dejar su "telecromo", que permitía transmitir imágenes en colores. Desde entonces el sistema se ha perfeccionado de forma sorprendente.
El caso del radar
Robert Watson-Watt entró a la Fuerza Aérea británica con la idea de estudiar un método para anticipar la "llegada" de una tempestad.
ROBERT WATSON-WATT. Dirigió la investigación del radar. Fue elevado al
rango de Caballero en reconocimiento a su labor científica. Su invento
fue un factor decisivo en la "Batalla de Inglaterra", donde detectó
aviones enemigos a considerable distancia.
Siendo ésta un fenómeno eléctrico, cuyos sonidos como de crepitación podían ser escuchados en un receptor inalámbrico, pensaba que debía haber un sistema para saber a qué distancia se estaban produciendo los "ruidos de la tempestad" y determinar su dirección y fecha de llegada al punto interesado.
CENTRAL DE INFORMACIONES. "Ojos y oídos" de la defensa británica en
Malvern, Worcestershire. Estas instalaciones sólo fueron conocidas una
vez terminada la Segunda Guerra Mundial.
Como no tenía medios propios, era hijo de un carpintero escocés, se refugió bajo las alas de la Fuerza Aérea, y obtuvo cooperación de la BBC de Londres. Pudo al fin establecer que los movimientos de las tempestades podían ser determinados a 7.200 kilómetros de distancia. Su éxito le abrió las puertas a la actividad de investigación.