Inventos e inventores
HISTORIA DE LOS INVENTOS
Fuente: Revista "Sucesos"
El telégrafo y el teléfono - 4ª parte
La invención del teléfono (continuación)
quel día 14 de febrero de 1876, después de cinco años de experimentos, Bell transmitió la primera frase telefónica de la historia utilizando un transmisor de tipo químico.
Sus palabras, fuera de programa, se harían posteriormente célebres en los anales de la historia de la ciencia.
TELÉFONO MAGNÉTICO. Su creador fue Bell. Los órganos en
movimiento están construidos con mayor precisión y una barrita
imantada permite la circulación de corrientes moduladas. No se
emplea pila eléctrica
El inventor, habiendo derramado ácido sobre su traje, lanzó este sencillo y urgido mensaje por el tubo a su ayudante que estaba en otra habitación: "Mr. Watson, venga aquí, le necesito".
Había nacido el teléfono y Bell se apresuró a patentarlo. Apenas dos horas después de que había concurrido a la oficina de patentes, hizo su entrada en ella Elisha Gray, de Ohio, que en un memorial describía un invento prácticamente igual al de Graham Bell. La estrecha llegada en esta carrera por obtener el teléfono tuvo que ser dirimida por los tribunales de justicia, que, tras largos alegatos, fallaron la causa en favor de Bell. Por sólo 120 minutos, Gray había perdido su oportunidad de pasar a la historia como un inventor célebre.
Elisha Gray presentó este sistema con solo dos horas de
atraso, respecto a Bell, en el registro de marcas. Su funcionamiento
estaba basado en la presión variable del agua.
Tras ser perfeccionado por Edison, el teléfono experimentó un rápido desarrollo técnico, alcanzando en pocos años las proporciones de una amplia red de telecomunicaciones. En 1900, sólo la "Bell Telephone Company" contaba ya con más de un millón de abonados y cerca de dos millones de líneas que transmitían anualmente nada menos que dos mil millones de conversaciones.
Durante la década de 1920 fue introducido el sistema automático y desde entonces hasta la fecha el teléfono ha tenido una difusión impresionante a través de todo el globo, hasta convertirse en uno de los aparatos más indispensables de uso cotidiano y a la vez en una especie de símbolo del febril mundo moderno.