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Geología
GEODINÁMICA INTERNA
Seísmos - 2ª parte
Desarrollo de un seísmo
as perturbaciones provocadas por las fallas se transmiten a través de las capas de la corteza terrestre. Si una zona de la corteza donde existe una fractura es sometida a fuerzas tectónicas capaces de desplazar grandes masas de tierra, dada la elasticidad de la corteza comienzan a manifestarse deformaciones (pliegues).
Conforme la presión aumenta progresivamente sobre las masas, alcanzarán un valor límite en el cual la falla será desplazada rápidamente, liberándose a la vez una gran cantidad de energía (vibraciones) que será transmitida a través de la litosfera, es decir, se manifiesta un seísmo.
Tsunamis
Cuando el seísmo se produce en el fondo del mar o en las costas, dependiendo de su magnitud, las aguas pueden se agitadas violentamente y formar olas gigantescas (en ocasiones de hasta 30 metros de altura).
Cuando el seísmo se produce en el fondo del mar, se pueden formar olas gigantescas, en ocasiones de hasta 30 metros de altura
Si el epicentro de seísmo se encuentra mar adentro, las olas se propagan hasta las costas donde se estrellan, causando a su paso inundaciones y gran destrucción. Estos maremotos se reconocen en sismología con cualquiera de los términos: tsunamis (en Japón), ola de marea, ola de traslación, o también con la locución francesa raz de marée.
Efectos primarios y secundarios
En cuanto a los efectos de los seísmos, se dice que éstos son primarios cuando están producidos directamente por las dislocaciones, es decir, son producto de la intervención directa del movimiento sísmico por encontrarse dentro del ámbito de desplazamiento de la falla. Si por el contrario, los efectos ocurren alejados del punto de dislocación, pero surgen al paso de las ondas sísmicas producidas por ella, se denominan efectos secundarios.