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Geografía económica   Historia

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Geografía económica

estruida casi en un 80 % por los ataques nazis sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, la denominada Rusia Blanca se benefició de importantes inversiones que llegaron desde Moscú para su reconstrucción. Así, a fines de la década de 1980 el nivel de vida de los bielorrusos era uno de los más elevados de la antigua U.R.S.S. Sin materias primas ni fuentes de energía de gran importancia, el país dirigió desde un comienzo su actividad económica hacia la agricultura y la ganadería. La primera, que representa el 23% de la producción nacional y que ocupa al 19% de la población activa, está orientada básicamente al cultivo de cereales, lino, patatas y remolacha azucarera.

La cría de ganado vacuno, que es la actividad ganadera por excelencia, se concentra en la región meridional. Durante la última década de la era soviética, el 30 % del lino, el 15 % de las patatas y del 6 al 7 % de la leche y la carne que eran consumidos en todo el gran estado asiático provenían de Bielorrusia. Pero en abril de 1986 la catástrofe de la central nuclear de Chernobil, de la que aún no se han podido evaluar totalmente las consecuencias, provocó que al menos una quinta parte de las tierras cultivables bielorrusas fueran desechadas para la agricultura. No obstante, el suelo ha proporcionado a este nuevo Estado el privilegio de poseer abundantes bosques que sirven de base para una destacada industria maderera, además de grandes cantidades de turba que se obtienen de las regiones pantanosas.

A pesar de que la Segunda Guerra Mundial hizo estragos en la infraestructura industrial de este país, logró recuperarse hasta el punto de que en la actualidad representa el 51% de la producción nacional y ocupa al 31 % de la población activa. Los sectores de mayor productividad son el mecánico (camiones, máquinas agrícolas, motos, equipamientos militares), el electrónico, el textil, el papelero y, más recientemente, el informático.

En Polots, al N, el refino de petróleo ha dado lugar a la creación de industrias petroquímicas y en Polesia se han instalado industrias de fibras sintéticas, papel y celulosa. Bielorrusia exporta el 50% de su producción e importa el 40 % de su consumo, lo que permite afirmar que tiene una economía abierta en la que sus principales asociados son Rusia, Ucrania, las repúblicas bálticas y Polonia. Las excelentes redes de transporte con que cuenta la región (tanto ferroviarias como fluviales) son un importante factor coadyuvante para el desarrollo de la economía.

Historia

Las primeras tribus eslavas orientales aparecieron en el territorio de la actual Bielorrusia hacia el s. V, y allí se asentaron de forma definitiva en el s. IX. A ellas se suele adjudicar la posesión de los principados creados en torno a las ciudades de Polots, Minsk y Pinsk, anexados en el siglo X a Kiev. Entre los ss. XIII y XIV la región pasó a depender del gran ducado de Lituania que, doscientos años más tarde, se unió al reino de Polonia bajo la presión de los caballeros teutónicos. Como consecuencia de la partición de este reino (1772-1795), las tierras bielorrusas fueron incorporadas al imperio zarista y desde entonces se mantuvo la influencia de Rusia sobre la región.

Durante el s. XIX la nobleza terrateniente polaca, visceralmente católica, dominó a la población bielorrusa, de origen rural y de tradición religiosa ortodoxa. Como consecuencia de esta situación y del importante éxodo de población desde zonas rurales hacia las ciudades --provocado por el avance de la industrialización--, surgió a comienzos del s. XX la primera formación política bielorrusa. Se trataba de un partido socialista y revolucionario, creado en 1902 por un grupo de estudiantes de San Petersburgo, allegados al partido socialista polaco. Después de la Revolución rusa de 1917, los nacionalistas bielorrusos y los socialistas formaron la Rada, un consejo nacional que tenía la finalidad de alcanzar la autodeterminación y la independencia, proclamada finalmente el 25 de marzo de 1918. Pero el poder de aquella nueva república era en realidad débil. Observada por los alemanes, los polacos y los bolcheviques rusos, ocupada por unos y otros, el 1 de enero de 1919 la región se convirtió finalmente en la República Socialista Soviética de Bielorrusia. En febrero del mismo año el nuevo Estado se fusionó con Lituania y crearon la República Soviética Lituano-Bielorrusa (conocida como Litbel).

Entre abril de 1919 y julio de 1920 la Litbel estuvo bajo poder de los polacos, que habían ocupado por la fuerza el territorio. Pero a través del tratado de Riga, firmado en marzo de 1921, la efímera república quedó dividida entre la U.R.S.S. y Polonia, estableciendo la frontera de las dos regiones al O de Minsk. Los años 20 fueron para Bielorrusia una época de oro en la concreción de su nacionalismo cultural y su identidad; además, en ese período la república alcanzó un importante desarrollo económico. Pero llegada la década de 1930, el proceso de colectivización iniciado en la U.R.S.S. y las purgas estalinistas revirtieron el esplendor. Durante la Segunda Guerra Mundial la Rusia Blanca fue ocupada por los alemanes (1941-1944), y se cree que alrededor de 1.300.000 personas murieron en esa intervención.

En 1945 los actuales límites del Estado fueron reconocidos internacionalmente. Entre 1960 y 1970 el proceso de centralización soviética continuó afectando a la región; descendió la utilización del bielorruso en escuelas y publicaciones y la república se convirtió en una de las más prósperas. A pesar de que la fidelidad al poder central había sido una característica de los rusos blancos, éstos comenzaron a oponerse a las medidas económicas propuestas desde Moscú por Mijail Gorbachov, a partir de 1985, debido a que la prosperidad que vivía la república empezaba a verse afectada por el plan de la perestroika. El 27 de julio de 1990 Bielorrusia proclamó su soberanía en la U.R.S.S. y, a los pocos meses (25 de agosto de 1991) declaró su independencia. En septiembre Stanislau Shushkevich fue elegido presidente. Fue precisamente en la capital de esta ex república soviética donde, el 8 de diciembre de 1991, se aprobó el acuerdo de Minsk que dio lugar a la creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), firmado por Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

Confirmando su intención de independencia, el 23 de mayo de 1992 las autoridades bielorrusas firmaron en Lisboa el protocolo de aplicación del tratado START sobre la reducción de los arsenales nucleares estratégicos. Paralelamente, en el mismo mes se aprobó la entrada en circulación de una nueva moneda bielorrusa, el rubel. En 1994 fue elegido presidente Alexander Lukashenko, partidario de la integración con Rusia y una economía comunista.

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