El egoísta sería capaz de pegar fuego a la casa
del vecino para hacer freír un huevo.
Quisiera vivir para estudiar, no estudiar para
vivir.
La soberanía del hombre está oculta en la
dimensión de sus conocimientos.
La esperanza es un buen desayuno pero una mala
cena.
Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a
sus víctimas. He ahí su sabiduría.
Lo malo cuando se finge bueno, es pésimo.
La bajeza más vergonzosa es la adulación
La duda: la escuela de la verdad.
El que no aplique nuevos remedios debe esperar
nuevos males, porque el tiempo es el máximo
innovador.
La envidia es el gusano roedor del mérito y de
la gloria.
La maravilla de un solo copo de nieve supera la
sabiduría de un millón de meteorologistas.
La lógica, dado el mal uso que de ella se hace,
vale más para estabilizar y perpetuar los errores
cimentados sobre el terreno de las ideas vulgares,
que para conducir al descubrimiento de la verdad.
El silencio es la virtud de los locos.
La perfección de la propia conducta estriba en
mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la
libertad ajena.
El conocimiento es poder.
El respeto de sí mismo es, después de la
religión, el principal freno de los vicios.
Nada induce al hombre a sospechar mucho como el
saber poco.
El malo, cuando se finge bueno; es pésimo.
Un hombre no es más que lo que sabe.
He preferido estudiar los libros que a los
hombres.
Poca ciencia aleja muchas veces de Dios, y mucha
ciencia conduce siempre a él.
La felicidad de los grandes consiste no en
sentirse felices, sino en comprender cuan felices
piensan otros que han de ser ellos.
La cabeza de muchas personas de alta estatura se
parece a las casas; el piso mas alto es el peor
amueblado.