Ciencia es todo aquello sobre lo cual siempre
cabe discusión.
El hombre es el ser que necesita absolutamente
de la verdad y, al revés, la verdad es lo único que
esencialmente necesita el hombre, su única necesidad
incondicional.
El hombre se diferencia del animal en que bebe
sin sed y ama sin tiempo.
La ciencia consiste en sustituir el saber que
parecía seguro por una teoría, o sea, por algo
problemático.
La historia del toreo está ligada a la de
España, tanto que sin conocer la primera, resultará
imposible comprender la segunda.
Dime cómo te diviertes y te diré quién eres.
Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre,
no puede destigrarse, el hombre vive en riesgo
permanente de deshumanizarse.
Un historiador es un profeta al revés.
Es funesto que nos acostumbremos a reconocer
como ejemplos de sana belleza algunas obras
clásicas, que acaso son objetivamente muy valiosas,
pero que no causan deleite.
Evitemos suplantar con nuestro mundo el de los
demás.
El mundo es la suma total de nuestras
posibilidades vitales.
El mayor crimen está ahora, no en los que matan,
sino en los que no matan pero dejan matar.
El malvado descansa algunas veces; el necio
jamás.
Para el escritor hay una cuestión de honor
intelectual en no escribir nada susceptible de
prueba, sin poseer antes ésta.
¿Qué perfección es ésta que complace y no
subyuga, que admira y no arrastra?
Es el porvenir quien debe imperar sobre el
pretérito, y de él recibimos la orden para nuestra
conducta frente a cuanto fue.
El que no pueda lo que quiera, que quiera lo que
pueda.
El amor auténtico se encuentra siempre hecho. En
este amor un ser queda adscrito de una vez para
siempre y del todo a otro ser. Es el amor que
empieza con el amor.
La mayor parte de los hombres tiene una
capacidad intelectual muy superior al ejercicio que
hacen de ella.
Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande,
sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.