El alma resiste mucho mejor los dolores agudos
que la tristeza prolongada.
El hombre que más ha vivido no es aquel que más
años ha cumplido, sino aquel que más ha
experimentado la vida.
Siempre es más valioso tener el respeto que la
admiración de las personas.
La clase de felicidad que necesito es menos
hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero.
Un buen padre vale por cien maestros.
Nadie puede ser feliz si no se aprecia a sí
mismo.
Ser adulto es estar solo.
No conozco mayor enemigo del hombre que el que
es amigo de todo el mundo.
Las injurias son las razones de los que tienen
culpa.
La igualdad de la riqueza debe consistir en que
ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar
a otro, ni ninguno tan pobre que se vea necesitado
de venderse.
No basta que una esposa sea fiel, es menester
que su marido, sus amigos y sus vecinos crean en su
fidelidad.
Es verdaderamente libre aquel que desea
solamente lo que es capaz de realizar y que hace lo
que le agrada.
Renunciar a nuestra libertad es renunciar a
nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los
deberes de la humanidad.
La libertad no es fruto que crezca en todos los
climas, y por ello no está al alcance de todos los
pueblos.
No es nada fácil abandonar la virtud; ella
atormenta durante mucho tiempo a los que la
abandonan.
El hombre es un milagro sin interés.
El gobierno tuvo su origen en el propósito de
encontrar una forma de asociación que defienda y
proteja la persona y la propiedad de cada cual con
la fuerza común de todos.
Es muy difícil pensar noblemente cuando no se
piensa más que para vivir.
Hay un libro abierto siempre para todos los
ojos: la naturaleza.
No hacer el bien es un mal muy grande.
Las ideas generales y abstractas son fuente de
los más grandes errores humanos.