El honor es la conciencia externa, y la
conciencia, el honor interno.
La cólera no nos permite saber lo que hacemos y
menos aún lo que decimos.
La personalidad del hombre determina por
anticipado la medida de su posible fortuna.
En la vejez se aprende mejor a esconder los
fracasos; en la juventud, a soportarlos.
El instinto social de los hombres no se basa en
el amor a la sociedad, sino en el miedo a la
soledad.
Quien ha perdido la esperanza ha perdido también
el miedo: tal significa la palabra "desesperado".
Por vida feliz hay que entender siempre "menos
desdichada"; es decir, soportable. Y realmente, la
vida no se nos ha dado para gozarla, sino para
sufrirla, para pagarla.
Para millones y millones de seres humanos el
verdadero infierno es la Tierra.
No hay ningún viento favorable para el que no
sabe a que puerto se dirige.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el
texto; los treinta siguientes, el comentario.
Los hombres vulgares han inventado la vida en
sociedad porque les es más fácil soportar a los
demás que soportarse a sí mismos.
Los amigos se suelen considerar sinceros; los
enemigos realmente lo son: por esta razón es un
excelente consejo aprovechar todas sus censuras para
conocernos un poco mejor a nosotros mismos, es algo
similar a cuando se utiliza una amarga medicina.
La riqueza es como el agua salada; cuanto más se
bebe, más sed da.
La envidia en los hombres muestra cuán
desdichados se sienten, y su constante atención a lo
que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto
se aburren.
La cantidad de rumores inútiles que un hombre
puede soportar es inversamente proporcional a su
inteligencia.
La belleza es una carta de recomendación que nos
gana de antemano los corazones.
La amabilidad es como una almohadilla, que
aunque no tenga nada por dentro, por lo menos
amortigua los embates de la vida.
Un genio es el que es capaz de ver la idea en el
fenómeno.
En la música todos los sentimientos vuelven a su
estado puro y el mundo no es sino música hecha
realidad.
El hombre es en el fondo un animal terrible y
cruel. Lo conocemos como ha sido domesticado y
educado por lo que conocemos como civilización.