Es mucho más difícil juzgarse uno mismo que
juzgar a los demás. Si logras juzgarte correctamente
serás un verdadero sabio.
La guerra es una enfermedad como el tifus.
El avión es solamente una maquina, pero qué
invento tan maravilloso, qué magnífico instrumento
de análisis: nos descubre la verdadera faz de la
Tierra.
Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar
juntos en la misma dirección.
Al primer amor se le quiere más, a los otros se
les quiere mejor.
El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un
hombre que sabe adónde va.
No era más que un zorro semejante a cien mil
otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en
el mundo.
Lo que embellece al desierto es que en alguna
parte esconde un pozo de agua.
Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es
invisible para los ojos.
Para ver claro, basta con cambiar la dirección
de la mirada.
La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio.
Tendré que soportar dos o tres orugas si quiero
conocer a las mariposas.
Me pregunto si las estrellas se iluminan con el
fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la
suya.