En Nueva Caledonia acaban de celebrarse los campeonatos mundiales de esta peculiar especialidad de piragüismo tradicional típica de los mares del sur; tuvieron lugar del 25 al 29 de mayo de 2010, en una zona delimitada del litoral de la capital del archipiélago, justo catorce años después de la última vez que vinieron a las islas; la competición tiene el patrocinio de la Federación Internacional de Va’a.
A los campeonatos, según información oficial, acudieron 2500 deportistas procedentes de todo el mundo [sólo África no tuvo representación, imaginamos que bastante tienen con iniciar el tenebroso camino hacia Europa y, por lo tanto, el piragüismo puede esperar]. En total se compitió en 53 pruebas durante cinco días en las instalaciones de Anse-Vata (Nouméa), a donde acudieron miles de aficionados a animar a los equipos participantes que competían en las siguientes categorías:
Individual V1 500 metros.
Seis personas V6 500-1000-1500 metros.
Doce personas V12 500-1000-1500 metros.
Cadetes (hasta 16 años).
Juniors (hasta 19 años).
Abierto.
Maestros.
Maestros seniors.
Maestros oro.
Discapacitados.
Originalmente las piraguas eran construidas en madera y se les dotaba de velas, medían hasta 30 metros, se utilizaban como barcos de pesca o de transporte entre islas a fuerza de remos, sistema empleado por los polinesios desde la noche de los tiempos. Sin embargo, fue a finales del XX cuando comienza a popularizarse la competición con este tipo de barcazas [en España lo más parecido serían las competiciones de traineras en el País Vasco] entre los diferentes pueblos de la región. Originalmente entre equipos de Tahití y Hawai, la disciplina saltaría después a otras islas e incluso se iría popularizando en otros continentes; hoy es una especialidad que tiene adeptos en prácticamente todo el orbe.
El sello fue realizado por Aurélie Baras, se imprimió en offset por la imprenta del correo francés Phil@poste en minipliegos de diez ejemplares de gran formato y una tirada de 100.000 efectos con un facial de 75 francos, equivalente a la tarifa básica nacional hasta 20 gramos, formato horizontal de 26×76 mm. Se trata de un precioso sello de temática deportiva y naval, pero también puede servir para flora, fauna, transporte, correo, etc. Sólo hay que analizar cuidadosamente su diseño para completar el hueco que más nos agrade a se adapte a nuestras preferencias temáticas.
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JUAN FRANCO CRESPO
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