Estimados amigos internautas de España y el Mundo; La enseñanza mejora a los buenos y hace mejores a los denominados malos, que aun así también son buenos.
Hay en los naturales la diferencia que en los metales: unos resisten al fuego, otros se deshacen en él y se derraman; Pero todos se rinden al buril o al martillo y se dajan reducir a sutiles hojas.
No hay ingenio tan duro en quien no labre algo al cuidado y el castigo o reprienda. Es verdad que alguna vez no basta la enseñanza como sucedió con Nerón, o al príncipe de todos… porque entre la púrpura o entre los bosques y la selva suelen criarse mónstruos que aducen grandezas que no reconocen la dialectica de corrección.
Raul Delongaro Paredes, San Fernando VI – Region Chile Bicentenario 2010