«La zorra y el cuervo» [Félix María de Samaniego]
En la rama de un árbol, bien ufano y contento, con un queso en el pico estaba el señor Cuervo. Del olor atraído un Zorro muy maestro, le dijo estas palabras, o poco más o menos: “Tenga usted buenos días, señor Cuervo, mi dueño; vaya que estáis donoso, mono, lindo…