Recuperamos un tema que, al parecer, resulta de interés entre nuestros lectores: las emisiones postales relacionadas con el mundo de la prensa. De nuestros archivos extraemos algunas emisiones realizadas por el correo argentino y otra por el nepalí. Los que deseen ampliar detalles sólo tienen que acudir a las respectivas cabeceras para llegar a más datos.
El decano de la prensa argentina radica en Rosario; la cabecera «EL CAPITAL» responde al deseo del visionario Ovidio Lagos que la concreta el 15 de noviembre de 1867, hace ahora 135 años. Inicialmente fue una simple hoja que aspiraba a convertir la ciudad en un asiento de poder político en la provincia de Santa Fe, debiendo enfrentarse a numerosas dificultades y, en determinado momento, convertirse en todo lo que hay que hacer para sacar adelante un periódico, por sencillo que éste sea: redactor, maquetista, impresor…
Lagos, que vivió una etapa de entrega total a su sueño, fue testigo directo de las luchas que se dieron en aquella etapa histórica: Guerra con el Paraguay, colonización del desierto chaqueño, la tenaz entrega para alcanzar la capitalidad a favor de Rosario, etc., situaciones que nutrieron abundantemente sus páginas y constituyó la simiente por la que se fraguarían otros muchos proyectos periodísticos que estaban destinados a forjar el espíritu de progreso que quedó impregnado en la sociedad rosarina. El diario y su fundador tuvieron que soportar, en numerosas ocasiones, represalias y juicios, lo único que pretendían eran acallar la voz discordante de un medio comprometido con la verdad y sus lectores.
El 13 de agosto de 1891 expiraba su fundador (Lagos había nacido el 31 de agosto de 1825) y a lo largo de su vida realizó numerosos trabajos: empleado de comercio, tipógrafo, soldado, parlamentario… Aunque es cierto que su legado periodístico fue por el que más se le conoció, éste fue seguido por su hijo el doctor Ovidio Amadeo Lagos que no sólo actualizó el diario, sino que continuó con su abnegada entrega y ofreció una información ecuánime y veraz que hicieron de EL CAPITAL el heraldo de las tierras del norte argentino.
El sello que el correo argentino le dedicara, el 11 de noviembre de 1967, al centenario diario de provincias, nos muestra, en primer término, la figura de su fundador con un fondo en donde se recoge la primera edición del diario en la que, solemnemente, expresó el pensamiento que regiría los destinos del añejo periódico: «Las columnas de LA CAPITAL pertenecen al pueblo.»
Esta estampilla fue lanzada en su día en pliegos de 100 ejemplares en color sepia, recordemos que en los años sesenta los alardes tipográficos estaban aún por llegar a muchas firmas que imprimían los signos postales. A pesar de la sobriedad del color, consideramos que ésta es una bella muestra de una vieja escuela de diseñadores argentinos y, para nuestro gusto, una de las que más apreciamos dentro de la temática, de ahí que hoy nos hayamos querido hacer eco de la misma, a pesar de su lejanía en el tiempo. El facial fue de veinte pesos y tuvo una tirada de dos millones de efectos: eran tiempos en que los sellos servían para ponerlos en las cartas; en la actualidad esta costumbre, en aras de la modernización, la competitividad y otros muchos adjetivos de la economía «global» han hecho que los sellos sean «unos perfectos desconocidos» en la mayoría de las oficinas de correos y, sin embargo, el facial anual promedio que realizan los servicios postales «pseudo-privatizados» siguen «creciendo y creciendo».
El siguiente valor temático está dedicado a honrar al periodista en su conjunto. Este sello apareció el 20 de junio de 1998, su facial fue de 75 centavos (tarifa básica nacional) y la viñeta representa distintos medios inherentes a la profesión periodística: micrófono, cámara fotográfica, pluma, máquina de escribir, pantalla de ordenador y, como fondo, la cabecera de la Gazeta de Buenos Ayres del 7 de junio de 1810. Este sello fue diseñado por Ariel Méndez (Departamento de Comunicación Visual del Correo Argentino), se imprimió en pliegos de veinte ejemplares y, como contrapartida al de los años sesenta, la tirada total fue de sólo 304.000 ejemplares.
¿Por qué el 7 de junio es el día del periodista argentino? Porque en este día de 1810, el joven secretario de la Junta Emancipadora, Dr. Mariano Moreno, fundaba la primera cabecera del nuevo país independiente: «Gazeta de Buenos Ayres», aunque le habían precedido ya otras cabeceras: El Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de La Plata (fundado por Hipólito Vieytes en 1801); Correo de Comercio que salió el 3 de marzo de 1810, etc.
La época de los grandes diarios argentinos arranca en 1867 cuando aparece precisamente LA CAPITAL (Rosario), le siguen «La Prensa» y «La Nación» de Buenos Aires. En 1876 el Herald inaugura el servicio cablegráfico con Europa y el telegráfico trans andino por el que se enviaban y recibían noticias que nutrían las páginas de los periódicos de la época. En Mendoza inicia su andadura «Los Andes» (1882); en La Plata aparece «El Día» (1884) y en Córdoba «Los Principios» (1894).
En la Argentina la prensa y sus medios fueron más allá de la clásica supervivencia comercial: se constituyeron en la base del sistema democrático que, lamentablemente, entró en crisis. Hoy la clase política vive, ensimismada, su propia autoinmolación. Corrompida la ética, la sociedad vive inmersa en un caos en donde sólo el dinero, como en los tiempos bíblicos, tiene poder y crea voluntades. Así que parece tener un futuro nauseabundo, donde la globalización oligopólica todo lo destruye, arrasa o corrompe, en suma: todo se compra y la judicatura nos ofrece espectáculos que nos sumen en la peor tortura de nuestro tiempo histórico. ¡Qué cara pondrían los padres del periodismo si pudieran vernos en pleno siglo XXI!
El siguiente valor que localizamos fue el dedicado al Centenario de «El Liberal» (Santiago del Estero). La ciudad fue fundada en 1553 por Francisco de Aguirre a orillas del Río Dulce, fue la primera ciudad del extenso Río de La Plata, allí se erigió la primera catedral y se levantó la primera escuela de la colonia española en aquel inmenso territorio virreinal en el Cono Sur.
Desde Santiago del Estero partirían las expediciones que en el XVI dieron lugar al nacimiento de las primeras ciudades del noroeste argentino y en esa época se le adjetivó como la «Madre de las ciudades». En el XIX el caudillo Juan Felipe Ibarra proclamó (1820) la autonomía santiagueña y tomó el gobierno de la provincia al frente de la cual se mantuvo durante treinta años.
A finales del siglo, el 3 de noviembre de 1898 vieron la luz los primeros 200 ejemplares del vespertino «El Liberal» que fundó Juan Figueroa, un joven cordobés con grandes ilusiones. Inicialmente fue una modesta publicación de sólo cuatro páginas que, con el paso del tiempo fue transformándose en el principal órgano de difusión de la provincia y tendía a concretizar las tendencias liberales que inundaban Europa.
Con esta cabecera, el norte argentino se incorporaba a la historia del periodismo, pues hasta doce años más tarde no vería la luz la Gaceta de Tucumán, diario que actualmente encabeza la prensa de la región por ejemplares vendidos.
En 1929 las acciones de Juan Figueroa fueron transferidas a Hermanos Castiglione (Antonio y José). En la actualidad la dirección la ejercen sus descendientes Julio César Castiglione y José Luis Castiglione (director editorial y director ejecutivo, respectivamente).
En 1931 dejó de salir por las tardes y dos años después su tirada media era de 6000 ejemplares y entre sus hitos está el haber sido núcleo generador de la segunda emisora de radio del estado y del primer canal abierto de televisión para el norte (también del primer canal por cable en Santiago del Estero).
El sello, en tonos marrones, nos muestra a su fundador de perfil sobre un fondo con el primer número editado y la vieja linotipia situada en el lado derecho. Lo realizó Ariel López y se imprimió en hojas de veinte ejemplares con una tirada de 304.000 efectos. Este bello ejemplar fue el fruto de un concurso nacional lanzado por el Correo Argentino y el propio diario, llegaron 250 trabajos de los que los tres primeros recibieron honores y un premio en metálico que, para la economía argentina, no deja de ser un estímulo de primer orden (no sólo de pan vive el hombre). En esta oportunidad la impresión corrió a cargo de la holandesa Johann Enschedé en Zonen (Haarlen-Holanda) que lo realizó en offset a cuatro colores, sin duda la privatización ya está dando sus primeros frutos: los nuevos propietarios imprimen en su país de origen, con lo cual, el negocio es aún más redondo, sobre todo, como ya ocurre con otras administraciones, si además son los propietarios de la imprenta (un punto a investigar por los posibles interesados en el tema).
El siguiente centenario fue para la cabecera «La Nueva Provincia» de Bahía Blanca. Este diario fue fruto de la juventud de un periodista y una ciudad en busca de un destino compartido a finales del XIX. Hoy la ciudad y el diario siguen luchando juntos para hacer una vida más fácil y justa a pesar de los excesivos rigores que padece la sociedad argentina en la actualidad.
Su fundador fue Enrique Julio, éste había trabajado en «El Deber», del que fue director. La Nueva Provincia iniciaba el contacto con los lectores el 1 de agosto de 1898, tenía también cuatro páginas en formato universal a seis columnas, tuvo una tirada inicial de 500 ejemplares. La cabecera simplemente reflejaba el anhelo de una sociedad que iniciaba una reclamación que buscaba convertir la ciudad en la capital de un nuevo estado argentino.
La idea política era postulada por Carlos Pellegrini en el Congreso Nacional, contaba con el apoyo de los diputados y esperaba igual resultado en el Senado, pero no se fraguaron aquellas aspiraciones y la lucha, con el poder de la palabra impresa tuvo que continuar desde las páginas de La Nueva Provincia.
En 1900 se añadió la maquinaria de «El Deber» y el recién remozado diario se convertiría en el establecimiento tipográfico más importante de la entonces gigantesca provincia bonaerense. El diario conoció una constante mejora y el 25 de mayo de 1910 alcanzaba las 84 páginas en las que se recogían las más variadas secciones.
Al cumplirse el centenario de Bahía Blanca (1928) La Nueva Provincia inauguraba también uno de los edificios más fastuosos de la conocida Plaza Rivadavia. El 28 de octubre de 1940 su director y fundador, el catamarqueño Enrique Julio, fallecía y el destino de periódico quedó en manos de su señora Vicenta Calvento, a la que le sucedería su hijo Néstor. En 1959 tomaba las riendas la nieta del fundador Diana Julio que prácticamente se ha convertido en la decana al frente de los destinos de un diario en Argentina. Hoy el diario continúa en constante modernización de la mano de su hijo Federico Christian Massot (bisnieto del fundado) que colocó esta cabecera entre las más modernas, no sólo del país, sino de todo el hemisferio.
El sello corrió a cargo del Estudio Schreiber, se emitió en hojas de veinte ejemplares y tuvo una tirada de 304.000 efectos. En él vemos al fundador, su actual sede y las leyendas correspondientes al periódico que en 1998 cumplió el siglo de permanencia constante con sus lectores. El primer día de emisión fue el 12 de diciembre de 1998 y también fue impreso en offset por la célebre imprenta holandesa.
Aunque no viene a cuento, quiero aprovechar para recomendar una película que acaba de estrenarse en España: NUEVE REINAS, gira en torno a una célebre hojita de sellos y estoy seguro que les gustará, sobre todo por la trama y el resultado final. Al margen de ese hilo conductor, lo más importantes es ver cómo está la sociedad argentina de nuestro tiempo. La película puede ayudarnos a entender mejor todo cuanto allí se cuece y que a veces nos sorprende.
Para finalizar, cambiaremos de cabeceras y lengua, aunque seguimos con los centenarios. En este caso se trata del diario nepalí Gorkhapatra que se edita en el reino de las montañas que hace pocos meses saltó a las primeras páginas de la actualidad mundial por los sangrientos hechos que prácticamente acabaron con la familia real.
El sello conmemorativo fue puesto a la venta el 5 de mayo de 2000 y nos ofrece la cabecera y una de las páginas del diario prácticamente desconocido entre los lectores hispanos. Se realizó su emisión en hojas de cincuenta ejemplares y la impresión estuvo a cargo de la Imprenta Estatal Austriaca que realizó un millón de copias con un facial de 10 rupias, fue diseñado por Mohan N. S. Rana.
El periódico inició su andadura bajo el reinado de Prithivi Bir Bikram Shah, siendo uno de los más viejos de Asia. Fue publicado semanalmente durante sus primeros 42 años, luego pasó a bisemanal, tres veces a la semana y, finalmente, pasó a diario a partir de 1959.
Realiza las veces de diario gubernamental y por ello es imprescindible acudir a sus páginas para llegar a entender la fluctuante historia de este reino, prácticamente ignoto para la mayoría de los mortales, si exceptuamos a los osados montañeros que, año tras año, horadan sus cumbres en pos del mito de la altura. Realiza un periodismo oficioso en donde también tienen cabida temas de actualidad, salud, pasatiempos, etc. Prácticamente se imprime en su totalidad en lengua nepalí aunque hay otras importantes minorías étnicas en el reino de las montañas. En sus suplementos, sin embargo, se emplea ya la lengua inglesa y con ello se logra mantener en contacto, no sólo a los nepalíes, sino a las amplias colonias de extranjeros y medios diplomáticos que tratan de mantenerse al día a través de sus páginas.
JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es
Tengo en mi poder el primer diario la Capital 1867 me gustaria canjearlo o venderlo si algun colecionista lo quiere