WALDEMAR BONSELS(21.02.1880, Ahrensburg, 31.07.1952 Ambach). Escritor alemán, era hijo de un médico, desde temprana edad viajó por Europa y Asia, se buscó la vida como reportero durante la I Guerra Mundial y viajó con la primera expedición para filmar en el Amazonas (1925). Probablemente sea más conocido por su exitosa obra infantil dedicada a la Abeja Maya que popularizara la televisión a finales del XX; que por el resto de su obra: casi medio centenar de libros.
En su literatura, Bonsels recurrió en varias ocasiones a la mística y la relación del hombre junto a la creación divina. Numerosas historias cortas nos hablan del amor de Dios y, en su obra, es fácil detectar el romanticismo de su tiempo, algunas de ellas recogen sus experiencias viajeras como es Indienfahrt, 1916 [Viaje a la India].
Fue autor de novelas, poemas y literatura infantil, de este último género sobresale la simpática abeja o Die Biene Maja und ihre Abenteur [La abeja Maya y sus aventuras, 1912]. Narra, con un lenguaje poético y lleno de fantasía, la historia de la popular abeja que hizo las delicias de televidentes de todo el mundo tras la grabación y difusión de la serie realizada por la industria nipona.
La Abeja Maya tuvo el primer intento de adaptación cinematográfica en 1924, Wolfram Junghaus se encargó de realizar la primigenia cinta cinematográfica que fue restaurada por los archivos cinematográficos fineses y el Bundesarchiv-Filmarchiv en maratonianas jornadas realizadas entre Hamburgo y Helsinki el pasado 2005.
La historia nace con la rebelión del enjambre contra la abeja reina, a través de las aventuras de Maya y de las conversaciones que mantiene con otros insectos, el autor desmenuza infinidad de actitudes humanas en un lenguaje sencillo y cautivante que hizo de la popular Maya un personaje atractivo no sólo para los más pequeños, sino que atrapó también a los mayores en aquella televisión que acababa contemplándose en familia. Se grabó en 1975 y se dobló a numerosos idiomas. Ese éxito fue precedido por el musical que habían preparado para el Tokio Kodomo Club que realizó su presentación como Mitsubachi Maya del que se distribuyó un LP.
En España la serie fue doblada por los Estudios Magna (Madrid) y estrenada en 1978, posteriormente fue programada por varias televisiones y en 2009 de nuevo TVE en su TDT Clan. Las voces españolas fueron de Matilde Vilariño, Mari Pe Castro, Fernando Mateo, Ana María Saízar, Teófilo Martínez, Ana Díaz Plana, Eduardo Calvo, Mercedes Barranco y José Luis Gil. Ese mismo año apareció en el mercado el álbum de 288 cromos que acabó popularizando (en la chiquillería de la época) a la simpática y traviesa abejita.
Es notable la sensibilidad con la cual Bonsels explora las misteriosas relaciones que unen a las criaturas en el microcosmos de la naturaleza y cómo sus adaptadores a la pequeña pantalla fueron capaces de transmitir, con credibilidad y dulzura, una de las mejores series que realizaron las productoras niponas que desplazaron otras historias y personajes mucho más próximos a la literatura infantil universal como las que nos legaran Hans Christian Andersen o los Hermanos Grimm.
La historia tiene dos centenares de páginas, pero la televisión supo extraer y ampliar el legado original. Maya divide su tiempo entre dos colonias de abejas; con ella saltarán a la fama otros personajes que se convirtieron en historia viva en el imaginario infantil gracias a la excelente producción de la Zuiyo Eizo / Nippon Animation Company / Apollo Film, colaboraron la ZDF (Zweites Deutsches Fernsehen-Alemania) y la ORF (Österreichischer Rundfunk-Austria). El responsable de la parte musical fue Karel Svoboda que en su época era un astro de la música pop en Checoslovaquia. Ha sido, durante varias épocas, una de las series de dibujos animados más populares entre la chiquillería de todo el mundo, en total fueron grabados 104 episodios de media hora y un extra de 80 minutos. La obra ya había sido traducida a más de 40 idiomas y publicada en medio centenar de países.
Filatélicamente fue Alemania, la que le dedicó [en 1998] los sellos de la célebre emisión con sobretasa a favor de la juventud, la que nos trajo a los simpáticos personajes de esta increíble [y creíble] criatura de los dibujos animados. Otros de los personajes que se popularizaron fueron su inseparable Willy [el zángano], Flip [el saltamontes], Kurt [el escarabajo], Puck [la mosca], Casandra [abeja que interpretaba el papel de maestra de escuela], Tecla [la araña], Max [el gusano], Alexander [el ratón], Paul Emsig [soldado del ejército de hormigas], Aníbal [el ácaro], Toff y Zurpel [los guardias de la colmena], el Comandante, etc.
La canción de Maya
En un país multicolor
nació una abeja bajo el sol
y fue famosa en el lugar
por su alegría y su bondad.Y a la pequeña abeja la llamaron Maya,
la pequeña y dulce abeja Maya.
Maya vuela sin cesar
a su mundo sin igual.No hay problemas que no soluciones Maya,
la pequeña y dulce Maya,
Maya (Maya), Maya (Maya), Maya (Maya),
Maya, ven y háblanos de ti.
BRUNO BJELINSKI (1.11.1909, Trieste; 3.09.1992, Zagreb), era doctor en derecho, aunque su fama le vendría como compositor y enseñante. Los estudios musicales los realizó con posterioridad a los de leyes en la Academia de Música de Zagreb bajo Blatose Bersa, Fran Lotha y Franjo Dugan. Tras la II Guerra Mundial se concentra en la música, realizó un breve período de enseñanza en Split (1944-45) y siguió como profesor en la capital croata entre 1945-1977. Se caracterizó por un estilo optimista y desenfadado que le llevó a escribir una de las mejores óperas para niños, aunque en su haber encontraremos media docena más, tres ballets, quince sinfonías, conciertos para cello, cantatas, de cámara y numerosos conciertos para flauta, piano, viola, violín, etc.
Su primer concierto lo realizó en 1955 (para flauta e instrumentos de cuerda) y la última ópera fue Slavuj (El Ruiseñor, 1984) inspirada en el legado literario del danés Hans Christian Andersen. Dentro de la temática infantil musicalmente hablando, hay que destacar la ópera de La Abeja Maya (Pčelina Maja, 1963), Peter Pan o Pinocho (ballets para niños, 1966).
La ópera inspirada en la obra de Bonsels la estrenó dentro del Festival de Verano de Carintia (Villach-Austria) en 1963, fue totalmente cantada por niños, protagonistas últimos de una de las historias mejor contadas a través de la pequeña pantalla.
El facial de 1,80 kunas que honra a este músico croata fue lanzado por el correo de su país el 21 de enero de 2009 en hojas de veinte ejemplares, diseñados por Hrvoje Sercar y la tirada fue de 100.000 efectos impresos en offset multicolor por Zrinski-Cakovec, muestra al músico de perfil en plena producción, como fondo una de sus célebres partituras.
JOSIP ANDREIS (19.03.1909, Split; 16.01.1982, Zagreb) otro músico honrado por el correo croata en un facial de similares características a las indicadas en el párrafo precedente, en este caso el valor facial fue de 3,50 kunas.
Representa una excepción dentro del contexto musical croata de su tiempo y en todo el siglo XX, destacó en varios campos, al margen de la música, fue escritor, ensayista, crítico musical, pedagogo, historiador, humanista entrañable y entusiasta del momento histórico que le tocó vivir a pesar de las penalidades; fue fundador de la moderna ciencia musicológica croata.
Abandonó su ciudad natal en 1927 y se enroló en un programa de estudios de lenguas románicas que le llevó a Zagreb y Roma. Se graduó en Italiano y Francés en 1931; impartió su magisterio en escuelas de enseñanza secundaria de Sibenik, Split, Herceg-Novi y, desde 1941, en Zagreb.
Las primeras lecciones musicales las recibió de Ivo Parac, después trabajaría en la Biblioteca Nacional (1944/45) en donde impulsa la futura colección musical; también publicó una introducción sobre la estética de la música (1944). En 1945 se convierte en profesor del Conservatorio de Zagreb y se gradúa en el Departamento de Educación-Sección Música. Fue el primer editor de la enciclopedia musical y participó en numerosas publicaciones y estudios.
La Historia de la Música es todo un clásico en Croacia, originalmente fueron tres volúmenes (1951-1954) que en 1974-1976 se convierten en cuatro. Puede decirse que ha sido el músico que más ha influido en la música croata del siglo XX y su legado ha contribuido a difundir el acervo musical de este país balcánico. Su formación y su música marcarían el camino que le llevaría a un respetable profesionalismo.
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