FILATELIA: ALDERNEY – LA IGLESIA DE SANTA ANA

La isla de Alderney es la tercera del grupo de las anglonormandas o Islas del Canal que emite sus propios signos postales (hay otras que, a veces, también tienen sellos de carácter local que son bastante habituales en las islas británicas que consienten ese tráfico de correo siempre, y cuando, viajen con el correspondiente franqueo del Royal Mail) que, generalmente, no dejan de sorprender al coleccionista.

Uno de esos efectos es el que inició su andadura el 28 de octubre de 2020, dedicado a la Iglesia de Santa Ana –la única parroquia de esta liliputiense isla, no llega los 8 km² y apenas supera los 2.000 habitantes- y, si tenemos en cuenta su población, es una de las que proporcionalmente recibe más turismo del orbe. Se localiza a una quincena de kilómetros de las costas francesas de Normandía, concretamente de la bella península de Contentin desde donde suele tomarse el ferry para llegar hasta ella. Esa bella edificación religiosa es el motivo que nos ha movido a preparar estas líneas sobre esa hermosa hojita bloque que diseñó Mark Totty y re imprimió en litografía offset con un facial de 3 libras esterlinas.

Los primeros vestigios del ser humano en ese pequeño espacio de tierra nos llevan hasta el período neolítico, podemos colegir que tiene una rica historia. El que quiera profundizar ya sabe que Internet nos da esa información a golpe de clic. Para los sellos tendrá que ir al servicio postal de Guernsey de quien depende, a pesar de gozar de un estatus político que roza la independencia, sobre todo desde que entrara en servicio su liliputiense aeropuerto integrado en todo el grupo pero que depende, a todos los efectos, de las autoridades locales que gestionan prácticamente la totalidad de sus asuntos.

Si nos acercamos al último siglo XX, ahí encontramos la II Guerra Mundial cuando fue totalmente ocupada y la población insular evacuada con anterioridad por las autoridades británicas. Los teutones acabaron creando un inmenso campo de concentración que prácticamente no necesitó obra porque o eras un nadador de primera o de allí no te podías escapar –sistema que se utilizó con anterioridad en otros lugares y con otros personajes de la historia, por ejemplo Napoleón en la isla de Elba [acabó escapando y llegó a París donde finalmente alcanzaría el nombramiento de Emperador] o la prisión que padeció Nelson Mandela en otra isla del Atlántico Sur- por lo consiguiente las posibilidades de evasión eran nulas. Otro hecho que dificulta el tráfico marítimo son sus bajíos que, al rodearla, han sido causantes de centenares de naufragios. Recordemos que el 24 de agosto de 2005 toda la costa occidental de Alderney y la isla de Burhou fueron declaradas protegidas e incluidas en la lista Ramsar.

Hecho este inciso, vayamos a la filatelia, los primeros sellos de “Alderney Bailiwick of Guernsey” aparecieron en 1983, desde entonces sus escasos sellos ven reflejada su peculiar historia en esa peculiar encrucijada de caminos en pleno Canal de la Mancha. Más o menos una docena de sellos al año [se pasa esa cifra cuando aparece la serie básica, como sucedió en 2020, a primeros de año apareció una preciosa serie con faciales desde 1 penique a 4 libras, que permitían realizar la combinación de cualquier tarifa con esas casi dos decenas de preciosas estampilla] que hacen relativamente fácil coleccionar sus timbres postales y que goce de un gran predicamento entre los filatelistas británicos.

La Iglesia de Santa Ana acoge a esta comunidad cristiana en donde todos se conocen y funge como el palpitante corazón de la vida social de la isla, sobre todo en las celebraciones religiosas. Actualmente está regida por el reverendo Jan Fowler que llegó desde Suffolk en el verano del 2018 y como ayudante en los oficios su propia esposa -son cristianos, que no católicos y por lo tanto pueden casarse-, durante el 2020 se estaba celebrando el 170 aniversario de la Iglesia Parroquial que fue consagrada en 1850. Muchas veces es catalogada como la Catedral de las islas del Canal. Si uno puede contemplarla en directo no deja de sorprenderse por su monumentalidad.

En su interior caben 300 personas cómodamente sentadas, aunque los oficios raramente llegan a completarla, algo excepcional en el flamante edificio que pasa a rebosar en las tres o cuatro bodas al año y en algunos bautizos. El servicio dominical apenas alcanza el centenar de personas. Al margen de su excelente planta, hay que destacar la vidriera de Anne French que tiene la peculiaridad de haber incorporado los rostros de niños de la isla y de otros infantes del resto del orbe. La edificación fue realizada por Sir George Gilbert Scott, uno de los más prolíficos y famosos arquitectos del XIX. En su concepción se tuvo en cuenta el posible uso como guarnición militar en caso de necesidad., recordemos que era una época turbulenta en la historia de Europa y se contemplaba esa posibilidad por parte de la vecina Francia que vivió una sangrienta revolución que sólo acabó con la entronización de Napoleón y tras unos turbulentos años en que los revolucionarios se dedicaron a utilizar, de manera morbosa, el invento del Dr. Guillotín, un espectáculo que enardecía a las masas que todo lo saqueaban y todo lo pusieron patas arriba; una historia que no tiene cada de edificante; pero embargo la invasión efectiva nunca sucedió, pero fue lgo que ocurriría en el contexto del siglo XX por parte de Alemania como ya indicamos más arriba.

Una de las peculiaridades de la intrahistoria de Santa Ana son las doce campanas Taylor, es la única iglesia con ese número en todas las islas. Esas campanas fueron famosas por sus clásicos cinco tonos que se perfeccionaron en 1896 y aún hoy producen un sonido puro y dulce a la vez. Tienen su peculiar historia; inicialmente fueron seis que se desmantelaron en vísperas de la invasión alemana y cuatro de ellas fueron a Cherburgo donde esperaban ser fundidas para utilizarlas como munición, alguien pensó que ese no era su sensato uso y “milagrosamente” las campanas estuvieron almacenadas y escaparon de la fundición. Tras finalizar al contienda fueron recuperadas y volvieron a su posición original que, algo más de medio siglo después, tras la limpieza y restauración de la totalidad del edifico, su campanario se vería completado con doce campanas que suelen utilizarse de manera habitual. El 2013 fue un buen año para la parroquia que se vio enriquecida con esas nuevas campanas y todo el conjunto volvió a lucir su esplendor como bien recoge la hojita, el sello en la parte más alta del templo y las campanas y sus cuerdas en la foto añadida abajo a la izquierda de la composición postal. Recordemos que por su ubicación en el centro de Alderney, Santa Ana es conocida como el corazón de la isla. Sentirlas suele ser uno de esos placeres que no se olvidan fácilmente.

Nuestro agradecimiento al servicio filatélico de Guernsey que nos facilitó los materiales correspondientes.

GUERNSEY PHILATELIC BUREAU ENVOY HOUSE, LA VRANGE ST PETER PORT, GUERNSEY CHANNEL ISLANDS GY1 5SS ISLAS BRITÁNICAS
www.guernseystamps.com
philatelic@guernseypost.com

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es

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