Ese año fue todo un acontecimiento el campeonato mundial de remo, el más importante del año preolímpico en el privilegiado marco del Lago Bled, como contrapunto uno de los paisajes alpinos más hermosos de este país balcánico que, en cierta medida, refleja el sello conmemorativo en el que aparece una preciosa composición en la parte superior, en la inferior, los remeros en plena competición, aunque no menos bella es la seleccionada para ilustrar el sobre de primer día que nos ofrece la Iglesia de la minúscula isla de Blejski Otok, originariamente un templo pagano levantado por los eslavos; transformado poco después en un centro de culto cristiano. La Iglesia de Santa María de la Asunción es de estilo barroco y se remonta al XVII, aunque conserva frescos originales del XIV. Tiene un campanario de 52 metros y es una de las señas de identidad de esta preciosa ciudad.
Bled es una coqueta villa turística situada en las orillas del lago homónimo que apenas sobrepasa los 5.000 habitantes, surgió de un poblado de la época de la Edad del Hierro. La zona cayó bajo dominio germánico en el X-XI. Enrique II donó el castillo a los obispos de Bressanon y su dominio llegaría hasta el XIX cuando el Congreso de Viena (1815) pasó la propiedad a Víctor Ruard (herrero de la vecina Jesenice).
En la Edad Media los peregrinos viajaban hasta la Iglesia (ilustración del sobre) en la isla lacustre y ésta adquirió una merecida fama en el incipiente flujo turístico que se incrementó con la inauguración del ferrocarril en 1870. Fue el lugar de descanso de la familia real yugoslava y se potenció con la construcción de numerosas villas que hoy son inmortalizadas por los inquietos viajeros del XXI, si se pierde por la zona no deje de admirar su castillo que se reconstruyó tras la II Guerra Mundial. Un lugar curioso [las obras expuestas han sido creadas con restos de armas, bombas o metralla] es la Galería Svetina.
Si le encanta revivir el pasado, sin prisa, con tranquilidad, tómese un tiempo y aproveche para llegar en un tren de principios del XX que todavía ponen en servicio durante la temporada estival un día a la semana y realiza el trayecto transalpino que une Latisana (Italia) con Nova Gorica, Most na Soci, Bohinjska Bystrica y Bled. Las cinco horas hacen de esta experiencia algo verdaderamente irrepetible, pero olvídese de las prisas que nos han impuesto en este globalizado y destructor XXI. Si viaja por la región, recuerde que en verano hay un festival de música clásica (primera semana de julio) y otro de música tradicional (segundo fin de semana de agosto) y tenga en cuenta que las temperaturas medias no llegan a sobrepasar los veinte grados en pleno estío. Pero volvamos al deporte que es lo que nos trajo a Bled.
El lago de las pruebas de remo es de origen glaciar, tiene 2,1 x 1,3 km y un perímetro de 6 kilómetros, toda una delicia para los que gustan de las caminatas, los más románticos pueden escoger, todavía, el paseo con carroza arrastrada por caballos. La profundidad máxima llega a 30 metros y del fondo surgen las aguas termales que popularizaron la región en el XIX. Tradicionalmente, en el mes de junio, hay una regata popular que parte del Centro Zaka que este año acoge el Campeonato Mundial de Remo de cara a derimir los deportistas que tendrán plaza para la Olimpíada de Londres 2012.
Es la cuarta ocasión que unos mundiales se celebran en esta privilegiada ubicación, para esta edición se hicieron con ellos empleando un sencillo eslogan [y mucho trabajo] ES HORA PARA BLED. Hacía 22 años que acogió el último [1956-1979-1989-2011], también ha sido el marco de Mundiales Juniors o Europeos, o lo que es lo mismo, la población está concienzada con el deporte acuático y mantiene bien alto su papel organizativo, colocándose detrás de Lucerna en el ranking de las ciudades más atractivas para los remeros de todo el orbe.
Los especialistas eslovenos ganaron las dos primeras medallas olímpicas para la Eslovenia independiente precisamente en los Juegos de Barcelona en 1992; aunque el primer oro no llegaría hasta los Juegos de Sidney. En estos campeonatos todas las esperanzas están depositadas en el dúo Iztok Čop y Luka Špik que aspiran al podio y con ello a coronar su carrera deportiva en los próximos juegos en las islas británicas. Cuentan con el apoyo de la Federación Nacional, el Club local y el Ayuntamiento de Bled. Las instalaciones han sido remozadas gracias a los fondos de la Unión Europea.
El sello de 0,92€ fue diseñado por Spela Selan y el fotógrafo F. A. Bobo, tamaño 29,10 x 40,80 mm vertical, impreso en offset multicolor de seis ejemplares y tres viñetas sin valor postal con el fondo en blanco y negro que realza la belleza de esta preciosa estampilla deportiva que tiene como contrapunto las montañas nevadas. Dentado 13¾ x 14¼, se realizó sobre papel Senator Natral Litho PVA de 96 gramos utilizado por la impresora AS VAMA MAA de Tallin (Estonia), tuvo una tirada de 120.000 efectos (20.000 hojitas) que comenzaron a circular el 27 de mayo de 2011.
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