Posiblemente pocos lo recuerden, aunque seguramente será familiar para los oyentes de Radio Praga su fabuloso “Novedades Filatélicas” que los domingos del último cuarto de siglo XX era una cita habitual para los filatelistas de todo el mundo y tenías recompensa: la emisora te enviaba los preciosos sobres de primer día con una puntualidad alemana, siempre por correo certificado [recuerden era época de miserias, pero los dineros públicos se gestionaban con honradez, no como ahora que desde que la UE puso las reglas, el choriceo se ha embrutecido, se ha expandido y está al punto de, una vez más, dar al traste con la aventura de un continente unido, con cada una de sus peculiares particularidades] y uno veía cómo aumentaban los conocimientos sobre este histórico país centroeuropeo que [entonces] se conocía como República Checoslovaca [la escisión de Eslovaquia fue uno de los negocios más ruinosos para los que se quedaron en el nuevo país, pero eso ya es harina de otro costal y los más viejos añoran el pasado checoslovaco común, pero la necedad de los políticos parece ser universal y les trae al pairo los desastres que montan, el pueblo eslovaco fue el gran damnificado de aquella decisión que los separó de Praga].
Caído el telón de acero, Occidente se dio prisa en alentar las independencias y de nuevo aparecieron los fantasmas en tierras donde parecía que la violencia, finalmente, se había esfumado. Ahora, el paro y la miseria, recorren el continente y las emisoras [también Radio Praga] ya no son audibles en la Onda Corta: los prebostes de Bruselas se dieron prisa en eliminar un modelo de medios que daban cultura y formaban al ciudadano. Ahora lo importante es tener sociedades anestesiadas y compradores compulsivos y, evidentemente, faltan recursos para atender tantos frentes y somos tan insensatos que nos tomamos la molestia de “zamparnos” el futuro de los que nos seguirán, y el que quiera comprobarlo lo tiene fácil, basta con analizar el volumen de deuda que se acumula en las arcas de medio mundo que se creía a salvo de los vaivenes, la crisis del 2008 apenas si fue un estornudo. Mientras tanto la estolidez de los gestores de la cosa pública [deberíamos exigir una administración impecable y no dilapidadora; dejar de pedir lo que no corresponde y, sobre todo, eliminar el pesebre que los ayuntamientos han montado en el tema de las subvenciones; en la zona donde vivo se han sacado de la manga una participación ciudadana para hacer creer lo increíble: que el personal puede decidir algo, en poco más de tres lustros el IBI casi se ha triplicado, alguien tiene que pagar estas estupideces inútiles que van muy bien a los constructores amigos, pero que no generan precisamente el bienestar con el que te lo quieren hacer ver].
Con esos vientos, entre otras muchas cosas, los diexistas nos quedamos sin el programa filatélico y, finalmente, sin las emisiones de Radio Praga [aunque desde Miami la emisora de Jeff White WRMI World Radio Miami Internacional retransmite las emisiones en español para el continente americano] que durante cinco largos decenios nos habían acompañado, formado e informado. ¡Siempre dije que la radio había sido mi particular universidad y, visto el panorama del discente actual en la piel de toro, fue una GRAN UNIVERSIDAD que no está en ningún estado y está en todos. Es esa ventana de aire fresco que se cuela tranquilamente en casa y en donde la Onda Corta, libre y voladora, desafía el éter y te cultiva en los más disímiles saberes! Hoy es un territorio prácticamente virgen y en manos de unos pocos países que no son los más democráticos que digamos, aunque uno, al final, se haga preguntas que tienen difícil explicación ¿qué es la democracia? Viendo el panorama que nos devora, es evidente que las políticas garantistas y protectoras que nos hemos dotado son muy buenas de partida, pero los estólidos te los encuentras a cada paso, sobre todo cuando acudes a realizar alguna gestión administrativa: entonces se te cae el alma a los pies.
El famoso “postillón” o “cuerno postal” que daba entrada al corto, pero suculento encuentro con el mundo de los sellos era, para los filatelistas, el momento cumbre de la tarde del domingo si es que al mediodía se te había escapado (el programa se retransmitía varias veces al día, sólo las noticias eran repuestas para cada emisión si era necesario). Repetimos, el famoso postillón desapareció de las ondas y nosotros nos quedamos huérfanos y sin continuidad de aquellos preciosos sobres que obsequiaba la radio checoslovaca a todos los filatelistas u oyentes que lo solicitaran. La república checa es hoy, también, un país al que el paro le azota y la deuda asfixia. Por supuesto, tiene [también] todos los males de occidente y hasta un hombre lagarto (por su multitudinario tatuaje) aspiró a regir los destinos de uno de los países más euro escéptico de todo el panorama europeo.
Pero volvamos atrás, a un tiempo en donde lo que decía una emisora ya no se cuestionaba. Pero claro, ahora es mucho mejor montar “nuestros medios afines” y de esta manera no habrá voces disonantes y EUROPA: ¡Quién te ha visto y quién te ve!, se va hundiendo, otra vez, en sus miserias; así que no nos pongamos existencialistas y vamos al mundo de los sellos que te dan infinidad de satisfacciones y, sobre todo, conocimientos que muchas veces no localizas ni en el más recóndito rincón del mundo globalizado y las nuevas tecnologías..
Oldrich Posmurny vuelve al mundo del sello en un sencillo efecto de 16 coronas que le rinde homenaje en la puntual serie dedicada a la TRADICIÓN CHECA EN EL ARTE DEL SELLO (antes salían, habitualmente, en diciembre, era la emisión que cerraba el programa del año para el correo checoslovaco de la época) que se puso en circulación el 20 de enero de 2017. Se trata de un sello en formato vertical que nos muestra un retrato del maestro y la tipografía que él mismo usó y acabó integrándose en el alfabeto checo.
La emisión se hizo en hojas de 30 ejemplares y el diseño/adaptación gráfica corrió a cargo de Zdenek Netopil mientras que Jaroslav Tvrdon se encargó del sobre de primer día que recibió el correspondiente y exclusivo matasellos. Oldrich Posmurny nació el 8 de abril de 1942 y falleció el 2 de mayo de 2010, contaba 68 años. Natural de Tábor [una ciudad al sur de Praga que entró en la historia por méritos propios ya que en el XV fue el hogar de lo más radical del movimiento husita, de ahí que los que van siguiendo las huellas de la historia acaben visitado la misma en busca de los pasadizos subterráneos de aquella época y que son toda una atracción turística que descubre también un flamante casco medieval casi intacto y donde sus laberínticas calles permiten imaginar tiempos pretéritos. Recordemos, de paso, el imponente conjunto escultórico dedicado a Jan Hus en la Ciudad Vieja de Praga, justo en la plaza del histórico reloj que aglutina a viajeros de todo el mundo y hoy está convertida en un mercadillo con olores insufribles de los “chiringuitos” de comida que allí han puesto sus posaderas y, donde, a veces te encuentras guías turísticos con una cara de granito que, de malas maneras, pretenden que te vayas para poder colocar a su grupo que acaba de llegar al lugar en el que estratégicamente llevas casi una hora a la espera de los personajes del histórico reloj que es toda una atracción turística] y su educación inicial la obtuvo en Votice u Benesova. Con apenas diez años sus padres se trasladan en Praga y allí acabará estudiando diseño gráfico para libros y publicando, junto al profesor Vladimir Ringes; la historia del libro y su diseño con el profesor Frantisek Klikar, ilustración y dibujo lo haría con V. J. Zizka.
Tras su graduación trabajó como editor gráfico en la Editorial Svoboda [Libertad], acabó convirtiéndose en freelance y artista gráfico en 1968, colaboró con editoriales praguenses y casas de música. La obra de Posmurny en inmensa y desde que comenzara su actividad en 1965 más de 200 libros fueron hechos por él, habría que añadir, camisetas, carátulas, logotipos empresariales, marcas registradas, diseños para exposiciones y eventos culturales de todo tipo.
El premio del célebre Mladá Fronta lo recibió en 1986, ese diploma honorario lo logró por el sello que realizó para conmemorar el centenario de la introducción de las etiquetas de certificados [R o Registered, en el argot postal que es el idioma francés Recommandé] pero no fue el único sello checo que había hecho. Encontramos que los dedicados al circo serían otros ejemplos de su legado o la que es coautor dedicada al mundo de los Dinosaurios; pero posiblemente las obras que más lo popularizaron, sobre todo a nivel específico de los Scouts: las tarjetas del 90 aniversario de los Boy Scout Checos [Imprescindibles para los que se interesan por el mundo del correo y sus interioridades pues estos chicos escribieron unas de las páginas más apasionantes de la historia del correo en una delicada época de la capital checa] o la del 400 aniversario del municipio de Zdar nad Sazovou.
La emisión también se realizó en carnet de 8 ejemplares y cuatro viñetas sin valor postal en la imprenta praguense del servicio postal checo en fotograbado combinado. El matasellos especial de primer día se confeccionó con las dos iniciales que como citamos más arriba, se incorporaron al alfabeto checo.
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JUAN FRANCO CRESPO
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